Frases sobre lugar
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“Canto porque me harto de lugares concurridos, de esquemas aburridos para conseguir seguridad.”

Enrique Bunbury (1967) músico español

Canto(el mismo dolor) - El viaje a ninguna parte
En solitario, El Viaje a Ninguna Parte

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“Hemos ofrecido lugares para que los representantes del campo participen de la lista, que después la gente del campo no diga que no le ofrecimos; en la Argentina muchos hablan y después no se juegan.”

Elisa Carrió (1956) política argentina

Conferencia de prensa, 15 de abril del 2009
Fuente: Elisa Carrió rompió el silencio (2009). "Conferencia de Prensa" http://criticadigital.com.ar/index.php?secc=nota&nid=21864&pagina=5/, 15 de abril del 2009.

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“Uno podría preguntarse qué interés puede tener estudiar "una tendencia clara en el desarrollo histórico de la humanidad" que no da lugar a una específica y pormenorizada teoría social. En efecto, muchos comentaristas desdeñan el anarquismo por utópico, informe, primitivo o, en todo caso, incompatible con las realidades de una sociedad compleja. Sin embargo, podría argumentarse de manera muy diferente: aduciendo que en cada estadio de la historia hemos de preocuparnos por erradicar aquellas formas de autoridad y opresión que han sobrevivido a su época y que, si bien entonces pudieron haber tenido una justificación por motivos de seguridad, supervivencia o desarrollo económico, ahora acrecientan más que alivian la penuria material y cultural.

De ser así, no existirá ninguna doctrina del cambio social fija, válida para el presente y el futuro; ni siquiera, como no podría ser de otro modo, una idea concreta e inalterable de las metas hacia las que los cambios sociales deberían tender. Sin duda, nuestra comprensión de la naturaleza del hombre o de la gama de formas viables de sociedad es tan rudimentaria que cualquier doctrina con pretensiones de dar razón de todo ha de observarse con gran escepticismo, el mismo que debemos aplicar cuando oímos que "la naturaleza humana" o "imperativos de eficacia" o "la complejidad de la vida moderna" exigen esta o aquella forma de opresión y un mando autocrático.”

Noam Chomsky (1928) lingüista, filósofo y activista estadounidense
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“Cuando la vida política y el pensamiento independiente se recuperaron en la década de 1960, el problema volvió a plantearse y la reacción fue la misma. La Comisión Trilateral, que reunía a las élites liberales de Europa, Japón y EE. UU., advirtió sobre una inminente "crisis de democracia" debido a que el "exceso de democracia" constituía una amenaza para el imperio sin trabas de las élites privilegiadas (eso que se denomina "democracia" en la teología política). El problema era el habitual: la chusma intentaba organizar sus propios asuntos, controlar sus comunidades e introducirse en la palestra política para hacer valer sus demandas. La gente, animada por las luchas entabladas en otros lugares por las masas ignorantes para conseguir libertad e independencia, organizaba campañas con jóvenes, minorías étnicas, mujeres, activistas sociales y otras personas. La Comisión concluía que se requería mayor "moderación en la democracia", un regreso a los buenos tiempos del pasado, cuando "Truman había podido gobernar el país con la cooperación de un número relativamente reducido de abogados y banqueros de Wall Street", según comentaba el ponente norteamericano con algo más de un toque de nostalgia.”

Noam Chomsky (1928) lingüista, filósofo y activista estadounidense

Democracia
Fuente: [Chomsky], Noam (traducido por José Luis [Gil Aristu]). Sobre el anarquismo. Editorial Laetoli, 2012. ISBN 9788492422531, p. 110.
Fuente: Sobre el anarquismo.

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“En mi gabinete no hay lugar para extremistas.”

Mahmud Ahmadineyad (1956) político iraní

En su primera entrevista tras las IXª elecciones presidenciales (junio de 2005).
Año 2005

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“En lugar de hacer referencia el asunto principal (la agresión israelí en Palestina), Occidente prefiere hacer referencia al cuento de la masacre judía.”

