Frases sobre cabeza
página 3

Santiago Roncagliolo Foto
Vladimir Nabokov Foto
Paramahansa Yogananda Foto
Don DeLillo Foto
Nicolás Guillén Foto
Jenny Han Foto
Douglas Adams Foto

“¡No quiero morir todavía! ¡Aún me duele la cabeza, estaré de mal humor y no lo disfrutaré!”

Douglas Adams (1952–2001) escritor y humorista británico

The Hitchhiker's Guide to the Galaxy

“Cuando te conviertes en sabio, controlas tu vida con el corazón, no con la cabeza.”

Miguel Ángel Ruiz Macías (1952) emexicanoy filósofo mexicano

La maestría del amor

“Le debo a Ezequiel el haberme enseñada que la vida no es más que eso: asomar la cabeza, para ver que pasa afuera, aunque haya tormenta.”

Los ojos del perro siberiano
Variante: Le debo a Ezequiel el haberme enseñado que la vida no es más que eso: asomar la cabeza para ver que pasa afuera, aunque haya tormenta.

Patrick Rothfuss Foto
Patrick Rothfuss Foto

“Y sí, sabia que ella no tenía razón. Sabía que todo estaba escorado. Sabía que su cabeza estaba desbaratada. Sabía que no era auténtica por dentro. Lo sabía.”

The Slow Regard of Silent Things
Variante: Y sí, sabía que ella no tenía razón. Sabía que todo estaba escorado. Sabía que su cabeza estaba desbaratada. Sabía que no era auténtica por dentro. Lo sabía.

Isabel Allende Foto
Benito Pérez Galdós Foto
Ray Bradbury Foto
Mika Waltari Foto
Knut Hamsun Foto
Oscar Wilde Foto
Gerald Durrell Foto
Mijaíl Bulgákov Foto
Emma Bull Foto
Vicente Huidobro Foto
Rosa Montero Foto
Javier Moro Foto
Jacques Lacan Foto
John Banville Foto

“Estas cosas son fáciles de decir, pues las palabras no sienten vergüenza y nunca se sorprenden (14)

Imágenes del pasado remoto se agolpan en mi cabeza, y la mitad de las veces soy incapaz de distinguir si son recuerdos o invenciones. Tampoco es que haya mucha diferencia, si es que hay alguna (14)

Hay quien afirma, que sin darnos cuenta, nos lo vamos inventando todo, adornándolo y embelleciéndolo, y me inclino a creerlo, pues Madame Memoria es una gran y sutil fingidora (14)

Me la debo de estar inventando (14)

En mi opinión, los nombres de las mujeres casadas nunca suenan bien. ¿Es porque todas se casan con los nombres equivocados, o, en cualquier caso, con los apellidos equivocados? (17)

…y en mi oído resonaban los tins y los plofs de sus tripas en su incesante labor de transubstanciación (18)

Ahora me pregunto si ella también estaba enamorada de mí, y esas muestras de gracioso desdén eran una manera de ocultarlo ¿O todo esto no es más que vanidad por mi parte? (25)

…y al presenciar todas aquellas cosas sentí el dolor dulce y agudo de la nostalgia, sin objeto pero definida, como el dolor fantasma de un miembro amputado (27)

…permanecimos echados boca arriba durante mucho tiempo, como si practicáramos para ser los cadáveres que seríamos algún día (34)

…y yo me quedé en medio de la sala, sin ser gran cosa, a duras penas yo mismo. Había momentos como ése, en los que uno estaba en punto muerto, por así decir, sin preocuparse de nada, a menudo sin fijarse en nada, a menudo sin ser realmente en ningún sentido vital (42)

El Tiempo y la Memoria son una quisquillosa empresa de decoradores de interiores, siempre cambiando los muebles y rediseñando y reasignando habitaciones (43)

En lugar de los tonos de color rosa y melocotón que había esperado –Rubens es en gran parte responsable de ello-, su cuerpo, de manera desconcertante, mostraba una variedad de tonos apagados que iban del blanco magnesio al plata y al estaño, un matiz mate de amarillo, ocre pálido, e incluso una especie de verde en algunos lugares y, en los recovecos, una sombra de malva musgoso (45)
¿Era eso estar enamorado, me pregunté, ese repentino y plañidero viento que te atravesaba el corazón? (62)

…no estaba acostumbrado todavía al abismo que se abre entre la comisión de un hecho y el recuerdo de lo cometido (65)

…la noche del último día ella ya me había dejado para siempre (75)

No todo significa algo (100)

