Frases sobre infantil

Una colección de frases y citas sobre el tema del infantil, ser, cuenta, cuento.

Frases sobre infantil

Clarice Lispector Foto
Fernando Vallejo Foto
Ludwig von Mises Foto
Adolf Hitler Foto

“La obediencia pasiva y la fe infantil constituyen el peor de los males que es posible imaginar.”

Adolf Hitler (1889–1945) Führer y Canciller Imperial de Alemania. Líder del Partido Nazi

Citas de Mein Kampf

Charles Baudelaire Foto
Erich Fromm Foto
Elias Canetti Foto
Clive Staples Lewis Foto
Eduardo Ruiz Foto
Richard Wilkinson Foto

“Los más violentos criminales en nuestras prisiones habían sido ellos mismos, víctimas de un grado de maltrato infantil que estaba más allá de la escala de lo que jamás pensé que se pudiera aplicar al término de abuso infantil”

documental Zeitgeist: Moving Forward 32:38-32:51 http://www.youtube.com/watch?v=4Z9WVZddH9w&t=32m38s
the most violent of the criminals in our prisons had themselves been victims of a degree of child abuse that was beyond the scale of what I ever thought of applying the term child abuse to

Wilhelm Reich Foto
Anselm Grün Foto
Arthur Rimbaud Foto
Terry Pratchett Foto
Sigmund Freud Foto
Enrique Vila-Matas Foto
Arthur Conan Doyle Foto
Scott Westerfeld Foto
Amélie Nothomb Foto
Patrick Rothfuss Foto
Amos Oz Foto
Patrick Rothfuss Foto

“Al final descubrí un delgado volumen, titulado El libro de los secretos, enterrado en lo más profundo de Catálogos Muertos. Era un libro extraño: estaba organizado como un bestiario, pero escrito como un abecedario para niños. Tenía ilustraciones en que aparecían seres de cuentos de hadas como ogros, troles y resinillos. Cada entrada tenía una ilustración acompañada de un poema breve e insípido.
La entrada de los Chandrian era la única que no llevaba ilustración, por supuesto. En su lugar solo había una página vacía enmarcada con volutas decorativas. El poema no aportaba absolutamente nada:
De un sitio a otro los Chandrian van, pero nunca dejan rastro ni sabes dónde están.
Guardan sus secretos con mucho cuidado, pero nunca te arañan ni te pegan un bocado.
No montan peleas ni arman jaleos.
De hecho con nosotros son bastante buenos.
Llegan y se van, te vuelves y se han ido, como un rayo en el cielo, como un suspiro.
Pese a lo irritante que resultaba un texto tan superficial, al menos dejaba algo muy claro: para el resto de la gente, los Chandrian no eran más que cuentos de hadas infantiles. Tan irreales como los engendros o los unicornios.
Yo sabía otra cosa, por supuesto. Los había visto con mis propios ojos. Había hablado con Ceniza, el de los ojos negros. Había visto a Haliax, envuelto en un manto de sombra.
Continué mi infructuosa búsqueda. No me importaba lo que creyera el resto de la gente. Yo sabía la verdad, y no soy de los que se rinden fácilmente.”

The Wise Man's Fear

Aldous Huxley Foto

“Yo no digo que debe inducirse a los chicos a que acosen a sus padres para que compren los productos anunciados en la televisión, pero, al mismo tiempo, es imposible negar que es eso lo que se hace todos los días." Así escribe el astro de uno de los muchos programas de televisión dedicados al público juvenil. "Los niños son discos vivos y parlantes –agrega– de lo que les decimos a diario." Y, a su debido tiempo, estos discos vivos y parlantes de los anuncios de la televisión se harán mayores, ganarán dinero y comprarán los productos de la industria. El señor Clyde Miller escribe con éxtasis: "Piense en lo que puede significar en beneficios para su empresa la posibilidad de acondicionar a un millón o diez millones de niños, quienes se convertirán en personas mayores adiestradas para la compra de lo que usted quiere que compren, como soldados que se ponen en movimiento en cuanto oyen la voz de mando: '¡De frente, march!"'. ¡Sí, piénselo! Y, al mismo tiempo, recuerde que los dictadores y aspirantes a dictadores han estado pensando eso mismo durante años, y que millones, decenas de millones y cientos de millones de niños están haciéndose personas mayores para comprar la mercadería ideológica del déspota local y para responder con una conducta apropiada, como adiestrados soldados, a las voces de mando que han sido inculcadas en las mentes infantiles por los propagandistas de ese mismo déspota.”

