Frases sobre dulce
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“Fidelidad mutua, indispensable aliento para poder expresar con satisfacción: “Hogar, dulce hogar”.”

https://www.autoreseditores.com/libro/10705/hermes-varillas-labrador/frases-metaforas-y-reflexiones-de-un-potosino.html

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“La poesía es el más dulce de los pesares.”

Alfred De Musset (1810–1857) escritor y dramaturgo francés
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“Asociaos con todas las religiones en amistad y concordia, para que aspiren de vosotros la dulce fragancia de Dios.”

Bahá'u'lláh (1817–1892) fundador del bahaísmo

Fuente: Sinopsis y Codificación de las Leyes y Ordenanzas del Kitáb-i-Aqdas.

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“Son hechos los poetas de una masa dulce, suave, correosa y tierna, y amiga de holgar en casa ajena.”

Fuente: Viaje del Parnaso.
Fuente: [Cervantes Saavedra], Miguel de. «Viaje del Parnaso.» Obras de Miguel de Cervantes Saavedra. Volumen 1 de Biblioteca de autores españoles, desde la formación del lenguaje hasta nuestros días. 3ª Edición. Editorial M. Rivadeneyra, 1864. Página 680. https://books.google.es/books?id=dkVvXiP8NAgC&pg=PA680&dq=Son+hechos+los+poetas+de+una+masa+dulce,+suave,+correosa+y+tierna,+y+amiga+de+holgar+en+casa+ajena&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwjnlsyUvIzfAhUl4YUKHVrsDIMQ6AEILjAB#v=onepage&q=Son%20hechos%20los%20poetas%20de%20una%20masa%20dulce%2C%20suave%2C%20correosa%20y%20tierna%2C%20y%20amiga%20de%20holgar%20en%20casa%20ajena&f=false En Google Books.

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“El bien que hemos hecho nos da una satisfacción interior que es la más dulce de todas las pasiones.”

René Descartes (1596–1650) filósofo, matemático y físico francés, considerado el padre de la geometría analítica y de la filosofía mod…

Sin fuentes

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“La venganza es dulce y no engorda.”

Alfred Hitchcock (1899–1980) director de cine británico

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“Así como una jornada bien empleada produce un dulce sueño, así una vida bien usada causa una dulce muerte.”

Leonardo Da Vinci (1452–1519) pintor y polímata del Renacimiento

Fuente: [Polanco], Diane. Las dimensiones de la muerte. Editorial Palibrio, 2013. ISBN 9781463359126, p. 30.

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“La vida más dulce es la de no pensar en nada.”

Sófocles (-496–-406 a.C.) dramaturgo de la antigua Grecia
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“Un dólar ganado en el juego es el doble de dulce que un dólar ganado en tu sueldo.”

Paul Newman (1925–2008) actor, director y productor estadounidense

De sus películas
Fuente: El color del dinero.

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“A nadie le amarga un dulce.”

José Bono (1950) político español

Sin fuentes
Sobre su posible candidatura a la alcaldía de Madrid.

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“¡Compatriotas! Vuestra estimación es el más dulce premio a que podría yo aspirar. Mi vida es vuestra, y rendirla por la gloria del país, es mi primer deber.”

Guillermo Brown (1777–1857) alimrante argentino-irlandés

Al pueblo de Buenos Aires, que lo recibió triunfalmente en Buenos Aires, luego de la acción de la Ensenada.

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“Dulce y honorable es morir por la patria.”
Dulce et decorum est pro patria mori.

Horacio (-65–-8 a.C.) poeta lírico y satírico en lengua latina

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“Algunas son dulce y se las comen y les devoran hasta las pestañas.”

