Frases sobre puede
página 21

Yehuda Berg Foto
Søren Kierkegaard Foto

“La hora del dolor puede volvernos altivos, si es que no nos quiebra: en ella, nada se ha quebrado…”

Søren Kierkegaard (1813–1855) prolífico filósofo y teólogo danés del siglo XIX

The Seducer's Diary

George Orwell Foto
Mary Shelley Foto
Thomas Bernhard Foto

“me habia quedado tambien casi por completo sin contactos con quienes anteriormente mehabia permitido confrontaciones, es decir, confrontaciones intelectuales en diálogos y discusiones, de todas esas personas, con mi inmersión cada vez más rigurosa en mi trabajo científico, em había apartado y mantenido alejado cada vez más y, como tuve que comprender de pronto, de la forma más peligrosa y, a partir de un momento determinado, no había tenido ya fuerzas para reanudar todos esos lazos intelectuales necesarios, ciertamente había comprendido de pronto que, sin esos contactos, difícilmente podría avanzar, que sin esos contactosm probablemente, en un plazo previsible, no podría ya pensar, que pronto tampoco podría ya existir, pero me faltaban fuerzas para detener, mediante mi propia inicativa, lo que veía ya que se me acercaba, la atrofia de mi pensamiento producida por el apartamiento voluntariamente provocado, de todas las personas suceptibles de un contacto que excediera del más imprescindible, del llamado vernáculo, simplemente del derivado de las necesidades más apremiantes de la existencia en mi casa y su entorno inmediato, y habían pasado años ya desde que había dejado de mantener correpondencia, totalmente absorbido en mis ciencias, había dejado pasar el momento en que todavía hubiera sido posible reanudar esos contactos y correspondencia abandonados, todos mis esfuerzos en ese sentido habían fracasado siempre, porque en el fondo me habían faltado ya por completo, si no las fuerzas para ello, sí, probablemente, la voluntad de hacerlo, y aunque en realidad había comprendido claramente que el camino que había tomado y había seguido ya durante años no era el verdadero camino, que sólo podía ser un camino hacia el aislamiento total, aislamiento no sólo de mi mente y de mi pensamiento, sino en realidad aislamiento de todo mi ser, de toda mi existencia, siempre espantada ya, de todos modos, por ese aislamiento, no había hecho ya nada para remediarlo, había seguido avanzando siempre por ese camino, aunque siempre horrorizado por su lógica, temiendo continuamente ese camino en el que, sin embargo, no hubiera podido ya dar la vuelta; había previsto ya muy pronto la catástrofe, pero no había podido evitarla y, en realidad, se había producido ya mucho antes de que yo la reconociera como tal. Por un lado, la necesidad de aislarse por amor al trabajo científico es la primera de las necesidades deun intelectual, por otro, sin embargo, el peligro de que ese aislamiento se produzca de una forma demasiado radical que, en fin de cuentas, no tenga ya consecuencias estimulantes como se pretendía, sino inhibidoras e incluso aniquiladoras, en el trabajo intelectual es el mayor de los peligros y, a partir de cierto momento, mi aislamiento del entorno por amor a mi trabajo científico (sobre los anticuerpos) había tenido precisamente esas consecuencias aniquiladoras en mi trabajo científico. La comprensión llega siempre, como había tenido que reconocer en mi mente de la forma más dolorosa, demasiado tarde y sólo queda, si es que queda algo, la desesperación, o sea, la comprensión directa del hecho de que ese estado devastador y, por tanto, intelectual, sentimental y, en fin de cuentas corporalmente devastador, surgido de pronto, no puede cambiarse ya, ni por ningún medio.”

Yes

Wallace D. Wattles Foto

“Hay una materia pensante de la cual todas las cosas están hechas y la cual, en su estado original, impregna, penetra y llena los inter espacios del universo. En esta sustancia, un pensamiento produce la cosa imaginada por el pensamiento. Una persona puede formar cosas en su pensamiento y, al grabar su pensamiento en la sustancia sin formar, puede causar que aquello en lo que ha pensado sea creado. Para hacer esto, una persona debe pasar de la mente competitiva a la mente creativa; debe formarse una imagen mental de las cosas que quiere y mantener esta imagen en sus pensamientos con el firme PROPÓSITO de obtener lo que quiere y la FE inquebrantable de que obtendrá lo que quiere, cerrando su mente contra todo lo que pueda tender a quebrantar su propósito, nublar su visión o extinguir su fe. Así que para que pueda recibir lo que quiera cuando venga, una persona debe actuar AHORA sobre la gente y las cosas en su ambiente actual.”