Mahmud Ahmadineyad (1956) político iraní

Según numerosas traducciones y extractos del discurso aparecidos en la prensa occidental, Ahmadineyad señaló que el Holocausto es una invención creada por Europa para establecer un estado hebreo en el centro del mundo musulmán.
Año 2005
Fuente: Discurso del 14 de diciembre de 2005 en Zahedán.

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“El tiempo es la ilusión que no vuelve más, el tiempo esa ilusión en cualquier lugar.”

Fito Páez (1963) Cantautor argentino

Si disney despertase

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“Vengo de un lugar en el que andar con pies de plomo esta de más”

ZPU (1981) MC español

Camino Solo, Hombre De Oro, 2006

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“Una vez visto mi modo de explicar el miedo que te tengo, podrías responder:

«Tú afirmas que yo simplifico las cosas cuando te doy toda la culpa de la relación que tengo contigo, pero creo que tú, pese a tus aparentes esfuerzos, simplificas cuando menos tanto como yo y además lo haces de manera mucho más ventajosa para ti.
En primer lugar, tú también rechazas cualquier culpa o responsabilidad de tu parte, en eso procedemos, pues, de la misma manera. Pero mientras que yo con toda sinceridad, tal y como lo pienso, te inculpo únicamente a ti, tú quieres ser al mismo tiempo “superlisto” y “superdelicado” absolviéndome también a mí de toda culpa. Esto último, obviamente, sólo lo consigues en apariencia (y eso es lo que quieres), y a pesar de toda tu “fraseología” sobre esencia y naturaleza y contraste y desvalimiento, lo que resulta entre líneas es que yo he sido en realidad el agresor, mientras que tú, todo lo que has hecho, lo hiciste en defensa propia. Con esa falta de sinceridad, ya habrías conseguido bastante, pues has demostrado tres cosas, primero que eres inocente, segundo que yo soy culpable, y tercero que tú, por pura magnanimidad, estás dispuesto no sólo a perdonarme sino incluso -lo que es más pero
también menos a probar y hasta a creer -en contra por supuesto de la verdad- que también
yo soy inocente. Con eso ya te podría bastar, pero todavía no te basta. Se te ha metido en la cabeza que vives enteramente a mi costa. Admito que luchamos el uno contra el otro,
pero hay dos clases de lucha. La lucha entre caballeros, en la que miden las fuerzas
adversarios independientes: cada uno está solo, pierde solo, vence solo. Y la lucha del
parásito, que no sólo pica sino que chupa instantáneamente la sangre que necesita para
vivir. Eso es en el fondo el soldado profesional y eso eres tú también. Eres incapaz de
vivir; pero con el fin de instalarte en la vida cómodamente, libre de preocupaciones y sin
reprocharte nada, demuestras que yo te he quitado toda la capacidad de vivir y que me la
he metido en el bolsillo. Qué te importa entonces no ser capaz de vivir, yo soy el culpable de ello, tú en cambio te tumbas tranquilamente y dejas que yo te arrastre, física y espiritualmente, por la vida. (…)».

A ello respondo que la totalidad de esa objeción, que en parte puede volverse contra ti
mismo, no viene de ti sino de mí, precisamente. Esa desconfianza que tú tienes hacia todo
no es, sin embargo, tan grande como la que yo tengo frente a mí mismo y en la que tú me
has educado.”

Letter to His Father

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“Ella estaba sentada en la cumbre de una colina, contemplando Roma. El sol de la tarde volvía oro las estructuras de la ciudad.
—Jamás pensé que llegaríamos a este lugar —dijo ella.
—Y yo tuve fe en que lo haríamos.
Él tomó la mano de ella y le plantó un beso.
—¿Todo ha terminado?
—Por ahora —respondió él.”

The Eternal Ones
Variante: Ella estaba sentada en la cumbre de una colina, contemplando Roma. El sol de la tarde volvía oro las estructuras de la ciudad.
-Jamás pensé que llegaríamos a este lugar-dijo ella.
-Y yo tuve fe en que lo haríamos.
Él tomó la mano de ella y le plantó un beso.
-¿Todo ha terminado?
-Por ahora-respondió él.

