Frases sobre kilómetro

Una colección de frases y citas sobre el tema del kilómetro, mil, veces, mismo.

Frases sobre kilómetro

Carlos Cuauhtémoc Sánchez Foto
Jaume Perich Foto
José María Arguedas Foto
Nicolás Guillén Foto
Lemony Snicket Foto
Omar Torrijos Foto
Patrick Rothfuss Foto
José Baroja Foto
Silvio Rodríguez Foto

“Qué fácil es protestar por la bomba que cayó a mil kilómetros del ropero y del refrigerador”

Silvio Rodríguez (1946) cantautor, guitarrista y poeta cubano

Canción en Harapos

“Ka para escribir kilómetro, y ka para escribir karma, mi alma conforme sin armas, en kelvin no los miden cronómetros.”

Fuente: "Lecciones y moralejas por escrito en gotas de cariño"

Jules Verne Foto
Richard Bach Foto
Juan Rulfo Foto
Woody Allen Foto
Terry Pratchett Foto

“KKJU: Kilómetros y Kilómetros del Jodido Uwerwald”

Terry Pratchett (1948–2015) escritor británico de fantasía y ciencia ficción
Richard Dawkins Foto

“La población de EE. UU. es de 300 millones aproximadamente, e incluye a muchos de los seres humanos mejor educados, más talentosos y más inventivos de la Tierra. Bajo casi cualquier medida de logros civilizados (desde premios Nobeles en adelante) EE. UU. está adelantado al resto del mundo por kilómetros. Uno podría pensar que un país con tales recursos, con semejante campo de talento, sería capaz de elegir a un líder de la más alta calidad. Y sin embargo, ¿qué ha sucedido? Al final de todas las primarias y de todas las camarillas partidarias, los discursos y los debates en televisión, después de un año o más de incansable conmoción eleccionaria, ¿quién surge de toda esa población de 300 millones? George Bush.”

Richard Dawkins (1941) biólogo inglés

Original en inglés: «The population of the US is nearly 300 million, including many of the best educated, most talented, most resourceful, humane people on earth. By almost any measure of civilised attainment, from Nobel prize-counts on down, the US leads the world by miles. You would think that a country with such resources, and such a field of talent, would be able to elect a leader of the highest quality. Yet, what has happened? At the end of all the primaries and party caucuses, the speeches and the televised debates, after a year or more of non-stop electioneering bustle, who, out of that entire population of 300 million, emerges at the top of the heap? George Bush».
Artículo de Dawkins en The Guardian del 22 de marzo de 2003.
1989-2003
Fuente: Dawkins, Richard. «Bin Laden's victory.» 22 de marzo de 2003. https://www.theguardian.com/world/2003/mar/22/iraq.usa The Guardian. Consultado el 5 de mayo de 2019.

Fidel Castro Foto
Francisco Ibáñez Foto
José María Aznar Foto

“El otro día, en Canadá, durante la cumbre del G-8, estaba con el presidente Bush cuando éste puso los pies encima de la mesa y me preguntó: '¿Sigues haciendo deporte?'. Yo le dije que sí y él comentó: 'Hago 4 kilómetros en 6m. 24s.'. Yo puse los pies encima de la mesa y le respondí: 'Yo hago 10 kilómetros en 5m 20s. Es la primera vez que superamos a EE UU en algo'.”

José María Aznar (1953) político español

5 de julio de 2002, refiriéndose a la cumbre del G-8. Probablemente, tanto Bush como Aznar se referían a tiempo medio por kilómetro, como se suele hacer en atletismo. Cuando dice 10 kilómetros 5m 20s es que en 10 kilómetros la media por kilómetro es de 5 minutos y 20 segundos: Una mala media, de hecho, a ese ritmo, un atleta de élite prácticamente podría hacer 20 kilómetros. Muchos medios de comunicación entendieron que 5 m 20 s se refería al tiempo total para recorrer los 10 kilómetros, un tiempo con el que habría superado al plusmarquista mundial, cosa que es poco creible.
Presidente del Gobierno