Wallace D. Wattles (1860–1911) escritor estadounidense

LA CIENCIA DE HACERSE RICO (o Éxito Financiero a través del Pensamiento Creativo)
Variante: Hay una materia pensante de la cual todas las cosas están hechas y la cual, en su estado original, impregna, penetra y llena los inter espacios del universo. En esta sustancia, un pensamiento produce la cosa imaginada por el pensamiento. Una persona puede formar cosas en su pensamiento y, al grabar su pensamiento en la sustancia sin forma puede causar que aquello en lo que ha pensado sea creado. Para hacer esto, la persona debe pasar de la mente competitiva a la mente creativa; debe formar una imagen mental de las cosas que quiere y mantener esta imagen en sus pensamientos con el firme PROPÓSITO de obtener lo que quiere y la FE inquebrantable de que obtendrá lo que quiere, cerrando su mente contra todo lo que pueda tender a quebrantar su propósito, nublar su visión o extinguir su fe. Y además, debe vivir y actuar de cierta manera. 11

Harlan Ellison Foto
Elizabeth Gilbert Foto
Carmen Laforet Foto
Rainer Maria Rilke Foto
Henning Mankell Foto
Luis Pescetti Foto
Joaquín Sabina Foto
J.C. Ryle Foto
José Antonio Fortea Foto
Patrick Rothfuss Foto
Carlos Ruiz Zafón Foto
Paulo Coelho Foto
Xavier Velasco Foto
John Williams Foto
Cicerón Foto

“En política sólo puedes estar seguro de una cosa, de que jamás puedes estar seguro de nada”

Cicerón (-106–-43 a.C.) jurista, político, filósofo, escritor y orador romano
David Baldacci Foto
J.C. Ryle Foto

“Si algún lector piensa que soy innecesariamente escrupuloso en este punto, le recomiendo que tome nota de un libro singular por Samuel Rutherford (autor de las bien conocidas cartas), llamado “The Spiritual Antichrist” (El anticristo espiritual). Verán allí que, dos siglos atrás, aparecieron las herejías alocadas de una enseñanza extravagante, precisamente acerca de esta doctrina de que “Cristo mora” en los creyentes. Encontrarán que Saltmarsh, Dell, Towne y otros maestros falsos contra quienes contendió el acertado Samuel Rutherford. Aquellos tenían extrañas nociones acerca de “Cristo en nosotros” y luego procedieron a edificar sobre la doctrina antinomiana, sobre un fanatismo de la peor clase y con tendencias de las más viles. Así, ellos mantenían que la vida separada y personal del creyente había desaparecido completamente, ¡que Cristo viviendo en él era quien se arrepentía, creía y actuaba! La raíz de este tremendo error era una interpretación forzada y nada bíblica de textos como “ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí” (Gá. 2:20) y el resultado natural de esto fue que muchos infelices seguidores de este pensamiento llegaron a la cómoda conclusión de que los creyentes no eran responsables de sus acciones, ¡hicieran lo que hicieran! Según esta interpretación, ¡los creyentes estaban muertos y sepultados y sólo Cristo vivía en ellos y se hacía cargo de todo! ¡La consecuencia definitiva fue que algunos creían que podían quedarse tranquilos con una seguridad carnal, que ya no tenían ninguna responsabilidad personal y podían cometer cualquier clase de pecado sin ningún temor! No olvidemos nunca que la verdad distorsionada y exagerada, puede convertirse en el origen de las herejías más peligrosas. Cuando hablamos de que “Cristo está en nosotros”, tengamos el cuidado de explicar lo que queremos decir. Me temo que hay quienes descuidan esto en la actualidad. 6.”

J.C. Ryle (1816–1900) obispo de Liverpool

Santidad

Jane Austen Foto
Nick Hornby Foto
John Berger Foto
Rick Warren Foto
Giovanni Sartori Foto
Enrique Vila-Matas Foto
Idries Shah Foto
Sarah Dessen Foto
Julio Cortázar Foto
Yukio Mishima Foto
Ray Bradbury Foto
Bobby Fischer Foto
Isabel Allende Foto
John Kennedy Toole Foto