Francisca Valenzuela (1987) Cantante chilena

F. Valenzuela - Dulce.
Citas de sus canciones, Muérdete La Lengua (Feria/La Oreja, 2007)

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“¡Compatriotas! ya que no puedo abrazaros en mi despedida, permitid que os hable por última vez. Con el corazón angustiado y la voz trémula os doy este último adiós; el sentimiento con que me separo de vosotros sólo es comparable a mi gratitud; yo he pedido, yo he solicitado esta partida, que me es ahora tan sensible; pero así lo exigen las circunstancias que habéis presenciado y que yo he olvidado para siempre. Sea cual fuere el lugar adonde llegue, allí estoy con vosotros y con mi cara Patria; siempre soy súbdito de ella y vuestro conciudadano. Aquí os son ya inútiles mis servicios, y os queda al frente del gobierno quien puede haceros venturosos. El Congreso va a instalarse, y él secundará sus esfuerzos: vuestra docilidad los hará provechosos. Debéis recibir en breve sabias instituciones acomodadas al tiempo y a vuestra posición social; pero serán inútiles si no las adoptáis con aquella deferencia generosa que prestaron a Solón todos los partidos que devoraban a Atenas. ¡Quiera el cielo haceros felices, amantes del orden y obsecuentes al que os dirige!… ¡Virtuoso ejército!, ¡Compañeros de armas! llevo conmigo la dulce memoria de vuestros triunfos, y me serán siempre gratos los que la Patria espera de vosotros para consolidar su independencia.”

Bernardo O'Higgins (1778–1842) político y militar chileno

Fuente: Despedida de Chile, momentos antes de exiliarse en el Perú.

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“Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.”

Rayuela
Variante: Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo de aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar como una luna en el agua.

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“No digas que todo era una farsa, siento tanto haber perdido el mapa, que lleva al tesoro dulce y luminoso, que he olvidado donde lo escondimos.”

Ismael Serrano (1974) cantautor español

Vuelvo (Ismael Serrano)
Canciones, Acuerdate de vivir (2010)

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“¿Y dónde está Dulce? ¿En Cuba? ¿Por eso no ha venido?”

Esperanza Aguirre (1952) Política española del PP, expresidenta de la Comunidad de Madrid

A la madre de la escritora Dulce Chacón, fallecida en 2003, en la inauguración del colegio de Fuenlabrada que lleva su nombre en 2006.
Fuente: "¿Está Dulce en Cuba?" http://www.elpais.com/articulo/madrid/IU/queja/Principes/Fuenlabrada/detencion/republicanos/Mostoles/elpepiautmad/20060523elpmad_4/Tes/#despiece1 del periodico El País (23 de mayo de 2006)

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“Bajé por espacio y aires
y mas aires, descendiendo,
sin llamado y con llamada
por la fuerza del deseo,
y a más que yo caminaba
era el descender más recto
y era mi gozo más vivo
y mi adivinar más cierto,
y arribo como la flecha
éste mi segundo cuerpo
en el punto en que comienzan
Patria y Madre que me dieron.

¡Tan feliz que hace la marcha!
Me ataranta lo que veo,
lo que miro o adivino,
lo que busco y lo que encuentro;
pero como fui tan otra
y tan mudada regreso,
con temor ensayo rutas,
peñascales y repechos,
el nuevo y largo respiro,
los rumores y los ecos.
O fue loca mi partida
o es loco ahora el regreso;
pero ya los pies tocaron
bajíos, cuestas, senderos,
gracia tímida de hierbas
y unos céspedes tan tiernos
que no quisiera doblarlos
ni rematar este sueño
de ir sin forma caminando
la dulce parcela, el reino
que me tuvo sesenta años
y me habita como un eco (…)”

Gabriela Mistral (1889–1957) poeta, diplomática, feminista y pedagoga chilena, lucila de maria del perpetuo godoy alcayaga

Poema de Chile
Variante: Bajé por espacio y aires
y mas aires, descendiendo,
sin llamado y con llamada
por la fuerza del deseo,
y a más que yo caminaba
era el descender más recto
y era mi gozo más vivo
y mi adivinar más cierto,
y arribo como la flecha
éste mi segundo cuerpo
en el punto en que comienzan
Patria y Madre que me dieron.

¡Tan feliz que hace la marcha!
Me ataranta lo que veo,
lo que miro o adivino,
lo que busco y lo que encuentro;
pero como fui tan otra
y tan mudada regreso,
con temor ensayo rutas,
peñascales y repechos,
el nuevo y largo respiro,
los rumores y los ecos.
O fue loca mi partida
o es loco ahora el regreso;
pero ya los pies tocaron
bajíos, cuestas, senderos,
gracia tímida de hierbas
y unos céspedes tan tiernos
que no quisiera doblarlos
ni rematar este sueño
de ir sin forma caminando
la dulce parcela, el reino
que me tuvo sesenta años
y me habita como un eco.