Steven Wright Foto
Steven Wright Foto
Jaume Perich Foto
Arturo Frondizi Foto

“Me dirijo esta noche al pueblo de la República para hablar de un problema dramático, cuya solución interesa a todos los argentinos y no puede postergarse ni un día más. Me refiero al problema del transporte en todo el país. No podemos ocultar la gravedad de la situación y hay que hablar con entera franqueza: tenemos un pésimo sistema ferroviario y sus finanzas están en bancarrota. El gobierno ha decidido adoptar medidas enérgicas para resolver de raíz este problema y apela a la comprensión y a la colaboración de todos los habitantes de la República.
Del mismo modo que las arterias sirven para la circulación sanguínea a lo largo del cuerpo, las vías de comunicación sirven para la circulación de personas y productos a lo largo del territorio de una nación y se proyecta aún más lejos en el caso del transporte internacional. […] La verdadera crisis de nuestro transporte en general no consiste en que sea caro y produzca déficit sino en que ha quedado inmutable en un cuerpo nacional que en estos momentos crece y se transforma rápidamente.

Tampoco es Buenos Aires el único centro industrial y comercial del país. Tenemos una actividad manufacturera y mercantil de grandes proporciones en populosas ciudades del interior y aún las más pequeñas crecen a un ritmo notable.

Sin embargo, esta nueva y pujante geografía económica argentina que se expresa en el petróleo y el gas de la Patagonia y del norte, en los yacimientos minerales y las acerías, en las radicaciones de industrias de toda índole, sufre la parálisis y el aniquilamiento del transporte, se decir, del sistema arterial que debería comunicar esos centros entre sí, llevando la materia prima a las plantas transformadoras y los productos terminados a los centenares de centros consumidores de toda la república. […] Así en 1960, los ferrocarriles disminuyeron en seiscientos treinta mil toneladas la carga transportada con relación al año anterior.

Que sepan que ni un solo obrero y empleado ferroviario verá sus derechos sociales y laborales afectados injustamente; y que los hombres con vocación ferroviaria hallarán las oportunidades que ahora les están negadas, debido a que no hay perspectivas para los agentes de un servicio que gravita sobre la economía nacional con pérdidas que constituyen más del 75% del déficit fiscal.

Por consiguiente, sin perjuicio de la intensa labor que se está cumpliendo en virtud del decreto 853/61, el poder ejecutivo incorporará al servicio, con carácter de urgencia, las unidades y material que sean necesario para corregir el desastroso deterioro del sistema ferroviario […].

Se ha comprobado que el hecho de que el sistema ferroviario no responda a nuestras necesidades actuales es la principal fuente generadora del déficit presupuestario que padecemos. Ello se debe al trazado anacrónico de la red, a la imposibilidad de reponer el material envejecido en la medida de las necesidades más inmediatas y a la falta de racionalización que multiplica varias veces el costo de tonelada/kilómetro/hora, y además, inmoviliza el material, degrada los servicios, e imposibilita la mejora de los salarios.”

Arturo Frondizi (1908–1995) abogado y político argentino. Presidente de la Nación Argentina (1958-1962)

Fragmento del discurso que dio para televisión y radio sobre el estado de los Ferrocariles Argentinos. Extraído del Diario El Día, fecha: 5 de julio de 1961.
Presidente
Fuente: Diario El Día (5 de julio de 1961), (Recorte del discurso).

Roberto Fontanarrosa Foto

“La Eulogia es, lejos, la mejor prienda que conocí en mi vida. Bien lejos… 20, 30 kilómetros. De cerca es así, jodida.”

Roberto Fontanarrosa (1944–2007) Humorista gráfico y escritor argentino

Citas de personajes, Inodoro Pereyra

Juan Manuel de Rosas Foto
Ángel Nieto Foto
Kaarlo Pentti Linkola Foto
Stephen King Foto
Ayn Rand Foto
Isabel Allende Foto
Cormac McCarthy Foto
Julio Cortázar Foto

“… y se corría a ochenta kilómetros por hora hacia las luces que crecían poco a poco, sin que ya se supiera bien por qué tanto apuro, por qué esa carrera en la noche entre autos desconocidos donde nadie sabía nada de los otros, donde todo el mundo miraba fijamente hacia adelante, exclusivamente hacia adelante.”