“Dicen que la vida se puede recorrer por dos caminos: el bueno y el malo. Yo no creo eso. Yo más bien creo que son tres: el bueno, el malo y el que te dejan recorrer. El bueno lo he intentado andar y no me ha ido bien. Juro que ha sido así. De pequeño hice todo lo que consideré correcto y lo que está bendita New Orleáns, con sus acordes de ébano y sus insoportables chaquetas a rayas me inducía a hacer. Estudié profundamente y traté de trasladar mis conocimientos con pasión. Los estudiantes saben eso. También escribí encerrado en un pequeño mundo cuarto juntando frases, frustrándome ante las huidizas buenas palabras y las no menos resbaladizas imágenes, comparaciones, situaciones, personajes, diálogos. Asumí estar en ese camino porque es ese el modo como se consiguen los sueños. Al menos eso creía hasta un día, cuando tenía todo acabado y faltaba la confirmación de que había decidido bien, no hubo recompensa. No hubo zanahoria, Ahí me di cuenta de que ya estaba caminando, lejos de mi voluntad, por la otra senda. Esa que no es la buena ni la mala. Porque está claro que la buena es buena porque es una opción propia. La mala es mala porque también es tu opción. Pero la otra no es algo que hayas escogido, por lo cual no pueden decir que es ciertamente buena o ciertamente mala. Es ciertamente ajena, impropia. Por ese camino involuntario caminé, llevado de las narices, arrastrado como un palo sin poder animarme. Tuve que resignarme a ser como ellos me ordenaban, a aceptar sus juicios y sus rechazos. A comprobar una vez más que no todos pueden ver más allá de su aliento. A ser víctima de un sistema que hace de gente como yo infelices zombies o incomprendidos. Y hay que tener el espíritu muy bien templado, tal vez como acero damasquino o más, para afrontar semejante fuerza.”

John Kennedy Toole (1937–1969) novelista estadounidense
Mariano José de Larra Foto

“Dejemos esta cuestión para mañana, porque ya estarás cansado de leer hoy: si mañana u otro día no tienes, como sueles, pereza de volver a la librería, pereza de sacar tu bolsillo, y pereza de abrir los ojos para hojear las hojas que tengo que darte todavía, te contaré cómo a mí mismo, que todo esto veo y conozco y callo mucho más, me ha sucedido muchas veces, llevado de esta influencia, hija del clima y de otras causas, perder de pereza más de una conquista amorosa; abandonar más de una pretensión empezada, y las esperanzas de más de un empleo, que me hubiera sido acaso, con más actividad, poco menos que asequible; renunciar, en fin, por pereza de hacer una visita justa o necesaria, a relaciones sociales que hubieran podido valerme de mucho en el transcurso de mi vida; te confesaré que no hay negocio que no pueda hacer hoy que no deje para mañana; te referiré que me levanto a las once, y duermo siesta; que paso haciendo el quinto pie de la mesa de un café, hablando o roncando, como buen español, las siete y las ocho horas seguidas; te añadiré que cuando cierran el café, me arrastro lentamente a mi tertulia diaria (porque de pereza no tengo más que una), y un cigarrito tras otro me alcanzan clavado en un sitial, y bostezando sin cesar, las doce o la una de la madrugada; que muchas noches no ceno de pereza, y de pereza no me acuesto; en fin, lector de mi alma, te declararé que de tantas veces como estuve en esta vida desesperado, ninguna me ahorqué y siempre fue de pereza.”

Mariano José de Larra (1809–1837) escritor, periodista y político español (1809-1837)
Platón Foto
Patrick Rothfuss Foto
Oscar Wilde Foto
Brandon Sanderson Foto
Mortimer J. Adler Foto

“Cuando compramos un libro establecemos una propiedad, como ocurre con la ropa o los muebles; pero el acto de comprar no representa sino el preludio de la posesión en el caso de un libro. Sólo se posee completamente un libro cuando pasa a formar parte de uno mismo, y la mejor forma de pasar a formar parte de él —lo que viene a ser lo mismo— es escribir en él.

¿Por qué es indispensable subrayar un libro para leerlo? En primer lugar, porque así nos mantenemos despiertos, totalmente despiertos y no sólo conscientes. En segundo lugar, leer, si lo hacemos activamente, equivale a pensar, y el pensamiento tiende a expresarse en palabras, escritas o habladas. La persona que asegura saber lo que piensa pero no puede expresarlo normalmente no sabe lo que piensa. En tercer lugar, anotar las propias reacciones ayuda a recordar las ideas del autor.

La lectura de un libro debería ser una conversación entre el lector y el escritor. Lo más probable es que éste sepa más sobre el tema que aquél; en otro caso, el lector no se molestaría en leer su obra, pero la comprensión supone una tarea doble: la persona que aprende tiene que plantearse preguntas y planteárselas al enseñante, e incluso tiene que estar dispuesta a discutir con éste una vez que ha entendido lo que dice. Literalmente, subrayar un libro equivale a la expresión de las diferencias o de la coincidencia del lector con el escritor, y supone el mayor honor que aquél le puede rendir a éste.”

