
Máxima pragmática, publicada por primera vez en "Ilustraciones de la lógica de la ciencia".
Fuente: Popular Science Monthly, vol. 12 (Enero de 1878), p. 286.
Máxima pragmática, publicada por primera vez en "Ilustraciones de la lógica de la ciencia".
Fuente: Popular Science Monthly, vol. 12 (Enero de 1878), p. 286.
“Para el filósofo natural, no hay objeto natural poco importante o insignificante.”
Fuente: A Preliminary Discourse on the Study of Natural Philosophy. (1831)
Fuente: En busca de Spinoza.
Fuente: Capítulo 2. «De apetitos y emociones. La maquinaria cerebral de la emoción». [ref. insuficiente]
La Verdadera Religión Cristiana, Nro. 375
““No hay ningún autorretrato mío. No me interesa la propia persona como objeto del cuadro, sólo”
Fuente: I. On Some Principles of Thought and Observation http://ned.ipac.caltech.edu/level5/Sept02/Zwicky/Zwicky1.html. Catalogue of Selected Compact Galaxies anf of Post-Eruptive Galaxies.
Fuente: [Cassany, Daniel, http://dspace.universia.net/bitstream/2024/180/1/la+cocina+de+la+escritura.pdf, La cocina de la escritura, 14 de febrero de 2011]
“El hombre es el más misterioso y el más desconcertante de los objetos descubiertos por la ciencia.”
Sin fuentes
Citas de Pablo Castellano
“La cámara es un objeto que miente.”
Fuente: Fragmento http://i.imgur.com/XReeN7b.jpg de un discurso de Gadafi, reproducido en Las Bases, órgano oficial del Movimiento Nacional Justicialista, Nº 81, febrero de 1974, Buenos Aires.
“Los objetos están semánticamente desgastados antes que su materialidad.”
Fuente: En Ibáñez, J (2003). Más allá de la sociología. El grupo de discusión: Técnica y práctica. Madrid: Siglo XXI, p. 19
Discurso Sobre La Desigualdad Entre Los Hombres
Practicando el poder del ahora: Enseñanzas, meditaciones y ejercicios esenciales extraídos de El poder del Ahora
Los renglones torcidos de Dios
“pues no es digno de personas de bien poseer a otras en condición de objetos.”
Tierra Firme
Variante: ¡A fatiga de ser amado, de ser amado de verdad! ¡la fatiga de ser objeto del fardo de las emociones ajenas! Convertir a quien quisiera verse libre, siempre libre, en el chico de los recados de la responsabilidad de corresponder, de la decencia de no alejarse, para que no se imagina que se es príncipe en las emociones y se reniega el máximo que puede dar un alma humana. ¡La fatiga de, en todo caso, tener forzosamente que sentir, tener forzosamente, aunque sin reciprocidad, que amar también un poco.!.
Colección integral de León Tolstoi (Guerra y Paz, Ana Karenina, La muerte de Iván Ilich, Resurrección):
Mutant Message Down Under
Lost Japan
Argentina: breve historia de un largo fracaso: 1
Cómo vivir juntos. Simulaciones novelescas de algunos espacios cotidianos. Notas de cursos y semenarios en el Collège de France, 1976-1977
Reveries of the Solitary Walker
“Había que humanizar los objetos, darles un nombre mono.”
Seveneves. Siete Evas
El Origen de las Especies
Memoirs of a Dutiful Daughter
Variante: A menudo me he interrogado sobre la razón y el sentido de mis rabietas.
Creo que se explican en parte por una vitalidad fogosa y por un extremismo
al cual nunca he renunciado del todo. Llevaba mis repugnancias hasta el
vómito, mis deseos hasta la obsesión; un abismo separaba las cosas que me
gustaban de las que no me gustaban. No podía aceptar con indiferencia la
caída que me precipitaba de la plenitud al vacío, de la beatitud al horror;
si la consideraba fatal, me resignaba; nunca me enojé contra un objeto.
Pero me negaba a ceder a esa fuerza impalpable: las palabras; lo que me
sublevaba es que una frase lanzada al descuido: "Debes hacerlo... no debes
hacerlo", arruinara en un instante mis empresas y mis alegrías. Lo
arbitrario de las órdenes y de las prohibiciones contra las que chocaba
denunciaba su inconsistencia; ayer pelé un durazno: ¿por qué no esa
ciruela?, ¿por qué dejar mis juegos justo en este minuto? En todas partes
encontraba obligaciones, en ninguna parte su necesidad. En el corazón de la
ley que me abrumaba con el implacable rigor de las piedras, yo entreveía
una ausencia vertiginosa: me sumergía en ese abismo, la boca desgarrada por
gritos. Aferrándome al suelo, pataleando, oponía mi peso de carne al aéreo
poder que me tiranizaba; lo obligaba a materializarse; me encerraban en un
cuarto oscuro entre escobas y plumeros; entonces podía golpear con los pies
y las manos en muros verdaderos, en vez de debatirme contra inasibles
voluntades. Yo sabía que esa lucha era vana; desde el momento en que mamá
me había sacado de las manos la ciruela sangrienta, en que Louise había
guardado en su bolsa mi pala y mis moldes, yo estaba vencida; pero no me
rendía. Cumplía el trabajo de la derrota. Mis sobresaltos, las lágrimas que
me cegaban, quebraban el tiempo, borraban el espacio, abolían a la vez el
objeto de mi deseo y los obstáculos que me separaban de él. Me hundía en la
noche de la impotencia; ya nada quedaba salvo mi presencia desnuda y ella
explotaba en largos aullidos.