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“Es curioso porque en la infancia crees que puedes ser cualquier cosa que quieras, ir a donde te venga la gana. No hay límites. Esperas lo inesperado, crees en la magia. Luego te haces mayor y la inocencia se hace añicos. Las realidades de la vida se interponen en tu camino y caes en la cuenta de que no puedes ser todo lo que querías ser, que quizá tengas que conformarte con un poquito menos.
¿Por qué dejamos de creer en nosotros mismos?¿Por qué permitimos que los hechos y cifras acaben gobernando nuestra vida en lugar de los sueños?”

Cecelia Ahern (1981) novelista irlandesa

Love, Rosie
Variante: Es curioso porque en la infancia crees que puedes ser cualquier cosa que quieras, ir a donde te venga en gana. No hay límites. Esperas lo inesperado, crees en la magia.
Luego te haces mayor y la inocencia se hace añicos. Las realidades de la vida se interponen en tu camino y caes en la cuenta de que no puedes ser todo lo que querías ser, que quizá tengas que conformarte con un poquito menos.
¿Por qué dejamos de creer en nosotros mismos? ¿Por qué permitimos que los hechos y las cifras acaben gobernando nuestras vidas en lugar de los sueños?
Pero ahora mi mente ha vuelto a cambiar. No hay nada imposible, Alex. Siempre lo he tenido a mi alcance. El problema es que no estiraba bastante el brazo, eso es todo.

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“Resulta indispensable cierta cantidad de gasto público para cumplir las funciones esenciales del gobierno. Un buen número de obras públicas -calles, carreteras, puentes y túneles, arsenales y astilleros, edificios para los cuerpos legislativos, la policía y los bomberos- son necesarias para atender los servicios públicos indispensables. La realización de estas obras públicas, útiles por sí mismas y por tanto necesarias, no conciernen a nuestro estudio. Me voy a referir aquí a las obras públicas consideradas como medio de «combatir el paro», o de proporcionar a la comunidad una riqueza que de otro modo no podríamos disfrutar.
Se ha construido un puente. Si se ha hecho así para atender una insistente demanda pública; si con tal construcción se resuelve un problema de tráfico o de transporte que de otro modo hubiera sido insoluble; si, en una palabra, incluso es más necesario que las cosas en las que los contribuyentes hubiesen gastado su dinero, de no haber sido gravados con dichos impuestos, nada cabe objetar. Pero un puente que se construye básicamente «para proporcionar trabajo» es de una clase muy distinta. Cuando el
proporcionar empleo se convierte en finalidad, la necesidad pasa a ser una cuestión secundaria. En semejante situación se inventan los «proyectos». En lugar de pensar sólo dónde deben construirse los puentes, los burócratas empiezan por preguntarse dónde pueden ser construidos. Se buscan unas razones que resulten aceptables para que un nuevo puente una la zona este con la zona oeste. Y de este modo, el puente se convierte inmediatamente en una necesidad absoluta; y aquellos que expongan alguna duda sobre la necesidad de semejante construcción son destituidos por obstruccionistas y reaccionarios.
Dos son los argumentos que se formulan a favor de la construcción del puente: el primero se argumenta principalmente antes de su construcción; el segundo, cuando ya está terminado. En el primero se afirma que tal obra proporcionará trabajo. Facilitará, digámoslo así, quinientos empleos durante un año. Unos empleos que, de otro modo, jamás hubiesen existido.
Esto es lo que se puede ver a primera vista. Pero si disponemos de cierta práctica en considerar las consecuencias remotas sobre las inmediatas y tenemos en cuenta a quienes se ven indirectamente afectados por el proyecto gubernamental, en lugar de concentrarnos simplemente en quienes se benefician de él de una manera directa, el cuadro ofrece perspectivas bien distintas. Es cierto que un grupo determinado de obreros encontrará una colocación de la que, de otro modo, hubieran carecido. Pero la obra ha sido realizada con el dinero conseguido mediante los impuestos. Cada dólar gastado en el puente tendrá que ser pagado por los contribuyentes. Si el puente cuesta diez millones de dólares, los contribuyentes tendrán que pagar esos diez millones. Por tal motivo se encontrarán con que no pueden emplear ese dinero en las cosas que más necesitaban.”