Cómo anhelábamos en aquellos años, pasar aunque sólo fuera un día normal, un día en el que pudiéramos levantarnos por la mañana y desayunar sin preocuparnos por nada, leernos fragmentos del periódico el uno al otro y planear hacer cosas, y luego dar un paseo, y contemplar las vistas con una mirada inocente, y luego compartir un vaso de vino y por la noche irnos juntos a la cama (102)

Debe de ser difícil acostumbrarse a que no haya nada que hacer (107)

A lo largo de los años, los vagabundos, los auténticos vagabundos, han disminuido constantemente en calidad y cantidad (107)

Qué frágil resulta este absurdo oficio en el que me he pasado la vida fingiendo ser otras personas, y sobre todo fingiendo no ser yo mismo (119)

…tan sólo vulgarmente humana (123)

El quinto de los seis cigarrillos que según ella son su ración diaria (143)

…participar en una película es algo extraño, y al mismo tiempo no lo es en absoluto; se trata de una intensificación, una diversificación de lo conocido, una concentración en el yo ramificado; y todo eso es interesante, y confuso, y emocionante y perturbador (143)

El hecho es que me echó a perder a otras (157)

Era, como ya he dicho, todo un género en sí misma (158)

Los cisnes, con su belleza estrafalaria y sucia, siempre me dan la impresión de mantener una fachada de indiferencia tras la cual realmente viven una tortura de timidez y duda (173)”

John Banville (1945) escritor irlandés
Diana Gabaldon Foto

“Vi a mi madre en su ataúd—dijo por fin—. Las mujeres le habían trenzado el pelo para que tuviera un aspecto decoroso, pero mi padre no lo permitió. Quería verla por última vez tal como era para él. Fue personalmente al ataúd, le deshizo las trenzas y extendió la cabellera con las manos, cubriendo la almohada.

Hizo una pausa; su pulgar quedó inmóvil.

—Yo estaba allí, quieto en el rincón. Cuando todos salieron para recibir al cura me acerqué sigilosamente. Era la primera vez que veía a una persona muerta.—Dejé que mis dedos se cerraran sobre su antebrazo.— Una mañana mi madre me dio un beso en la frente; luego volvió a colocarme la horquilla que se me había desprendido de mi pelo ensortijado y salió. Jamás volví a verla. La velaron con el ataúd cerrado.

—¿Era…ella?

—No.—Contemplaba el fuego con los ojos entornados—. No del todo. Se le parecía, pero nada más. Como si alguien la hubiera tallado en madera de abedul. Pero su pelo… eso aún tenía vida. Eso todavía era…ella.

Lo oí tragar saliva y carraspear un poco.

—La cabellera le cruzaba el pecho, cubriendo al niño que yacía con ella. Pensé que a él no le gustaría sofocarse de ese modo. Y retiré las guedejas rojas para dejarlo a la vista. Mi hermanito, acurrucado en sus brazos, con la cabeza en su seno, abrigado y en sombras bajo la cortina de pelo. Y enseguida pensé que no, que estaría más contento si lo dejaba así. Y volví a alisar la cabellera de mi madre para cubrirle la cabeza.

Su pecho se elevó bajo mi mejilla. Deslizó lentamente las manos por mi pelo.

—No tenía una sola cana, Sassenach. Ni una.

Ellen Fraser había muerto de parto a los treinta y ocho años. Mi madre, a los treinta y dos. Y yo… yo tenía la riqueza de todos esos años largos que ellas habían perdido. Y más aún.

—Para mí es un gozo ver cómo te tocan los años, Sassenach—susurró—, pues significa que vives.”

Diana Gabaldon (1952) Escritora estadounidense

The Fiery Cross

Alejo Carpentier Foto
Kim Harrison Foto
Ray Loriga Foto
Carlos Ruiz Zafón Foto
Carlos Ruiz Zafón Foto
Cassandra Clare Foto
Paulo Coelho Foto
Cielo Latini Foto
Anne Sexton Foto
Tim Burton Foto
John Piper Foto
Mathias Malzieu Foto
Cassandra Clare Foto
Qiu Xiaolong Foto
Isabel Allende Foto
Luis Pescetti Foto