Brave New World Revisited

Maria Montessori Foto

“Durante la etapa de Educación Infantil los niños se encuentran en el periodo sensitivo más idóneo para el aprendizaje de idiomas y resulta fundamental aprovecharlo para potenciar el aprendizaje del inglés.”

Maria Montessori (1870–1952) pedagoga italiana

Fuente: https://www.google.com/search?q=dise%C3%B1o+de+un+proyecto+para+la+ense%C3%B1aqnza+del+ingles+a+edad+preescolar&oq=d&aqs=chro

Antonio Machado Foto

“Si practicas el abuso infantil… estás enfermo, reconócelo; buscar la cura, es tu responsabilidad, no la evadas, pues NO existe justificación para huirle; no busques culpables, encuentra soluciones.”

Fuente: "Lecciones y moralejas por escrito en gotas de cariño".
Pinceladas con poesía, con pedagogía, con filantropía por la vida.

“Amor es ver el mundo con los infantiles ojos de la fantasía e inmediatez”

Fuente: "Lecciones y moralejas por escrito en gotas de cariño"

Aldous Huxley Foto
Marilyn Monroe Foto
Marilyn Monroe Foto
Jorge Luis Borges Foto
Paulo Coelho Foto

“En los cuentos infantiles, las princesas besan a los sapos, que se transforman en príncipes. En la vida real, las princesas besan a los príncipes que se transforman en sapos.”

By the River Piedra I Sat Down and Wept
Variante: En los cuentos infantiles, las princesas besan a los sapos, que se transforman en príncipes. En la vida real, las princesas besan a los príncipes, que se transforman en sapos.

Paulo Coelho Foto
Albert Einstein Foto

“La palabra Dios no es para mí nada más que la expresión y el producto de debilidades humanas; la Biblia, una colección de leyendas admirables, pero también largamente primitivas que de todas formas resultan infantiles.”

Albert Einstein (1879–1955) físico germano-estadounidense, creador de la teoría de la relatividad

Fuente: Carta del 3 de enero de 1954, al filósofo Erich Gutkind.
Fuente: Tagesspiegel http://www.tagesspiegel.de/magazin/wissen/geschichte/Albert-Einstein-Religion;art15504,2530755, 2008. Imagen de la carta http://savatier.blog.lemonde.fr/files/2008/05/einstein1.1210684060.jpg

Albert Einstein Foto

“El nacionalismo es una enfermedad infantil. Es el sarampión de la humanidad.”

Albert Einstein (1879–1955) físico germano-estadounidense, creador de la teoría de la relatividad

Variante: El nacionalismo es una enfermedad infantil. Es el sarampion de la humanidad.

Sigmund Freud Foto

“La religión es comparable con la neurosis infantil.”

Sigmund Freud (1856–1939) médico neurólogo austriaco, considerado el padre del psicoanálisis
Hermann Hesse Foto
Alfred Charles Kinsey Foto
Michail Bakunin Foto

“La educación de los militares, desde el soldado raso hasta las más altas jerarquías, les convierte necesariamente en enemigos de la sociedad civil y el pueblo. Incluso su uniforme, con todos esos adornos ridículos que distinguen los regimientos y los grados, todas esas tonterías infantiles que ocupan buena parte de su existencia y les haría parecer payasos si no estuvieran siempre amenazantes, todo ello les separa de la sociedad. Ese atavío y sus mil ceremonias pueriles, entre las que transcurre la vida sin más objetivo que entrenarse para la matanza y la destrucción, serían humillantes para hombres que no hubieran perdido el sentimiento de la dignidad humana. Morirían de vergüenza si no hubieran llegado, mediante una sistemática perversión de ideas, a hacerlo fuente de vanidad. La obediencia pasiva es su mayor virtud. Sometidos a una disciplina despótica, acaban sintiendo horror de cualquiera que se mueva libremente. Quieren imponer a la fuerza la disciplina brutal, el orden estúpido del que ellos mismos son víctimas.
No se puede amar el servicio militar sin detestar el pueblo.”

