Frases sobre alguien
página 5

Julio Cortázar Foto

“En algún lugar debe haber un basural donde están amontonadas las explicaciones.

Una sola cosa inquieta en este justo panorama: lo que pueda ocurrir el día en que alguien consiga explicar también el basural.”

Un tal Lucas
Variante: Destino de las explicaciones En algún lugar debe haber un basural donde están amontonadas las explicaciones. Una sola cosa inquieta en este justo panorama: lo que pueda ocurrir el día en que alguien consiga explicar también el basural.

Stanisław Lem Foto
Jenny Han Foto
Irvine Welsh Foto
Sherrilyn Kenyon Foto
John Boyne Foto
John Williams Foto
Cassandra Clare Foto
Cassandra Clare Foto

“Es más fácil acabar con el amor que alguien siente por ti que acabar con el que sientes tú por él.”

Lady Midnight
Variante: Es más fácil acabar con el amor que alguien siente por ti que acabar con el que sientes tú por él

Julio Cortázar Foto
Haruki Murakami Foto
Peter Sloterdijk Foto

“La cultura de masas presupone el fracaso de todo intento de hacer de uno alguien interesante, lo que significa hacerse mejor que los otros”

Peter Sloterdijk (1947) filósofo alemán

El desprecio de las masas. Ensayo sobre las luchas culturales de la sociedad moderna

Bobby Fischer Foto
Zygmunt Bauman Foto
Rick Riordan Foto
Milan Kundera Foto
Sylvia Plath Foto
Oscar Wilde Foto
Heinrich Böll Foto
Brandon Sanderson Foto
Andréi Tarkovski Foto
George Orwell Foto
Gabriel García Márquez Foto
A.A. Milne Foto
John Connolly Foto

“Deseó amar a alguien hasta el punto de que le doliera.”

John Connolly (1968)

Las puertas del infierno

Henry Miller Foto
Roberto Ampuero Foto
Isabel Allende Foto

“Blanca, en cambio, se había acostumbrado a vivir sola. Terminó por encontrar paz
en sus quehaceres de la gran casa, en su taller de cerámica y en sus Nacimientos de
animales inventados, donde lo único que correspondía a las leyes de la biología era la
Sagrada Familia perdida en una multitud de monstruos. El único hombre de su vida era
Pedro Tercero, pues tenía vocación para un solo amor. La fuerza de ese
inconmovible sentimiento la salvó de la mediocridad y de la tristeza de su destino.
Permanecía fiel aun en los momentos en que él se perdía detrás de algunas ninfas de
pelo lacio y huesos largos, sin amarlo menos por ello. Al principio creía morir cada vez
que se alejaba, pero pronto se dio cuenta de que sus ausencias duraban lo que un
suspiro y que invariablemente regresaba más enamorado y más dulce. Blanca prefería
esos encuentros furtivos con su amante en hoteles de cita, a la rutina de una vida en
común, al cansancio de un matrimonio y a la pesadumbre de envejecer juntos
compartiendo las penurias de fin de mes, el mal olor en la boca al despertar, el tedio
de los domingos y los achaques de la edad. Era una romántica incurable. Alguna vez
tuvo la tentación de tomar su maleta de payaso y lo que quedaba de las joyas del
calcetín, e irse con su hija a vivir con él, pero siempre se acobardaba. Tal vez temía
que ese grandioso amor, que había resistido tantas pruebas, no pudiera sobrevivir a la
más terrible de todas: la convivencia. Alba estaba creciendo muy rápido y comprendía
que no le iba a durar mucho el buen pretexto de velar por su hija para postergar las
exigencias de su amante, pero prefería siempre dejar la decisión para más adelante.
En realidad, tanto como temía la rutina, la horrorizaba el estilo de vida de Pedro
Tercero, su modesta casita de tablas y calaminas en una población obrera, entre
cientos de otras tan pobres como la suya, con piso de tierra apisonada, sin agua y con
un solo bombillo colgando del techo. Por ella, él salió de la población y se mudó a un
departamento en el centro, ascendiendo así, sin proponérselo, a una clase media a la
cual nunca tuvo aspiración de pertenecer. Pero tampoco eso fue suficiente para Blanca.
El departamento le pareció sórdido, oscuro, estrecho y el edificio promiscuo. Decía que
no podía permitir que Alba creciera allí, jugando con otros niños en la calle y en las
escaleras, educándose en una escuela pública. Así se le pasó la juventud y entró en la
madurez, resignada a que los únicos momentos de placer eran cuando salía
disimuladamente con su mejor ropa, su perfume y las enaguas de mujerzuela que a
Pedro Tercero cautivaban y que ella escondía, arrebolada de vergüenza, en lo más
secreto de su ropero, pensando en las explicaciones que tendría que dar si alguien las
descubría. Esa mujer práctica y terrenal para todos los aspectos de la existencia,
sublimó su pasión de infancia, viviéndola trágicamente. La alimentó de fantasías, la idealizó, la defendió con fiereza, la depuró de las verdades prosaicas y pudo convertirla
en un amor de novela.”