“Me quedaba quieto igual que una vez, cuando tenía cinco años, que estábamos de visita en casa de un tío. La conversación de grandes me había dado sueño y me recosté en el sillón. Mi tío me apoyó sobre sus piernas y siguió conversando mientras me acariciaba la cabeza. Me despabiló por completo esa mano grande pasando suave por mis cabellos, pero seguí haciéndome el dormido porque, de alguna manera, supe que esos mimos eran porque creían que no me daba cuenta, curioso. Oí cuando mi madre dijo: Éste se está haciendo el dormido. Y a mi tío responderle que no, que estaba dormido en serio, sentí como su mano tocaba mis párpados y debo haberme acordado de algún perro que vi durmiendo, porque hasta los ojos para atrás puse con tal de que siguierna acariciándome la cabeza. Quien sabe cómo hace uno, a los seis años, para ya saber que hay cosas que se terminan si uno se despierta. No me pregunté entonces porqué se terminaba tanta ternura si se daban cuenta de que estaba despierto. ¿Sería posible que alguien te acariciara aunque estuvieras despierto? Eso lo aprendí de grande, como también, a oir el amor callado de los que sólo te acarician si te ven dormido, por pudor, por vergüenza, por campesina falta de costumbre de decir cuánto se quiere y también porque les gana el sentimiento.”

Luis Pescetti (1958) músico y escritor argentino

El Ciudadano de MIS Zapatos (Narrativas Argentinas)

Cassandra Clare Foto
Patrick Rothfuss Foto

“Levántate. Tengo tres cosas para ti. Es lo justo.
Me puse en pie y Auri me tendió una cosa envuelta en un trozo de tela. Era una vela gruesa que olía a lavanda.
—¿Qué hay dentro? —pregunté.
—Sueños felices. Los he puesto ahí para ti.
Di vueltas a la vela en mis manos, y una sospecha empezó a formarse en mi mente.
—¿La has hecho tú misma?
Auri asintió con la cabeza y sonrió feliz.
—Sí. Soy tremendamente lista.
Me guardé la vela con cuidado en uno de los bolsillos de la capa.
—Gracias, Auri.
—Ahora —dijo ella poniéndose seria— cierra los ojos y agáchate para que pueda darte tu segundo regalo.
Cerré los ojos, desconcertado, y me doblé por la cintura preguntándome si también me habría hecho un sombrero.
Noté las manos de Auri a ambos lados de mi cara, y entonces me dio un beso suave y delicado en la frente.
Abrí los ojos, sorprendido. Pero Auri ya se había apartado varios pasos, y, nerviosa, se cogía las manos detrás de la espalda. No se me ocurrió nada que decir.
Auri dio un paso adelante.
—Eres especial para mí —dijo con seriedad y con gesto grave—. Quiero que sepas que siempre cuidaré de ti. —Estiró un brazo, vacilante, y me secó las mejillas—. No, nada de eso esta noche.
»Este es tu tercer regalo. Si te van mal las cosas, puedes quedarte conmigo en la Subrealidad. Es un sitio agradable, y allí estarás a salvo.
—Gracias, Auri —dije en cuanto pude—. Tú también eres especial para mí.
—Claro —dijo ella con naturalidad—. Soy adorable como la luna.”

The Wise Man's Fear

Gabriel García Márquez Foto
Katherine Paterson Foto
Terry Pratchett Foto
Esta traducción está esperando su revisión. ¿Es correcto?
Esta traducción está esperando su revisión. ¿Es correcto?
Thich Nhat Hanh Foto
Esta traducción está esperando su revisión. ¿Es correcto?
Daniel Defoe Foto
Cecil Rhodes Foto
Stendhal Foto
Vicente Blasco Ibáñez Foto

“Y aparecía el primer jinete sobre un caballo blanco. En la mano llevaba un arco y en la cabeza una corona: era la Conquista, según unos; la Peste, según otros. Podían ser ambas cosas a la vez.”

Citas por obras, Los cuatro jinetes del Apocalipsis
Fuente: La Peste. https://books.google.es/books?id=o0RCBAAAQBAJ&printsec=frontcover&dq=Los+cuatro+jinetes+del+apocalipsis&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwjpu9nRyaLgAhVc8uAKHVJSDfwQ6AEIKDAA#v=onepage&q=Los%20cuatro%20jinetes&f=false

José María de Pereda Foto

“Tengo, efectivamente, el proyecto de hacer una noveleja, y aun algunos capítulos escritos, sin pies ni cabeza. Será aldeana montañesa de pura casta sin sabios heterodoxos, ni jóvenes escrupulosas, ni políticas corruptoras. Pura aldea, con sus tipos y resabios congénitos. Mucha naturaleza, mucho viento sur… y nada entre tres platos…”

José María de Pereda (1833–1906) escritor español

Carta a Benito Pérez Galdós (26 de marzo de 1881)
Se refiere a El sabor de la tierruca (1882)
Fuente: [Gutiérrez Sebastián], Raquel. «Hacia el modelo de novela regional: El sabor de la tierruca de José María de Pereda.» EN: Díaz Larios, Luis F. et al. (eds.). La elaboración del canon en la literatura española del siglo XIX: II Coloquio de la Sociedad de Literatura Española del Siglo XIX (Barcelona, 20-22 de octubre de 1999). http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/hacia-el-modelo-de-novela-regional--el-sabor-de-la-tierruca-de-jos-mara-de-pereda-0/html/ffbbd3a6-82b1-11df-acc7-002185ce6064_4.html Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Consultado el 19 de noviembre de 2019.