Michail Bakunin (1814–1876) anarquista ruso contemporáneo de Karl Marx

Fuente: Reproducido en De amor y de sombra. Isabel Allende. Editorial Penguin Random House Grupo Editorial España, 2014. ISBN 9788401342615. https://books.google.es/books?id=6oxIAgAAQBAJ&pg=PT193&dq=destrucci%C3%B3n,+ser%C3%ADan+humillantes+para+hombres+que+no+hubieran+perdido+el+sentimiento+de+la+dignidad+humana.+Morir%C3%ADan+de+verg%C3%BCenza+si+no+hubieran+llegado,+mediante+una+sistem%C3%A1tica+perversi%C3%B3n+de+ideas,+a+hacerlo+fuente+de+vanidad.+La+obediencia+pasiva+es+su+mayor+virtud&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwjd5v-ztY7gAhW1AGMBHWBTAw4Q6AEIKDAA#v=onepage&q=destrucci%C3%B3n%2C%20ser%C3%ADan%20humillantes%20para%20hombres%20que%20no%20hubieran%20perdido%20el%20sentimiento%20de%20la%20dignidad%20humana.%20Morir%C3%ADan%20de%20verg%C3%BCenza%20si%20no%20hubieran%20llegado%2C%20mediante%20una%20sistem%C3%A1tica%20perversi%C3%B3n%20de%20ideas%2C%20a%20hacerlo%20fuente%20de%20vanidad.%20La%20obediencia%20pasiva%20es%20su%20mayor%20virtud&f=false

Wilhelm Reich Foto
Francisco Umbral Foto

“El fundamentalismo es la última enfermedad infantil del Tercer Mundo.”

Francisco Umbral (1932–2007) Escritor español (1932-2007)

Sin fuentes

Edward Norton Foto
César Fernández García Foto
John Katzenbach Foto
Gustavo Cerati Foto
Lenin Foto
Julio Camba Foto
Imelda Marcos Foto
Risto Mejide Foto
Heather Locklear Foto
Conde de Lautréamont Foto
Robert Walser Foto

“La verdad es que nunca he sido niño y por eso estoy convencido de que en mi quedará siempre un componente infantil. He crecido en edad y estatura, pero la esencia no ha variado. Hacer mataperradas me produce exactamente el mismo placer que hace años, aunque en realidad nunca llegué a hacer mataperradas. Una vez, de pequeño, le hice a mi hermano un agujero en la cabeza, pero aquello fue un incidente, no una mataperrada. Cierto es que he cometido miles de diabluras y chiquilladas, pero la idea me interesaba siempre más que la cosa en sí. Desde muy temprano fui descubriendo en todo, incluso en las mataperradas, un sentido profundo. No me he desarrollado. Esto, naturalmente, es sólo una idea mía. Tal vez nunca llegue a echar ramas ni hojas. De mi esencia y mis orígenes emanará algún día quién sabe qué perfume, me convertiré en flor y exhalaré un ligero aroma, como para mi propio placer, y luego inclinaré la cabeza, esa que Kraus denomina cabezota necia y presuntuosa. Mis brazos y mis piernas se irán debilitando extrañamente, mi espíritu, mi orgullo, mi carácter, todo, todo se quebrará y marchitará, y yo estaré muerto; bueno, no exactamente, muerto sólo en cierto modo, y tal vez siga viviendo y vegetando así durante sesenta años. Me haré viejo. Pero no me tengo ni me infundo miedo a mí mismo. Tampoco siento el menor respeto por mi Yo, me limito a mirarlo y él me deja totalmente frío. ¡Oh, entrar en calor! ¡Qué maravilla! Siempre seré capaz de entrar en calor, pues nada personal ni egoísta me impedirá jamás interesarme, apasionarme o ser partícipe. ¡Qué feliz soy de no poder descubrir nada digno de consideración o estima en mi persona! Ser humilde y seguir siéndolo. Y si alguna mano, una circunstancia, una ola me levantasen y llevasen hasta las alturas donde imperan el poder y la influencia, yo mismo destrozaría las circunstancias que me hubieran favorecido y me arrojaría a las tinieblas de lo bajo e insignificante. Sólo puedo respirar en las regiones inferiores.”