Henry Hazlitt (1894–1993) periodista estadounidense

Economía en una lección

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“Mi abuela tenía una teoría muy interesante, decía que si bien todos nacemos con una caja de cerillos en nuestro interior, no los podemos encender solos, necesitamos oxígeno y la ayuda de una vela. Sólo que en este caso el oxígeno tiene que provenir, por ejemplo, del aliento de la persona amada; la vela puede ser cualquier tipo de alimento, música, caricia, palabra o sonido que haga disparar el detonador y así encender uno de los cerillos. Por un momento nos sentiremos deslumbrados por una intensa emoción. Se producirá en nuestro interior un agradable calor que irá desapareciendo poco a poco conforme pase el tiempo, hasta que venga una nueva explosión a reavivarlo. Cada persona tiene que descubrir cuáles son sus detonadores para poder vivir, pues la combustión que se produce al encenderse uno de ellos es lo que nutre de energía al alma. En otras palabras, esta combustión es su alimento. Si uno no descubre a tiempo cuáles son sus propios detonadores, la caja de cerillos se humedece y ya nunca podremos encender un solo fósforo.
Si eso llega a pasar el alma huye de nuestro cuerpo, camina errante por las tinieblas más profundas tratando vanamente de encontrar alimento por sí misma, ignorante de que sólo el cuerpo que ha dejado inerme, lleno de frío, es el único que podría dárselo.
Por eso hay que permanecer alejados de personas que tengan un aliento gélido. Su sola presencia podría apagar el fuego más intenso, con los resultados que ya conocemos. Mientras más distancia tomemos de estas personas, será más fácil protegernos de su soplo. Hay muchas maneras de poner a secar una caja de cerillos húmeda, pero puede estar segura de que tiene remedio.
Claro que también hay que poner mucho cuidado en ir encendiendo los cerillos uno por uno. Porque si por una emoción muy fuerte se llegan a encender todos de un solo golpe producen un resplandor tan fuerte que ilumina más allá de lo que podemos ver normalmente y entonces ante nuestros ojos aparece un túnel esplendoroso que nos muestra el camino que olvidamos al momento de nacer y que nos llama a reencontrar nuestro perdido origen divino. El alma desea reintegrarse al lugar de donde proviene, dejando al cuerpo inerte…”

Like Water for Chocolate

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“En el aire transparente parecía que la imaginación se llenara de vida, escapara de las riendas de la razón, y mirar no era poder dejar de verse cayendo al vacío, mientras el cielo y las montañas cambiaban de lugar en un girar lento, mientras el rito le salía a uno de la boca como un globo ocioso, mientras el pelo y las faldas flotaban al viento.”

The Shining
Variante: En el aire transparente parecía que la imaginación se llenara de vida, escapara de las riendas de la razón, y mirar no era poder dejar de verse cayendo al vacío, mientras el cielo y las montañas cambiaban de lugar en un girar lento, mientras el grito le salía a uno de la boca como un globo ocioso, mientras el pelo y las faldas flotaban al viento.