Todos los fuegos el fuego
Variante: Y en la antena de la radio flotaba locamente la bandera con la cruz roja, y se corría a ochenta kilómetros por hora hacia las luces que crecían poco a poco, sin que ya se supiera bien por qué tanto apuro, por qué esa carrera en la noche entre autos desconocidos donde nadie sabía nada de los otros, donde todo el mundo miraba fijamente hacia adelante, exclusivamente hacia adelante.

Javier Negrete Foto
Patrick Rothfuss Foto
Rafael Argullol Foto

“En 1794 el escritor saboyano, aunque ruso de adopción, Xavier de Maistre escribió un delicioso relato, Viaje alrededor de mi habitación, en el que se describe de modo autobiográfico la vida de un oficial que, obligado por una convalecencia a permanecer 42 días encerrado en su cuarto, viaja con su imaginación por un territorio riquísimo en referencias y en pensamientos. El protagonista del texto es un verdadero cosmopolita, un ciudadano del mundo en el sentido literal, a pesar de que está recluido entre cuatro paredes. Me acuerdo con frecuencia del libro de Xavier de Maistre cuando escucho los balances que muchos hacen de sus travesías del mapamundi en viajes organizados, y en los que se plantea una situación inversa a la del argumento literario de aquél: recorren vastos espacios pero su imaginación —o su falta de imaginación— los atrapa en un territorio pobrísimo, tanto en referencias como en pensamientos. Consumen grandes cantidades de kilómetros aunque, como viajeros, atesoran una escasa experiencia de sus viajes. Son, por así decirlo, la vanguardia de los provincianos globales y, en ningún caso, al contrario del oficial convaleciente de Xavier de Maistre, son cosmopolitas ni aspiran a serlo.

El provinciano global es una figura representativa de una época, la nuestra, que empuja al cosmopolita hacia una suerte de clandestinidad. El cosmopolita, personaje en extinción, o quizá provisionalmente retirado a las catacumbas del espíritu, es alguien que desea habitar la complejidad del mundo. Es un amante de la diferencia, ansioso siempre de explorar lo múltiple y lo desconocido para volver a casa, si es que vuelve, con el bagaje de los sucesivos saberes que ha adquirido. El cosmopolita, al no soportar la excesiva claustrofobia de la identidad propia, busca en el espacio absorto de lo ajeno aquello que pueda enriquecer su origen y sus raíces. El hijo pródigo de la parábola bíblica encarna a la perfección ese anhelo: el conocimiento de los otros es finalmente el conocimiento de uno mismo. El cosmopolita quiere saber.

El provinciano global quiere acumular mientras, simultáneamente, elimina o aplana las diferencias. Hay muchos signos en nuestro tiempo que señalan en esa dirección, sin que se adivine cómo el que todavía posee la vieja alma del cosmopolita pueda oponerse. Por su espectacularidad y por su carácter reciente el turismo de masas es, sin duda, uno de esos signos. Cada vez se elevan más voces proclamando el carácter pandémico de un fenómeno que, paradójicamente, en sus inicios se consideró liberador porque el igualitarismo del viaje parecía la continuación lógica de la creencia ilustrada en el igualitarismo de la educación. Sin embargo, cualquiera que se pasee por las antiguas ciudades europeas o, con otra perspectiva, por las zonas aún consideradas exóticas del planeta, puede percibir con facilidad el alcance de una plaga que está solo en sus comienzos. Los centros históricos de las urbes ya son casi todos idénticos, como idénticos son los resorts en los que se albergan los huéspedes de los cinco continentes. La diferencia ha sido aplastada, dando lugar al horizonte por el que se mueve con comodidad el provinciano global.”

Rafael Argullol (1949) Escritor
Orson Scott Card Foto
Arthur C. Clarke Foto
B.K.S. Iyengar Foto
Suzanne Collins Foto
Ian McEwan Foto
Ernesto Cardenal Foto
Sylvia Plath Foto
Niall Ferguson Foto
Julio Cortázar Foto