The House of the Spirits

Cassandra Clare Foto
David Levithan Foto
Terry Pratchett Foto
Isabel Allende Foto
Markus Zusak Foto

“Antes simplemente eras. […] Ahora
eres alguien, Ed.”

Markus Zusak (1975)

I Am the Messenger

Jane Austen Foto
Diana Gabaldon Foto

“Vi a mi madre en su ataúd—dijo por fin—. Las mujeres le habían trenzado el pelo para que tuviera un aspecto decoroso, pero mi padre no lo permitió. Quería verla por última vez tal como era para él. Fue personalmente al ataúd, le deshizo las trenzas y extendió la cabellera con las manos, cubriendo la almohada.

Hizo una pausa; su pulgar quedó inmóvil.

—Yo estaba allí, quieto en el rincón. Cuando todos salieron para recibir al cura me acerqué sigilosamente. Era la primera vez que veía a una persona muerta.—Dejé que mis dedos se cerraran sobre su antebrazo.— Una mañana mi madre me dio un beso en la frente; luego volvió a colocarme la horquilla que se me había desprendido de mi pelo ensortijado y salió. Jamás volví a verla. La velaron con el ataúd cerrado.

—¿Era…ella?

—No.—Contemplaba el fuego con los ojos entornados—. No del todo. Se le parecía, pero nada más. Como si alguien la hubiera tallado en madera de abedul. Pero su pelo… eso aún tenía vida. Eso todavía era…ella.

Lo oí tragar saliva y carraspear un poco.

—La cabellera le cruzaba el pecho, cubriendo al niño que yacía con ella. Pensé que a él no le gustaría sofocarse de ese modo. Y retiré las guedejas rojas para dejarlo a la vista. Mi hermanito, acurrucado en sus brazos, con la cabeza en su seno, abrigado y en sombras bajo la cortina de pelo. Y enseguida pensé que no, que estaría más contento si lo dejaba así. Y volví a alisar la cabellera de mi madre para cubrirle la cabeza.

Su pecho se elevó bajo mi mejilla. Deslizó lentamente las manos por mi pelo.

—No tenía una sola cana, Sassenach. Ni una.

Ellen Fraser había muerto de parto a los treinta y ocho años. Mi madre, a los treinta y dos. Y yo… yo tenía la riqueza de todos esos años largos que ellas habían perdido. Y más aún.

—Para mí es un gozo ver cómo te tocan los años, Sassenach—susurró—, pues significa que vives.”

Diana Gabaldon (1952) Escritora estadounidense

The Fiery Cross

Paco Ignacio Taibo II Foto

“El futuro será como quiera que sea, pero alguien tiene que hacerlo”

Paco Ignacio Taibo II (1949) escritor hispanomexicano

Sólo tu sombra fatal

Italo Calvino Foto
John C. Maxwell Foto
Fernando Pessoa Foto
Ernest Hemingway Foto
Jane Austen Foto
Carlos Ruiz Zafón Foto
Arthur C. Clarke Foto
Milan Kundera Foto
Tennessee Williams Foto
Paulo Coelho Foto

“El Alquimista cogió un libro que alguien de la caravana había traído. El volumen estaba sin las tapas, pero logró identificar su autor: Oscar Wilde. Mientras lo hojeaba, encontró una historia sobre Narciso.
El Alquimista conocía la leyenda de Narciso, un hermoso muchacho que todos lod días iba a contemplar su propia belleza en el lago. Estaba tan fascinado por sí mismo, que un día cayó dentro del lago y murió ahogado. En el lugar donde cayó nació una flor a la que llamaron narciso.
Pero no era así como Oscar Wilde ponía fin a la historia.
Él decía que cuando Narciso murió, vinieron las Oréiadas-diosas del bosque- y vieron el lago transformado, de un lago de agua dulce, en un cántaro de lágrimas saladas.
- Por qué lloráis?- preguntaron las Oréiadas.
- Lloro por Narciso,- respondió el lago.
- Oh, no nos extraña que lloréis por Narciso- prosiguieron diciendo ellas-. Al gin y al cabo, a pesar de que todas nosotras le perseguíamos siempre a través del bosque, vos erais el único que tenía la oportunidad de contemplar de cerca su belleza.
- Entonces, ¿era bello Narciso?- preguntó el lago.
- ¿Quién sino vos podría saberlo?- respondieron, sorprendidas, las Oréiadas-. Después de todo, era sobre vuestra orilla donde él se inclinaba todos los días.
El lago quedóse inmóvil unos instantes. Finalmento dijo:
- Lloro por Narciso, pero nunca me habñia dado cuenta de que Narciso fuese bello.
- Lloro por Narciso porque cada vez que él se recostaba sobre mi orilla yo podía ver, en el fondo de sus ojos, mi propia belleza reflejada.