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“Pongamos un ejemplo: Un hombre se ha perdido en el desierto y sufre una sed horrible; siéntese desfallecer y se deja caer en el suelo; ruega a Dios que le asista, y espera; pero ningún ángel viene a traerle agua. Sin embargo, un buen espíritu le ha "sugerido" el pensamiento de levantarse, seguir uno de los senderos que se presentan ante él, y entonces por un movimiento maquinal, se reviste de ánimo, se levanta y marcha a la ventura. Llega a una colina, descubre lejos un arroyuelo, y a esta vista, recobra ánimo. Si tiene fe, exclamará: "Gracias, Dios mío, por el pensamiento que me habéis inspirado y por la fuerza que me habéis dado". Si no tiene fe, dirá: "¡Qué buen pensamiento he tenido! ¡Qué suerte haber tomado el camino de la derecha más bien que el de la izquierda! la casualidad, verdaderamente, nos sirve bien algunas veces. ¡Cuánto me felicito por mi valor en no dejarme abatir!" Pero dirán algunos: "¿por qué el buen espíritu no le dijo bien claro, sigue esta senda, y al extremo encontrarás lo que te hace falta? ¿Por qué no se le ha manifestado, para guiarle y sostenerle en su abatimiento? De este modo le hubiera convencido de la intervención de la Providencia". En primer lugar sucede así para enseñarle que debe ayudarse a sí mismo y hacer uso de sus propias fuerzas, y luego, por tal incertidumbre, Dios pone a prueba la confianza que en El se tiene, así como la sumisión a su voluntad.”

Allan Kardec (1804–1869)

El Evangelio segun los Espiritus

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“La nostalgia no es un sentimiento estético, ni siquiera está ligada al recuerdo de la felicidad, se siente nostalgia de un lugar simplemente porque uno ha vivido ahí, poco importa si bien o mal; el pasado siempre es bonito, y también el futuro, solo duele el presente y cargamos con él como un absceso de sufrimiento que nos acompaña entre dos infinitos de apacible felicidad”

Sumisión
Variante: la nostalgia no es un sentimiento estético, ni siquiera está ligada al recuerdo de la felicidad, se siente nostalgia de un lugar simplemente porque uno ha vivido allí, poco importa si bien o mal, el pasado siempre es bonito, y también el futuro, sólo duele el presente y cargamos con él como un absceso de sufrimiento que nos acompaña entre dos infinitos de apacible felicidad.

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“Siendo conscientes podemos vivir basándonos en quienes somos hoy en lugar de hacerlo según quienes éramos ayer. De”

T. Harv Eker (1954) escritor estadounidense

SECRETOS DE LA MENTE MILLONARIA

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“Hoy esos hombres y mujeres van a Tailandia, a Filipinas, a Botswana, a Bolivia y a cualquier parte donde esperan encontrar gentes que necesitan con desesperación un trabajo. Van a esos países con la intención deliberada de explotar a los desdichados, a seres que tienen hijos desnutridos o famélicos, que viven en barrios de chabolas y que han perdido toda esperanza de una vida mejor; que incluso han dejado de soñar en un futuro. Esos hombres y mujeres salen de sus fastuosos despachos de Manhattan, de San Francisco o de Chicago, se desplazan entre los continentes y los océanos en lujosos jets, se alojan en hoteles de primera categoría y se agasajan en los mejores restaurantes que esos países puedan ofrecer. Luego salen a buscar gente desesperada.
Son los negreros de nuestra época. Pero ya no tienen necesidad de aventurarse en las selvas de África en busca de ejemplares robustos para venderlos al mejor postor en las subastas de Charleston, Cartagena o La Habana. Simplemente reclutan a esos desesperados y construyen una fábrica que confeccione las cazadoras, los pantalones vaqueros, las zapatillas deportivas, las piezas de automoción, los componentes para ordenadores y los demás miles de artículos que aquéllos saben colocar en los mercados de su elección. O tal vez prefieren no ser los dueños de esas fábricas, sino que se limitan a contratar con los negociantes locales, que harán el trabajo sucio por ellos.
Esos hombres y mujeres se consideran gente honrada. Regresan a sus países con fotografías de lugares pintorescos y de antiguas ruinas, para enseñárselas a sus hijos. Asisten a seminarios en donde se dan mutuas palmadas en las espaldas e intercambian consejos sobre cómo burlar las arbitrariedades aduaneras de aquellos exóticos países. Sus jefes contratan abogados que les aseguran la perfecta legalidad de lo que ellos y ellas están haciendo. Y tienen a su disposición un cuadro de psicoterapeutas y otros expertos en recursos humanos, para que les ayuden a persuadirse de que, en realidad, están ayudando a esas gentes desesperadas.
El esclavista a la antigua usanza se decía a sí mismo que su comercio trataba con una especie no del todo humana, a cuyos individuos ofrecía la oportunidad de convertirse al cristianismo. Al mismo tiempo, entendía que los esclavos eran indispensables para la supervivencia de su propia sociedad, de cuya economía constituían el fundamento. El esclavista moderno se convence a sí mismo (o a sí misma) de que es mejor para los desesperados ganar un dólar al día que no ganar absolutamente nada. Y además se les ofrece la oportunidad de integrarse en la más amplia comunidad global. Él o ella también comprenden que esos desesperados son esenciales para la supervivencia de sus compañías, y que son los fundamentos del nivel de vida que sus explotadores disfrutan. Nunca se detienen a reflexionar sobre las consecuencias más amplias de lo que ellos y ellas, su nivel de vida y el sistema económico en que todo eso se asienta están haciéndole al planeta, ni sobre cómo, finalmente, todo eso repercutirá en el porvenir de sus propios hijos.”