Jakob von Gunten
Variante: La verdad es que nunca he sido niño y por eso estoy convencido de que en mi quedará siempre un componente infantil. He crecido en edad y estatura, pero la esencia no ha variado. Hacer mataperradas me produce exactamente el mismo placer que hace años, aunque en realidad nunca llegué a hacer mataperradas. Una vez, de pequeño, le hice a mi hermano un agujero en la cabeza, pero aquello fue un incidente, no una mataperrada. Cierto es que he cometido miles de diabluras y chiquilladas, pero la idea me interesaba siempre más que la cosa en sí. Desde muy temprano fui descubriendo en todo, incluso en las mataperradas, un sentido profundo. No me he desarrollado. Esto, naturalmente, es sólo una idea mía. Tal vez nunca llegue a echar ramas ni hojas. De mi esencia y mis orígenes emanará algún día quién sabe qué perfume, me convertiré en flor y exhalaré un ligero aroma, como para mi propio placer, y luego inclinaré la cabeza, esa que Kraus denomina cabezota necia y presuntuosa. Mis brazos y mis piernas se irán debilitando extrañamente, mi espíritu, mi orgullo, mi carácter, todo, todo se quebrará y marchitará, y yo estaré muerto; bueno, no exactamente, muerto sólo en cierto modo, y ta}l vez siga viviendo y vegetando así durante sesenta años. Me haré viejo. Pero no me tengo ni me infundo miedo a mí mismo. Tampoco siento el menor respeto por mi Yo, me limito a mirarlo y él me deja totalmente frío. ¡Oh, entrar en calor! ¡Qué maravilla! Siempre seré capaz de entrar en calor, pues nada personal ni egoísta me impedirá jamás interesarme, apasionarme o ser partícipe. ¡Qué feliz soy de no poder descubrir nada digno de consideración o estima en mi persona! Ser humilde y seguir siéndolo. Y si alguna mano, una circunstancia, una ola me levantasen y llevasen hasta las alturas donde imperan el poder y la influencia, yo mismo destrozaría las circunstancias que me hubieran favorecido y me arrojaría a las tinieblas de lo bajo e insignificante. Sólo puedo respirar en las regiones inferiores.

Patrick Rothfuss Foto
Orhan Pamuk Foto
William Goldman Foto
Julio Cortázar Foto
Antonio Machado Foto
Franz Kafka Foto
Fernando Pessoa Foto
Fidel Castro Foto
Sigmund Freud Foto

“La neurosis obsesiva deja ver, mucho más claramente que la histeria, cómo los factores que integran las psiconeurosis no deben buscarse en la vida sexual actual, sino en la infantil.”

Sigmund Freud (1856–1939) médico neurólogo austriaco, considerado el padre del psicoanálisis