“Entonces, mira, a veces una muchacha parte en bicicleta,
la ves de espaldas alejándose por un camino (¿la Gran Vía,
King´s Road, la Avenue de Wagran, un sendero
entre álamos, un paso entre colinas?), hermosa y joven la
ves de espaldas yéndose, más pequeña ya, resbalando en la
tercera dimensión y yéndose,

y te preguntas si llegará, si salió para llegar, si salió
porque quería llegar, y tienes miedo como siempre has
tenido miedo por ti mismo, la ves irse tan frágil y
blanca en una bicicleta de humo, te gustaría estar con ella,
alcanzarla en algún recodo y apoyar una mano en el
/manubrio
y decir que también tú has salido, que también tú quieres
llegar al sur,

y sentirte por fin acompañado porque la estás acompañando,
larga será la etapa pero allí en lo alto el aire es limpio
y no hay papeles y latas en el suelo, hacia el fondo del
valle se dibujará por la mañana el ojo celeste de un lago.
Sí, también eso lo sueñas despierto en tu oficina o en
la cárcel, mientras te aplauden en un escenario o una
cátedra, bruscamente ves el rumbo posible, ves la chica
yéndose en su bicicleta o el marinero con su bolsa al
hombro, entonces es cierto, entonces hay gente que se
va, que parte para llegar, y es como un azote de palomas
que te pasa por la cara, por qué no tú, hay tantas
bicicletas, tantas bolsas de viaje, las puertas de la
ciudad están abiertas todavía,

y escondes la cabeza en la almohada, acaso lloras.
Porque, son cosas que se saben, la ruta del sur lleva
a la muerte,
allá, como la vio un poeta, vestida de almirante espera
o vestida de sátrapa o de bruja, la muerte coronel o
general espera
sin apuro, gentil, porque nadie se apura en los aeródromos,
no hay cadalsos ni piras, nadie redobla los tambores
para anunciar la pena, nadie venda los ojos de los reos
ni hay sacerdotes que le den a besar el crucifijo a la
mujer atada a la estaca, eso no es ni siquiera Ruán y no
es Sing-Sing, no es la Santé,

allá la muerte espera disfrazada de nadie, allá nadie
es culpable de la muerte, y la violencia

es una vacua acusación de subversivos contra la disciplina
y la tranquilidad del reino,

allá es tierra de paz, de conferencias internacionales,
copas de fútbol, ni siquiera los niños revelarán que
el rey marcha desnudo en los desfiles, los diarios
hablarán de la muerte cuando la sepan lejos, cuando se
pueda hablar de quienes mueren a diez mil kilómetros,
entonces sí hablarán, los télex y las fotos hablarán sin
mordaza, mostrarán cómo el mundo es una morgue
/maloliente
mientras el trigo y el ganado, mientras la paz del sur,
mientras la civilización cristiana.

Cosas que acaso sabe la muchacha perdiéndose a lo lejos,
ya inasible silueta en el crepúsculo, y quisieras estar
y preguntarle, estar con ella, estar seguro de que sabe,
pero cómo alcanzarla cuando el horizonte es una sola
línea roja ante la noche, cuando en cada encrucijada
hay múltiples opciones engañosas y ni siquiera una
esfinge para hacerte las preguntas rituales.

¿Habrá llegado al sur?
¿La alcanzarás un día?
Nosotros, ¿llegaremos?

(Se puede partir de cualquier cosa, una caja de fósforos, una lista de desaparecidos, un viento en el tejado - )

¿Llegaremos un día?

Ella partió en su bicicleta, la viste a la distancia,
no volvió la cabeza, no se apartó del rumbo. Acaso entró
en el sur, lo vio sucio y golpeado en cuarteles y calles
pero sur, esperanza de sur,

sur esperanza. ¿Estará sola ahora, estará hablando
con gente como ella, mirarán a lo lejos por si otras
bicicletas apuntaran filosas?

( - un grito allá abajo en la calle, esa foto del Newsweek - )

¿Llegaremos un día?”

Julio Cortázar (1914–1984) escritor argentino
Haruki Murakami Foto
Cheryl Strayed Foto
Haruki Murakami Foto
Jack Kerouac Foto
Emily Brontë Foto
Frederick Forsyth Foto