Confesiones de un gángster económico

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“Aturdido por dos nostalgias enfrentadas como dos espejos, perdió su maravilloso sentido de irrealidad, hasta que terminó por recomendarles a todos que se fueran de Macondo, que olvidaran cuento él les había enseñado del mundo y del corazón humano, que se cagaran en Horacio, y que en cualquier lugar en que estuvieran recordaran siempre que el pasado era mentira, que la memoria no tiene caminos de regreso, que toda primavera antigua es irrecuperable, y que el amor más desatinado y tenaz era de todos modos una verdad efímera”

Cien años de soledad
Variante: Aturdido por dos nostalgias enfrentadas como dos espejos, perdió su maravilloso sentido de la irrealidad, hasta que terminó por recomendarles a todos que se fueran de Macondo, que olvidaran cuanto él les había enseñado del mundo y del corazón humano, que se cagaran en Horacio, y que en cualquier lugar en que estuvieran recordaran siempre que el pasado era mentira, que la memoria no tenía caminos de regreso, que toda primavera antigua era irrecuperable, y que el amor más desatinado y tenaz era de todos modos una verdad efímera.

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“la vez que hacemos más ejercicios, dice el doctor Weinberg, es necesario que nuestra dieta esté basada en frutas y vegetales en lugar de carnes rojas y carbohidratos procesados.”

Nacidos para correr: La historia de una tribu oculta, un grupo de superatletas y la mayor carrera de la historia

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“Cuando alguien pregunta para qué sirve la filosofía, la respuesta debe ser agresiva ya que la pregunta se tiene por irónica y mordaz. La filosofía no sirve ni al Estado ni a la Iglesia, que tienen otras preocupaciones. No sirve a ningún poder establecido. La filosofía sirve para entristecer. Una filosofía que no entristece o no contraría a nadie no es una filosofía. Sirve para detestar la estupidez, hace de la estupidez una cosa vergonzosa. Solo tiene este uso: denunciar la bajeza del pensamiento bajo todas sus formas. ¿Existe alguna disciplina, fuera de la filosofía, que se proponga la crítica de todas las mixtificaciones, sea cual sea su origen y su fin? Denunciar las ficciones sin las que las fuerzas reactivas no podrían prevalecer. Denunciar en la mixtificación esta mezcla de bajeza y estupidez que forma también la asombrosa complicidad de las víctimas y de los autores. En fin, hacer del pensamiento algo agresivo, activo y afirmativo. Hacer hombres libres, es decir, hombres que no confundan los fines de la cultura con el provecho del Estado, la moral o la religión. Combatir el resentimiento, la mala conciencia, que ocupan el lugar del pensamiento. Vencer lo negativo y sus falsos prestigios. ¿Quién, a excepción de la filosofía, se interesa por todo esto? La filosofía como crítica nos dice lo más positivo de sí misma: empresa de desmixtificación. Y, a este respecto, que nadie se atreva a proclamar el fracaso de la filosofía. Por muy grandes que sean, la estupidez y la bajeza serían aún mayores si no subsistiera un poco de filosofía que, en cada época, les impide ir todo lo lejos que querrían, que respectivamente les prohíbe, aunque solo sea por el qué dirán, ser todo lo estúpida y lo baja que cada una por su cuenta desearía. No les son permitidos ciertos excesos, pero ¿quién, excepto la filosofía, se los prohíbe? ¿quién les obliga a enmascararse, a adoptar aires nobles e inteligentes, aires de pensador.”