Ellen Ochoa Foto

“Hay personas que tienen una imagen en su cabeza de cómo tiene que ser un científico, ingeniero o un astronauta y yo realmente no encajaba en esa imagen. Ocasionalmente me crucé con personas que creyeron que yo no debería haber estado allí. Dejaban en claro que las mujeres no pertenecen al campo de la ingeniería o la ciencia.”

Ellen Ochoa (1958) astronauta estadounidense

Fuente: BBC
Fuente: «Ellen Ochoa, exastronauta de la NASA: "Desde el espacio vemos amanecer cada hora y media, y 45 minutos después vemos atardecer".» https://www.bbc.com/mundo/noticias-47969349 BBC News: Mundo. Consultado el 22 de mayo de 2019.

Faína Ranévskaia Foto
Pierre Bourdieu Foto

“La televisión goza de un monopolio de facto sobre lo que entra en la cabeza de una parte significativa de la población y lo que piensan.”

Pierre Bourdieu (1930–2002) sociólogo francés

On Television, 1999.
Original: «Television enjoys a de facto monopoly on what goes into the heads of a significant part of the population and what they think.»
Fuente: Bourdieu, Pierre. On Television. Traducido por Priscilla Parkhurst Ferguson. Edición ilustrada. Editor New Press, 1999. ISBN 9781565845121. p. 18.

Esta traducción está esperando su revisión. ¿Es correcto?
Ray Bradbury Foto
Woody Allen Foto
Nelson Mandela Foto

“Una buena cabeza y un buen corazón son una combinación formidable.”

Nelson Mandela (1918–2013) político sudafricano

Largo camino a la libertad (1995)

Henry Louis Mencken Foto
Arthur Miller Foto

“La estructura de una obra de teatro es siempre la historia de cómo los pájaros regresan a casa para sentar la cabeza.”

Arthur Miller (1915–2005) dramaturgo estadounidense

Fuente: Harper's (agosto de 1958)

Michel De Montaigne Foto

“Una cabeza bien formada será siempre mejor y preferible a una cabeza muy llena.”

Michel De Montaigne (1533–1592) biografía, filósofo y político francés del Renacimiento

Sin fuentes

Novalis Foto
José Ortega Y Gasset Foto
José Ortega Y Gasset Foto
Osho Foto
Alexander Pope Foto

“El pueblo es una fiera de múltiples cabezas.”

Alexander Pope (1688–1744) poeta inglés

Sin fuentes

Terry Pratchett Foto
Terry Pratchett Foto
Terry Pratchett Foto
Terry Pratchett Foto
Terry Pratchett Foto
Arthur Schopenhauer Foto
William Shakespeare Foto
Baruch Spinoza Foto

“Existe tanta diferencia entre las cabezas como entre los paladares.”

Baruch Spinoza (1632–1677) filósofo neerlandés

Fuente: [Izquierdo], Agustín. La filosofía contra la religión: ideas sobre el ateísmo. Edición ilustrada. EDAF, 2003. ISBN 9788441413375, p. 12.

Jonathan Swift Foto

“La mayoría de las personas son como alfileres: sus cabezas no son lo más importante.”

Jonathan Swift (1667–1745) escritor de Irlanda

Sin fuentes
Variante: La mayoría de las personas son como alfileres: sus cabezas no son lo más importante

Miguel de Unamuno Foto
Miguel de Unamuno Foto
Honoré De Balzac Foto
William Blake Foto
William Blake Foto
Napoleon Bonaparte Foto

“Un hombre de estado debe tener el corazón en la cabeza.”

Napoleon Bonaparte (1769–1821) político y militar francés

Citas de Napoleón, Otras (por colocar)

Napoleon Bonaparte Foto

“Una cabeza sin memoria es como una fortaleza sin guarnición.”

Napoleon Bonaparte (1769–1821) político y militar francés

Citas de Napoleón, Otras (por colocar)

Giordano Bruno Foto

“La diadema, la mitra, la corona no ensalzan la cabeza sin al mismo tiempo sobrecargarla; el manto real y el cetro no adornan el cuerpo sin molestarlo.”

Giordano Bruno (1548–1600) astrónomo, filósofo, religioso y poeta italiano

Expulsión de la bestia triunfante

Giordano Bruno Foto