Frases sobre ansiedad
Una colección de frases y citas sobre el tema del ansiedad.
Temas relacionadosUn total de 59 citas, filtro:

„Cuando invitamos a Dios a nuestro mundo, él entra. Nos ofrece una multitud de regalos: gozo, paciencia, fortaleza. Las ansiedades llegan, pero no se quedan. Los temores se asoman, pero luego se van. Los pesares aterrizan en el parabrisas, pero luego viene el limpiaparabrisas de la oración. El diablo todavía me presenta rocas de culpa, pero me volteo y se las entrego a Cristo. Estoy“
— Max Lucado 1955
Antes del amén: El poder de una oración sencilla

„Fue bueno de que Friedrich Nietzsche declarara que Dios ha muerto – Yo declaro que Él nunca nació. Se trata de una ficción creada, una invención, no un descubrimiento. ¿Comprendes la diferencia entre una invención y un descubrimiento? Un descubrimiento es acerca de la verdad, una invención es creada por ti. Es una ficción creada por el hombre. Ciertamente ha dado consuelo, ¡pero un consuelo no es lo correcto! El consuelo es opio. Te mantiene inconsciente de la realidad, y la vida fluye a través de ti tan rápidamente - ¡setenta años se irán pronto! - Cualquiera que te dé un sistema de creencias es tu enemigo, porque el sistema de creencias se convierte en una barrera para tus ojos, no puedes ver la verdad. El mismo deseo de encontrar la verdad desaparece. Pero si todos tus sistemas de creencias son sacados de ti, ciertamente al principio es amargo. Sé que el miedo, la ansiedad, saldrán a la superficie inmediatamente... las has estado suprimiendo durante milenios, pero están ahí - ¡muy vivos! Ningún Dios puede destruirlo, solo la búsqueda por la verdad y la experiencia de la verdad - no una creencia - es capaz de curar todas tus heridas, de hacerte un ser completo. Y la persona completa es la persona santa, para mí.“
— Osho 1931 - 1990

„Control de la mente. Vaya estupidez.
Lo cierto era que todo el mundo tenía la mente controlada, y todo el mundo se congratulaba por ello. Los controladores de mente más poderosos del mundo eran los padres, y eran ellos los que causaban más daños. Los teóricos solían olvidar que nadie nacía convencional, neurótico o con prejuicios; estas cualidades requerían ayuda ajena. Naturalmente, los padres no tenían intención de causar daño a sus hijos; se limitaban a inculcarles actitudes que consideraban importantes y útiles para ellos.
Los niños recién nacidos eran pequeños computadores en espera de ser programados. Podían aprender todo cuanto les fuera enseñado, desde mala ortografía a actitudes equivocadas. Como los computadores, no sabían discriminar; carecían de elementos para diferenciar las ideas buenas de las malas. La analogía era absolutamente exacta: mucha gente había comentado el infantilismo y la fidelidad literal de los computadores. Por ejemplo, si se ordenaba a un computador <>, el computadores respondería inmediatamente que no podía ponerse los calcetines por encima de los zapatos.
Toda la programación importante había terminado a la edad de siete años. Las actitudes raciales, sexuales, éticas, religiosas, nacionales. El giróscopo estaba en marcha, y los niños ya podían empezar su progreso por los cauces señalados de antemano.
Control de la mente.
¿Cómo llamar a algo tan sencillo como los convencionalismos sociales? ¿Estrecharse mutuamente las manos al saludarse? ¿No dar nunca la espalda en un ascensor? ¿Servir la comida por la izquierda? ¿Colocar la copa de vino a la derecha? Cientos de pequeños convencionalismos que la gente necesitaba para estereotipar las relaciones sociales; la supresión de una sola de ellas acarrearía una ansiedad insoportable.
Las personas necesitaban el control de la mente. Les gustaba sujetarse a él. Sin él se sentían irremediablemente perdidas.
Pero si un pequeño grupo de gente intentaba resolver el mayor problema del mundo en la actualidad –la violencia incontrolada-, de todas partes llegaban las exclamaciones: control de la mente, ¡control de la mente!
¿Qué era mejor, control o caos?“
— Michael Crichton escritor estadounidense 1942 - 2008
The Terminal Man
„Señor, te doy gracias por tu misericordia, y porque tus bondades son nuevas todas las mañanas cuando despierto. Gracias por tu fidelidad al amarme en forma incondicional. Ayúdame a recordar que debido a tu misericordia y amor, tengo todo lo que necesito y puedo rehusarme a sentir ansiedad acerca del presente o del futuro. Lo que necesito hacer es orar sobre eso.“
— Stormie Omartian escritora estadounidense 1942
Esperanza y sanidad: 365 oraciones para cada día
„La ansiedad, pensó, era como una bandada de pájaros posados en un cable telefónico. Cuando se acercaba gente echaban a volar y cuando la gente se alejaba volvían dando saltitos“
— Laurie Colwin escritora estadounidense 1944 - 1992
Family Happiness
„Palabras, palabras, palabras. Plegarias nocturnas. Las que no se dijeron y ahora piensan y que en sus mentes son desgarrados alaridos, gritos de ansiedad y amor. Dos letanías silenciosas, y yo en medio de esa extraña tormenta, cerca de un planeta creado por ellos que jamás habitaron. Dos seres frágiles que añoran estar juntos y ser olvidados, y la vida, como un muro, interponiéndose.“
— Santiago Gamboa escritor colombiano 1965
Night Prayers