Qué historia tan hermosa- dijo el Alquimista.”

Paulo Coelho (1947) escritor brasileño
Glenn Doman Foto
Haruki Murakami Foto
Sherrilyn Kenyon Foto
Janine Teisson Foto

“Amar a alguien es fácil. ¿Pero cuando uno no puede ser amado?”

Janine Teisson (1948) escritora francesa

Cinema Lux

Gabriel García Márquez Foto

“La peor forma de extrañar a alguien es estar sentado a su lado y saber que nunca lo podrás tener.”

Gabriel García Márquez (1927–2014) modelo de bigotes

Variante: La peor forma de extrañar a alguien es estar sentado a su lado y sabe que nunca lo podrás tener.

Jonathan Safran Foer Foto
Cassandra Clare Foto

“Es difícil creer cuánta luz puedes encontrar en la oscuridad, cuando tienes a alguien que te ama.”

Cassandra Clare (1973) escritora estadounidense

Tales from the Shadowhunter Academy

Ray Loriga Foto
Italo Calvino Foto

“Ya en el escaparate de la librería localizaste la portada con el título que buscabas. Siguiendo esa huella visual te abriste paso en la tienda a través de la tupida barrera de los Libros Que No Has Leído que te miraban ceñudos desde mostradores y estanterías tratando de intimidarte. Pero tú sabes que no debes dejarte acoquinar, que entre ellos se despliegan hectáreas y hectáreas de los Libros Que Puedes Prescindir De Leer, de los Libros Hechos Para Otros Usos Que La Lectura, de los Libros Ya Leídos Sin Necesidad Siquiera De Abrirlos Pues Pertenecen A La Categoría De Lo Ya Leído Antes Aun De Haber Sido Escrito. Y así superas el primer cinturón de baluartes y te cae encima la infantería de los Libros Que Si Tuvieras Más Vidas Que Vivir Ciertamente Los Leerías También De Buen Grado Pero Por Desgracia Los Días Que Tienes Que Vivir Son Los Que Son. Con rápido movimiento saltas sobre ellos y caes entre las falanges de los Libros Que Tienes Intención De Leer Aunque Antes Deberías Leer Otros, de los Libros Demasiado Caros Que Podrías Esperar A Comprarlos Cuando Los Revendan A Mitad De Precio, de los Libros Idem De Idem Cuando Los Reediten En Bolsillo, de los Libros Que Podrías Pedirle A Alguien Que Te Preste, de los Libros Que Todos Han Leído, Conque Es Casi Como Si Los Hubieras Leído También Tú. Eludiendo estos asaltos, llegas bajo las torres del fortín, donde ofrecen resistencia.
los Libros Que Hace Mucho Tiempo Tienes Programado Leer,
los Libros Que Buscabas Desde Hace Años Sin Encontrarlos,
los Libros Que Se Refieren A Algo Que Te Interesa En Este Momento,
los libros Que Quieres Tener Al Alcance De La Mano Por Si Acaso,
los Libros Que Podrías Apartar Para Leerlos A Lo Mejor Este Verano,
los Libros Que Te Faltan Para Colocarlos Junto A Otros Libros En Tu Estantería,
los Libros Que Te Inspiran Una Curiosidad Repentina, Frenética Y No Claramente Justificable.
Hete aquí que te ha sido posible reducir el número ilimitado de fuerzas en presencia a un conjunto muy grande, sí, pero en cualquier caso calculable con un número finito, aunque este relativo alivio se vea acechado por las emboscadas de los Libros Leídos Hace Tanto Tiempo Que Sería Hora De Releerlos y de los Libros Que Has Fingido Siempre Haber Leído Mientras Que Ya Sería Hora De Que Te Decidieses A Leerlos De Veras.”

Italo Calvino (1923–1985) Escritor y periodista italiano

If on a Winter's Night a Traveler

Irvine Welsh Foto

“¿Estás jodido?", pregunto.
"No lo sé. Si te soy sincro, será el sexo lo que más echaré de menos. Eso y el tener a alguien, ¿sabes?"
Tommy necesita a la gente mucho más que la mayoría.”

Trainspotting
Variante: ¿Estás jodido?", pregunto.
"No lo sé. Si te soy sincero, será el sexo lo que más echaré de menos. Eso y el tener a alguien, ¿sabes?"
Tommy necesita a la gente mucho más que la mayoría.

Lorenzo Silva Foto
Julia Quinn Foto
Sylvia Plath Foto
Marc Levy Foto
T. Harv Eker Foto
Mark Twain Foto
Xavier Velasco Foto
Bernhard Schlink Foto
Sylvia Day Foto

“porque cuando amas a alguien, eso es lo que haces: entender.”