“habiendo algunos fanáticos en el valle de Shah-i-Kot, en la provincia de Paktia. Una vez más la información era inexacta: no eran un puñado, sino centenares. Al ser afganos los talibanes derrotados, tenían a donde ir: sus aldeas y pueblos natales. Allí podían escabullirse sin dejar rastro. Pero los miembros de Al Qaeda eran árabes, uzbekos y, los más feroces de todos, chechenos. No hablaban pastún y la gente del pueblo afgano los odiaba, de manera que solo podían rendirse o morir peleando. Casi todos eligieron esto último. El mando estadounidense reaccionó al chivatazo con un plan a pequeña escala, la operación Anaconda, que fue asignada a los SEAL de la Armada. Tres enormes Chinook repletos de efectivos despegaron rumbo al valle, que se suponía vacío de combatientes. El helicóptero que iba en cabeza se disponía a tomar tierra, con el morro levantado y la cola baja, la rampa abierta por detrás y a solo un par de metros del suelo, cuando los emboscados de Al Qaeda dieron el primer aviso. Un lanzagranadas hizo fuego. Estaba tan cerca que el proyectil atravesó el fuselaje del helicóptero sin explotar. No había tenido tiempo de cargarse, así que lo único que hizo fue entrar por un costado y salir por el otro sin tocar a nadie, dejando un par de boquetes simétricos. Pero lo que sí hizo daño fue el incesante fuego de ametralladora desde el nido situado entre las rocas salpicadas de nieve. Tampoco hirió a nadie de a bordo, pero destrozó los controles del aparato al horadar la cubierta de vuelo. Gracias a la habilidad y la genialidad del piloto, pocos minutos después el moribundo Chinook ganaba altura y recorría cuatro kilómetros hasta encontrar un sitio más seguro donde proceder a un aterrizaje forzoso. Los otros dos helicópteros se retiraron también. Pero un SEAL, el suboficial Neil Roberts, que se había desenganchado de su cable de amarre, resbaló en un charquito de fluido hidráulico y cayó a tierra. Resultó ileso, pero inmediatamente fue rodeado por miembros de Al Qaeda. Los SEAL jamás abandonan a uno de los suyos, esté vivo o muerto. Poco después de aterrizar regresaron en busca de Roberts, al tiempo que pedían refuerzos por radio. Había empezado la batalla de Shah-i-Kot. Duró cuatro días, y se saldó con la muerte del suboficial Neil Roberts y otros seis estadounidenses. Había tres unidades lo bastante cerca como para acudir a la llamada: un pelotón de SBS británicos por un lado y la unidad de la SAD por el otro; pero el grupo más numeroso era un batallón del 75 Regimiento de Rangers. Hacía un frío endemoniado, estaban a muchos grados bajo cero. La nieve, empujada por el viento incesante, se clavaba en los ojos. Nadie entendía cómo los árabes habían podido sobrevivir en aquellas montañas; pero el caso era que allí estaban, y dispuestos a morir hasta el último hombre. Ellos no hacían prisioneros ni esperaban serlo tampoco. Según testigos presenciales, salieron de hendiduras en las rocas, de grutas invisibles y nidos de ametralladoras ocultos. Cualquier veterano puede confirmar que toda batalla degenera rápidamente en un caos, y en Shah-i-Kot eso sucedió más rápido que nunca. Las unidades se separaron de su contingente, los soldados de sus unidades. Kit Carson se encontró de repente a solas en medio de la ventisca. Vio a otro estadounidense (pudo identificarlo por lo que llevaba en la cabeza: casco, no turbante) también solo, a unos cuarenta metros. Un hombre vestido con túnica surgió del suelo y disparó contra el soldado con su lanzagranadas. Esa vez la granada sí estalló; no dio en el blanco sino que explotó a los pies del soldado.”

Frederick Forsyth (1938) novelista británico

La lista

Marc Coma Foto

“He estado enfermo y lo he pasado muy mal. Un Dakar genera mucha tensión, es una carrera en la que lo pasas mal. Si encima le añades una gripe, anginas, fiebre y antibióticos, y la responsabilidad de liderar un proyecto e ir primero en la carrera… Estaba grogui y tenía que ir en moto a 160 kilómetros por hora y elegir la ruta por donde pasar.”

Marc Coma (1976) Piloto de motociclismo español

Tras su victoria en el Rally Dakar de 2014.
Fuente: Dakar 2014: Marc Coma: "Estaba grogui y tenía que ir en moto a 160" http://www.marca.com/2014/01/19/motor/dakar/1390150360.html?a=GI38f6ba115af92f40ff84ee4550122734f&t=1390173046 - MARCA.com, 19 de enero de 2014.