„Recientemente la fotografía se ha transformado en una diversión casi tan cultivada como el sexo y el baile, lo cual significa que la fotografía, como toda forma artística de masas, no es cultivada como tal por la mayoría. Es sobre todo un rito social, una protección contra la ansiedad y un instrumento de poder.“
— Susan Sontag 1933 - 2004
On Photography

„En los asuntos humanos donde hay peligro y hay que andar con cuidado, un feliz final puede verse seriamente comprometido por la prisa. Muy a menudo los hombres tropiezan y caen a causa de excesiva precipitación. Para realizar como es debido cualquier acción difícil y sutil, es preciso considerar ante todo la finalidad a la cual se tiende, y luego, cuando esa finalidad ya aparece como deseable, entonces es preciso olvidarla por completo y concentrarse única y exclusivamente en los medios que conducen a ella. Gracias a este método, ni la prisa, ni el temor, o la ansiedad, pueden originar acciones erróneas. Muy pocas personas son capaces de comprender esto.“
— John Steinbeck escritor estadounidense 1902 - 1968
East of Eden

„Usted dice, Larsen, que uno no es siempre lo que hace. Puede ser. Pienso en lo de antes, en el sentido de la vida. El error está en que pensamos lo mismo de la vida; que no es lo que hace. Pero es mentira; no es más que eso, lo que todos vemos y sabemos. -Pero no pudo animarse y sólo pensó "Y esto tiene un sentido claro, un sentido que ella, la vida, nunca trató de ocultar y contra el cual estúpidamente luchan los hombres desde el principio con palabras y ansiedades. Y la prueba de la impotencia de los hombres para aceptar su sentido está en que la más increíble de todas las posibilidades, la de nuestra propia muerte, es para ella cosa tan de rutina; un suceso, en todo momento, ya cumplido.“
— Juan Carlos Onetti Escritor uruguayo 1909 - 1994
El astillero

„En el café advierto cenizas bajo la piel de su rostro. Desintegración. Siento una terrible ansiedad. Siento ganas de abrazarla. Noto cómo retrocede hacia la muerte y yo estoy dispuesta a acoger la muerte para seguirla, para abrazarla. Se muere ante mis ojos. Su belleza provocadora y sombría se apaga. Su extraña, masculina fuerza.“
— Anaïs Nin 1903 - 1977
Henry and June