Sylvia Day (1973) escritora estadounidense

The Stranger I Married

Patrick Rothfuss Foto
Brandon Sanderson Foto
Orson Scott Card Foto
Luis Pescetti Foto

“Me quedaba quieto igual que una vez, cuando tenía cinco años, que estábamos de visita en casa de un tío. La conversación de grandes me había dado sueño y me recosté en el sillón. Mi tío me apoyó sobre sus piernas y siguió conversando mientras me acariciaba la cabeza. Me despabiló por completo esa mano grande pasando suave por mis cabellos, pero seguí haciéndome el dormido porque, de alguna manera, supe que esos mimos eran porque creían que no me daba cuenta, curioso. Oí cuando mi madre dijo: Éste se está haciendo el dormido. Y a mi tío responderle que no, que estaba dormido en serio, sentí como su mano tocaba mis párpados y debo haberme acordado de algún perro que vi durmiendo, porque hasta los ojos para atrás puse con tal de que siguierna acariciándome la cabeza. Quien sabe cómo hace uno, a los seis años, para ya saber que hay cosas que se terminan si uno se despierta. No me pregunté entonces porqué se terminaba tanta ternura si se daban cuenta de que estaba despierto. ¿Sería posible que alguien te acariciara aunque estuvieras despierto? Eso lo aprendí de grande, como también, a oir el amor callado de los que sólo te acarician si te ven dormido, por pudor, por vergüenza, por campesina falta de costumbre de decir cuánto se quiere y también porque les gana el sentimiento.”

Luis Pescetti (1958) músico y escritor argentino

El Ciudadano de MIS Zapatos (Narrativas Argentinas)

Cassandra Clare Foto
Gabriel García Márquez Foto
Katherine Paterson Foto
Milan Kundera Foto
Robin Hobb Foto
Javier Marías Foto
Esta traducción está esperando su revisión. ¿Es correcto?
Ingmar Bergman Foto
Esta traducción está esperando su revisión. ¿Es correcto?
Mary Higgins Clark Foto
Esta traducción está esperando su revisión. ¿Es correcto?
Ernest Hemingway Foto
John Lennon Foto

“Si amas a alguien, nunca estás con esa persona el tiempo suficiente. Nunca quieres estar separado.”

John Lennon (1940–1980) músico multiinstrumentista y compositor (1940-1980)

Fuente: Entrevista con Howard Smith, Bed In 1969.[referencia insuficiente]

Humberto Maturana Foto

“Todo lo dicho siempre es dicho por alguien.”

Humberto Maturana (1928) biólogo y epistemólogo chileno

El sentido de lo humano (1991).

Marcelino Camacho Foto

“Para mí Josefina es alguien que habría merecido ya que le prestaran atención, que ha estado ahí desde que nos casamos y desde antes de que nos casáramos, como ha contado. Ni nos domaron, ni nos doblaron, ni nos deben domesticar. Naturalmente hay que estar siempre en esa línea por la paz, por la desigualdad y por la libertad.”

Marcelino Camacho (1918–2010) sindicalista y político español (1918-2010)

Hablando de su esposa Josefina Samper.
Fuente: Ramos Espejo, Antonio. Andaluzas protagonistas a su pesar: de la mirada de Virginia Woolf al cante de liberación de la Piriñaca. Historia (Centro de Estudios Andaluces (Sevilla, España). Editorial Centro de Estudios Andaluces, 2010. ISBN 9788493785512. p. 165.

Pierre Joseph Proudhon Foto
Thomas John Watson Foto

“Hace poco se me preguntó que si iba a despedir a un empleado responsable de un error que le costó a la empresa 600.000 dólares. No dije. Acabo de gastar exactamente 600.000 dólares formándole. ¿Por qué habría de querer yo que alguien contrate su experiencia?”

Thomas John Watson (1874–1956) presidente de IBM

Fuente: Bock, Laszlo. La nueva fórmula del trabajo: Revelaciones de Google que cambiarán su forma de vivir y liderar. Editorial Penguin Random House Grupo Editorial España, 2015. ISBN 9788416029556.

Sigrid Undset Foto

“En realidad he hecho muchas cosas que en otro tiempo creí que no me atrevería a hacer por temor al pecado. Pero no me daba cuenta de que el pecado viene después, cuando alguien debe pisotear a otra persona.”

Sigrid Undset (1882–1949) escritora noruega

Fuente: Undset, Sigrid . Cristina, hija de Lavrans. Traducido por Rosa S. de Naveira Colaborador Catalina Roa. Editorial Encuentro, 2010. ISBN 978-84-9920-524-3.

Esta traducción está esperando su revisión. ¿Es correcto?
John Updike Foto
Esta traducción está esperando su revisión. ¿Es correcto?
Miles Davis Foto