Nietzsche and Philosophy

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“Ya no, ya no,
ya no me sirves, zapato negro,
en el cual he vivido como un pie
durante treinta años, pobre y blanca,
sin atreverme apenas a respirar o hacer achís.

Papi: he tenido que matarte.
Te moriste antes de que me diera tiempo…
Pesado como el mármol, bolsa llena de Dios,
lívida estatua con un dedo del pie gris,
del tamaño de una foca de San Francisco.

Y la cabeza en el Atlántico extravagante
en que se vierte el verde legumbre sobre el azul
en aguas del hermoso Nauset.
Solía rezar para recuperarte.
Ach, du.

En la lengua alemana, en la localidad polaca
apisonada por el rodillo
de guerras y más guerras.
Pero el nombre del pueblo es corriente.
Mi amigo polaco

dice que hay una o dos docenas.
De modo que nunca supe distinguir dónde
pusiste tu pie, tus raíces:
nunca me pude dirigir a ti.
La lengua se me pegaba a la mandíbula.

Se me pegaba a un cepo de alambre de púas.
Ich, ich, ich, ich,
apenas lograba hablar:
Creía verte en todos los alemanes.
Y el lenguaje obsceno,

una locomotora, una locomotora
que me apartaba con desdén, como a un judío.
Judío que va hacia Dachau, Auschwitz, Belsen.
Empecé a hablar como los judíos.
Creo que podría ser judía yo misma.

Las nieves del Tirol, la clara cerveza de Viena,
no son ni muy puras ni muy auténticas.
Con mi abuela gitana y mi suerte rara
y mis naipes de Tarot, y mis naipes de Tarot,
podría ser algo judía.

Siempre te tuve miedo,
con tu Luftwaffe, tu jerga pomposa
y tu recortado bigote
y tus ojos arios, azul brillante.
Hombre-panzer, hombre-panzer: oh Tú…

No Dios, sino un esvástica
tan negra, que por ella no hay cielo que se abra paso.
Cada mujer adora a un fascista,
con la bota en la cara; el bruto,
el bruto corazón de un bruto como tú.

Estás de pie junto a la pizarra, papi,
en el retrato tuyo que tengo,
un hoyo en la barbilla en lugar de en el pie,
pero no por ello menos diablo, no menos
el hombre negro que

me partió de un mordisco el bonito corazón en dos.
Tenía yo diez años cuando te enterraron.
A los veinte traté de morir
para volver, volver, volver a ti.
Supuse que con los huesos bastaría.

Pero me sacaron de la tumba,
y me recompusieron con pegamento.
Y entonces supe lo que había que hacer.

Saqué de ti un modelo,
un hombre de negro con aire de Meinkampf,

e inclinación al potro y al garrote.
Y dije sí quiero, sí quiero.
De modo, papi, que por fin he terminado.
El teléfono negro está desconectado de raíz,
las voces no logran que críe lombrices.

Si ya he matado a un hombre, que sean dos:
el vampiro que dijo ser tú
y me estuvo bebiendo la sangre durante un año,
siete años, si quieres saberlo.
Ya puedes descansar, papi.

Hay una estaca en tu negro y grasiento corazón,
y a la gente del pueblo nunca le gustaste.
Bailan y patalean encima de ti.
Siempre supieron que eras tú.
Papi, papi, hijo de puta, estoy acabada.”

Sylvia Plath (1932–1963) escritora Estadounidense

Ariel

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