How to Read a Book: The Classic Guide to Intelligent Reading

Alain de Botton Foto

“Nada que no asuma un riesgo calculado con la fealdad puede ser bello.”

Alain de Botton (1969) escritor suizo

Del amor

Patrick Rothfuss Foto
Blaise Pascal Foto
Cassandra Clare Foto
Christopher Moore Foto

“La ironía puede ser espontánea, mientras que para el sarcasmo hace falta voluntad. El sarcasmo hay que crearlo.”

Christopher Moore (1957) Christopher Moore (nacido el año 1957 en Toledo, Ohio) es un escritor estadounidense de ficción absurda. Su padr…

Pack: 6 Novelas

Paco Ignacio Taibo II Foto
John Katzenbach Foto
Brandon Sanderson Foto
Javier Marías Foto
Elizabeth Gilbert Foto
Patrick Rothfuss Foto
Georg Wilhelm Friedrich Hegel Foto
Enrique Vila-Matas Foto
William Faulkner Foto
Jorge Luis Borges Foto
Gloria Fuertes Foto

“El astronauta desde la luna dijo:
-Todo va OK
lo que apenas se puede aguantar
es este silencio.”

Gloria Fuertes (1917–1998) poetisa española

El libro de Gloria Fuertes

Mario Benedetti Foto
Oscar Wilde Foto
John C. Maxwell Foto

“«Uno no puede enemistarse con las personas e influir en ellas al mismo tiempo».”

Cómo influenciar a las personas: Haga una diferencia en su mundo

Dashiell Hammett Foto
Deepak Chopra Foto

“uno no puede recordar lo que nunca ha aprendido.”

Deepak Chopra (1946) médico, conferencista y escritor indio

Supercerebro

Cassandra Clare Foto
Jane Austen Foto

“No puedo concretar la hora, ni el sitio, ni la mirada, ni las palabras que pusieron los cimientos de mi amor. Hace bastante tiempo. Estaba ya medio enamorado de ti antes de saber que te quería - Mr. Darcy”

Pride and Prejudice
Variante: No puedo concretar la hora, ni el sitio, ni la mirada, ni las palabras que pusieron los cimientos de mi amor. Hace bastante tiempo. Estaba ya medio enamorado de ti antes de saber que te quería

Jane Austen Foto
Théophile Gautier Foto
André Breton Foto
Pär Lagerkvist Foto
Jennifer Niven Foto
Robin S. Sharma Foto

“La cosa más noble que puedes hacer es dar a los demás.”

El monje que vendió su Ferarri: Una fábula espiritual

Joel Osteen Foto
Virginia Woolf Foto

“sabía cuál sería la respuesta: el amor es lo más importante del mundo y ninguna mujer puede llegar a entenderlo. Muy bien. Pero ¿acaso podía entender un hombre lo que ella pensaba acerca de la vida?”

La señora Dalloway
Variante: ¿Qué es tu amor?, podía preguntarle ella. Y sabía cuál sería la respuesta: el amor es lo más importante del mundo y ninguna mujer puede llegar a entenderlo. Muy bien. Pero ¿acaso podía entender un hombre lo que ella pensaba acerca de la vida?

William Shakespeare Foto
John Katzenbach Foto

“Pensó algo curioso: «Se aclama a los escaladores que ponen en peligro su vida por alcanzar la cima del Everest. Se critica a los escaladores que cometen un leve error de cálculo o planificación y mueren en el intento. Pero nadie recuerda a los escaladores que fueron conscientes de sus limitaciones y se dieron la vuelta a pocos metros de la cima. Puede que estén vivos, pero olvidados.»”

El estudiante
Variante: «Se aclama a los escaladores que ponen en peligro su vida por alcanzar la cima del Everest. Se critica a los escaladores que cometen un leve error de cálculo o planificación y mueren en el intento. Pero nadie recuerda a los escaladores que fueron conscientes de sus limitaciones y se dieron la vuelta a pocos metros de la cima. Puede que estén vivos, pero olvidados.»