„Catherine pudo dedicarse a seguir con ansiedad siempre creciente las vicisitudes heroicas de Udolfo, interesándose de modo en su lectura que no lograban distraer su atención asuntos tan mundanos y materiales como el vestirse para comer y asistir al baile luego, ni la preocupación de Allen, agobiada por el temor de que una modista negligente la dejase sin traje.“
— Jane Austen novelista británica 1775 - 1817
Northanger Abbey

„Cae la noche a toda prisa y el cristal helado produce en tus manos un tintineo leve pero muy agradable. La gran ciudad parece arder en toda su amplitud, en su apabullante telón de torres recubiertas de destellos, zurcidos ahora junto al polen diamantino de un millón de luce…y el sol se ha puesto ya detrás de ellas y la vieja luz rojiza del crepúsculo queda pinta sin calor, sin violencia, sobre el río. Y allí están los botes, los remolques, las barcazas que pasan y la perspectiva alada de los puentes con su gracia exultante. De pronto, ha caído la noche y hay barcos allí, hay barcos, y una ansiedad animal e intolerable dentro de ti que no consigues calmar.“
— Thomas Wolfe 1900 - 1938
Una puerta que nunca encontré

„Así pues, un sujeto experimenta estrés cuando la presencia de acontecimientos que exigen de él un esfuerzo que sobrepasa sus recursos mentales o físicos le provoca un sentimiento desagradable, inquieto, debilitador, con signos de activación fisiológica mantenida e incapacidad de controlar la situación. Estrés es, pues, un término más amplio que ansiedad, miedo o angustia. Una respuesta fisiológica y psicológica a sobrecargas variadas. La presencia del peligro es sólo una de las causas del estrés. La prisa, sin ir más lejos, suele producirlo con mucha frecuencia.“
— José Antonio Marina 1939
Anatomía del miedo. Un tratado sobre la valentía

„Y así, de feuille en aiguille, pienso en esos estados excepcionales en que por un instante se adivinan las hojas y las lámparas invisibles, se las siente en un aire que está fuera del espacio. Es muy simple, toda exaltación o depresión me empuja a un estado propicio a
lo llamaré paravisiones
es decir (lo malo es eso, decirlo)
una aptitud instantánea para salirme, para de pronto desde fuera aprehenderme, o de dentro pero en otro plano,
como si fuera alguien que me está mirando
(mejor todavía —porque en realidad, no me veo— : como alguien que me está viviendo).
No dura nada, dos pasos a la calle, el tiempo de respirar profundamente (a veces al despertarse dura un poco más, pero entonces es fabuloso)
y en ese instante sé lo que soy porque estoy exactamente sabiendo lo que no soy (eso que ignoraré luego astutamente). Pero no hay palabras para una materia palabra y visión pura, como un bloque de evidencia. Imposible objetivar, precisar ese defectividad que aprehendí en el instante y que era clara ausencia o claro error o clara insuficencia pero
sin saber de qué, qué.
Otra manera de tratar de decirlo: Cuando es eso, ya no estoy mirando hacia el mundo, de mí a lo otro, sino que por un segundo soy el mundo, el plano de fuera, lo demás mirándome. Me veo como pueden verme los otros. Es inapreciable: por eso dura apenas. Mido mi defectividad, advierto todo lo que por ausencia o defecto no nos vemos nunca. Veo lo que no soy. Por ejemplo (esto lo armo de vuelta, pero sale de ahí): hay enormes zonas a las que no he llegado nunca, y lo que no se ha conocido es lo que se es. Ansiedad por echar a correr, entrar en una casa, en esa tienda, saltar a un tren, devorar todo Jouhandeau, saber alemán, conocer Aurangabad... Ejemplos localizados y lamentables pero que pueden dar una idea. (¿una idea?)
Otra manera de querer decirlo: Lo defectivo se siente más como una pobreza intuitiva que como una mera falta de experiencia.“
— Julio Cortázar escritor argentino 1914 - 1984
Hopscotch