Análisis de un caso de neurosis obsesiva

Daniel Goleman Foto
Fernando Vallejo Foto
Enrique Vila-Matas Foto

“Ahora tengo sueño, digo yo, como si fuera el eco del doctor Pasavento. Y tengo la impresión de que, con mi posición de escribiente, iluminado por la luz de una imaginaria luna menguante, recuerdo las humildes posiciones de aquellos personajes de Walser de los que Walter Benjamin decía que parecían provenir de la noche más oscura, personajes que venían del sueño de una noche veneciana y que lo que lloraban era prosa. “Pues el sollozo”, decía Benjamin, “es la melodía del parloteo de Walser”. Son personajes que no han renunciado a su componente infantil, seguramente porque nunca fueron niños. Les horroriza la idea de que, por cualquier circunstancia ajena a sus deseos, puedan llegar a tener éxito en la vida. ¿Y por qué les horroriza tanto? Desde luego no por sentimientos como el desprecio o el rencor, sino, como dice Benjamin, en sus líneas dedicadas a Walser, por motivos del todo epicúreos. Quieren vivir con ellos mismos. No necesitan a nadie. Son seres a los que su propia naturaleza aleja de la sociedad y que, en contra de lo que pueda pensarse, no necesitan ninguna ayuda, pues si quieren seguir siendo de verdad sólo pueden alimentarse de sí mismos. Proceden, o aparentan proceder, de las praderas de Appenzell y su vida empieza donde acaban los cuentos. “Y si no han muerto, entonces es que hoy viven todavía”, dice Walser de los personajes de esos cuentos. Y nos muestra a continuación cómo viven y a qué se dedican, nos explica qué es lo suyo. Hay días en que lo suyo es ser como coches fúnebres que van a todas partes menos al cementerio. Y otros en los que lo suyo son textos, ensayos errantes, microgramas, furtivas conversaciones con un botón, ilusorios papelillos, pequeña prosa, tentativas de escribir para ausentarse, cigarrillos efímeros y cosas por el estilo.”

Enrique Vila-Matas (1948) escritor español

Doctor Pasavento

Paulo Coelho Foto
David Trueba Foto
Isabel Allende Foto
Rosa Montero Foto
Héctor Aguilar Camín Foto
Fernando Pessoa Foto
Charles Baudelaire Foto
Anaïs Nin Foto
Carl Sagan Foto
Esta traducción está esperando su revisión. ¿Es correcto?
Federico Fellini Foto
Carme Riera Foto
Randy Pausch Foto

“Nunca pierdas el espíritu soñador infantil. Es muy importante. Es lo que nos mueve.”

Randy Pausch (1960–2008)

Citas por obras, La última lección (2007)

Randy Pausch Foto
Alejandro Jodorowsky Foto

“Debajo de la enfermedad, está la prohibición de hacer algo que deseamos o la orden de hacer algo que no deseamos. Toda curación exige la desobediencia a esta prohibición o esa orden. Y para desobedecer es necesario perder el miedo infantil a dejar de ser amado; es decir, abandonado.”

Alejandro Jodorowsky (1929) escritor y director de cine chileno-francés, de ascendencia judeo-ucraniana

Fuente: Jodorowsky, Alejandro. Manual de Psicomagia: Consejos para sanar tu vida. Editorial Siruela, 2012. ISBN 9788498419702.

Francisco Franco Foto
Kate Millett Foto
Isaiah Berlin Foto

“Los filósofos son adultos que persisten en hacer preguntas infantiles.”

Isaiah Berlin (1909–1997) Politólogo y filosófo británico.

Original: «Philosophers are adults who persist in asking childish questions.»
Fuente: Citado en Baggini, Julian; Fosl, Peter S. The Philosopher's Toolkit: A Compendium of Philosophical Concepts and Methods. 2ª Edición. Editorial John Wiley & Sons, 2011. ISBN 9781444357479.

Maria Rubert de Ventós Foto
Gloria Fuertes Foto
Rosario de Acuña Foto

“Escribí versos, poemas, himnos, cantos, dramas, comedias, cuentos, y una labor continua, como trama de todo esto, en artículos para la prensa patria y extranjera. ¡Juegos todos casi infantiles para lo que la mente y el corazón humanos pueden dar de sí, pero que era lo único que yo -¡pobrecita mujer española! Sin voz ni voto para nada que no sea el trabajo doméstico- podía darle a mi padre por aquella labor que, para ilustrar a su hija semiciega, hizo durante tanto tiempo!”

Rosario de Acuña (1850–1923) autor español

Fragmento de Carta a un soldado español voluntario en el ejército francés durante la Gran Guerra. El secreto de la abuela Justa. Rosario de Acuña de Laiglesia. Barcelona. Editorial Cooperativa Obrera, 1930
Fuente: Rosario de Acuña y Villanueva. http://www.rosariodeacuna.es/biografia/biografi.htm

William Wordsworth Foto

“Dulces dias infantiles, que eran siempre. Veinte días son ahora.”

William Wordsworth (1770–1850)

Como una mariposa (I've Watched You Now a Full Half-Hour), sección. 2 (1801).
Fuente: http://www.gutenberg.org/browse/authors/w#a2879