Ernest Cline Foto
Noam Chomsky Foto

“CONTROLAR EL DESEO DE DEMOCRACIA Todo eso ocurrió hace ciento cincuenta años; en Inglaterra, antes. Se han dedicado esfuerzos enormes a inculcar el Nuevo Espíritu de la Época y hay industrias fundamentales consagradas a la labor: relaciones públicas, publicidad y márketing en general, todo lo cual suma una parte enorme del producto interior bruto. Esas industrias se aplican en lo que el gran economista político Thorstein Veblen llamó «fabricación de deseos».14 En palabras de los propios empresarios, la labor consiste en dirigir a la gente hacia «cosas superficiales» de la vida, como el «consumo en moda». De esa forma la gente puede atomizarse, se pueden separar unos de otros, ya que solo se busca el beneficio personal, y se aleja a las personas del peligroso esfuerzo de pensar por sí mismas y enfrentarse a la autoridad. Edward Bernays, uno de los fundadores de la industria moderna de las relaciones públicas, denominó «ingeniería del consentimiento» al proceso de modelar opiniones, actitudes y percepciones. Bernays era un respetado progresista, al estilo de Wilson, Roosevelt y Kennedy, igual que su coetáneo, el periodista Walter Lippmann, el intelectual público más destacado de Estados Unidos en el siglo XX y alabó «la ingeniería del consentimiento» como «un nuevo arte» en la práctica de la democracia. Ambos reconocieron que la ciudadanía debe ser «puesta en su lugar», marginada y controlada; por su propio interés, por supuesto. La gente era demasiado «estúpida e ignorante» para que se le permita gobernar sus propios asuntos. Esa tarea tenía que dejarse a una «minoría inteligente», a la que hay que proteger «de las trampas y el rugido [del] rebaño desorientado» los «independientes ignorantes y entrometidos»; la «multitud traviesa», como la llaman sus predecesores del siglo XVII. El papel de la población general en una sociedad democrática que funcionara como es debido consistía en ser «espectadores» no «participantes en la acción».15 Y a los espectadores no se les debe permitir ver demasiado. El presidente Obama ha impuesto nuevos criterios para salvaguardar este principio. De hecho, Obama ha castigado a más gente que tira de la manta que todos los presidentes anteriores juntos, todo un éxito para un gobierno que llegó al poder prometiendo transparencia. Entre los muchos temas que no son asunto del rebaño desorientado están las relaciones exteriores. Cualquiera que haya estudiado documentos secretos desclasificados habrá descubierto que, en gran medida, su clasificación se concibió para proteger a las autoridades del escrutinio público. A escala nacional, la plebe no tenía que oír el consejo de los tribunales a grandes empresas: que deberían consagrar algunos esfuerzos muy visibles a buenas obras, de manera que una «opinión pública excitada» no descubriera los enormes beneficios que el Estado niñera les proporcionaba.16”

Noam Chomsky (1928) lingüista, filósofo y activista estadounidense

¿Quién domina el mundo?

Haruki Murakami Foto
Cassandra Clare Foto
Julio Cortázar Foto
David Levithan Foto
Niall Ferguson Foto
Pierre Bourdieu Foto
Jeanette Winterson Foto
Viktor Frankl Foto
Andrzej Sapkowski Foto
Adolf Hitler Foto

“Es preciso que los escritorzuelos y haraganes de hoy sepan que las mayores revoluciones de este mundo nunca fueron acaudilladas por escritores de librillos. No, apenas se limitaron a trazar las bases teóricas de las revoluciones. Desde tiempos inmemoriales, la fuerza que impulsó las grandes avalanchas históricas de índole política y religiosa no fue jamás otra que la magia de la palabra hablada. La gran masa cede ante todo al poder de la oratoria. Todos los grandes Movimientos son reacciones populares, son erupciones volcánicas de pasiones humanas y emociones afectivas aleccionadas, ora por la Diosa cruel de la Miseria, ora por la antorcha de la palabra lanzada en el seno de las masas, pero jamás por el almíbar de literatos esteticistas y héroes de salón. Únicamente un huracán de pasiones ardientes puede cambiar el Destino de los pueblos; mas despertar pasión es sólo atributo de quien en sí mismo siente el fuego pasional. Sólo ese entusiasmo inspira las palabras que, como golpes de martillo, consiguen abrir las puertas del corazón de un pueblo. No ha sido elegido para Anunciador de la Voluntad Divina aquél a quien le falta la pasión y se mantiene en un cómodo silencio. Que cada escritor quede junto a su tintero ocupado con "teorías" si su saber y su talento le bastan para eso. ¡Qué para Führer ni nació ni fue elegido!”

Adolf Hitler (1889–1945) Führer y Canciller Imperial de Alemania. Líder del Partido Nazi

Mi Lucha

Amélie Nothomb Foto
Francisco Umbral Foto
Stephen Hawking Foto