Voy en delgadez de niebla
pero sin embargo llevo
las facciones de mi cara,
lo quebrantado del peso,
intacta la voluntad
pero el rostro medio ciego
y respondo por mi nombre
aunque ya no sea aquéllo.

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“Nieva sobre Edimburgo el 16 de abril de 1874. Un frío gélido azota la ciudad. Los viejos especulan que podría tratarse del día más frío de la historia. Diríase que el sol ha desaparecido para siempre. El viento es cortante; los copos de nieve son más ligeros que el aire.
¡Blanco! ¡Blanco! ¡Blanco!
Explosión sorda. No se ve más que eso. Las casas parecen locomotoras de vapor, sus chimeneas desprenden un humo grisáceo que hace crepitar el cielo de acero. Las pequeñas callejuelas de Edimburgo se metamorfosean. Las fuentes se transforman en jarrones helados que sujetan ramilletes de hielo. El viejo río se ha disfrazado de lago de azúcar glaseado y se extiende hasta el mar. Las olas resuenan como cristales rotos. La escarcha cae cubriendo de lentejuelas a los gatos. Los árboles parecen grandes hadas que visten camisón blanco, estiran sus ramas, bostezan a la luna y observan cómo derrapan los coches de caballos sobre los adoquines. El frío es tan intenso que los pájaros se congelan en pleno vuelo antes de caer estrellados contra el suelo. El sonido que emiten al fallecer es dulce, a pesar de que se trata del ruido de la muerte. Es el día más frío de la historia. Y hoy es el día de mi nacimiento. […]
Fuera nieva con auténtica ferocidad. La hiedra plateada trepa hasta esconderse bajo los tejados. Las rosas translúcidas se inclinan hacia las ventanas, sonrojando las avenidas, los gatos se transforman en gárgolas, con las garras afiladas. En el río, los peces se detienen con una mueca de sorpresa. Todo el mundo está encantado por la mano de un soplador de vidrio que congela la ciudad, expirando un frío que mordisquea las orejas. En escasos segundos, los pocos valientes que salen al exterior se encuentran paralizados, como si un dios cualquiera acabara de tomarles una foto. Los transeúntes, llevados por el impulso de su trote, se deslizan por el hielo a modo de baile. Son figuras hermosas, cada una en su estilo, ángeles retorcidos con bufandas suspendidas en el aire, bailarinas de caja de música en sus compases finales, perdiendo velocidad al ritmo de su ultimísimo suspiro.
Por todas partes, paseantes congelados o en proceso de estarlo se quedan atrapados. Solo los relojes siguen haciendo batir el corazón de la ciudad como si nada ocurriera.”

Mathias Malzieu (1974) obras
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“Pero hay algo tan dulce en los prejuicios de una mente joven, que uno llega a sentir pena de ver cómo ceden y les abren paso a opiniones más comunes.”

Sense and Sensibility
Variante: Hay algo tan dulce en los prejuicios de una mente joven, que uno llega a sentir pena de ver cómo ceden y les abren paso a opiniones más comunes.

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“Anoche cuando dormía

Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusiòn!,
que una fontana fluía
dentro de mi corazòn.
Di: ¿por qué acequia escondida,
agua, vienes hasta mí,
manantial de nueva vida
en donde nunca bebí?

Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusiòn!,
que una colmena tenía
dentro de mi corazòn;
y las doradas abejas
iban fabricando en él,
con las amarguras viejas,
blanca cera y dulce miel.

Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusiòn!,
que un sol ardiente lucía
dentro de mi corazòn.

Era ardiente porque daba
calores de rojo hogar,
y era sol porque alumbraba
y porque hacía llorar.

Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusiòn!,
que era Dios lo que tenía
dentro de mi corazòn.”

Antonio Machado (1875–1939) poeta español

Variante: Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusiòn!,
que una fontana fluía
dentro de mi corazòn.
Di: ¿por qué acequia escondida,
agua, vienes hasta mí,
manantial de nueva vida
en donde nunca bebí?

Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusiòn!,
que una colmena tenía
dentro de mi corazòn;
y las doradas abejas
iban fabricando en él,
con las amarguras viejas,
blanca cera y dulce miel.

Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusiòn!,
que un sol ardiente lucía
dentro de mi corazòn.

Era ardiente porque daba
calores de rojo hogar,
y era sol porque alumbraba
y porque hacía llorar.

Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusiòn!,
que era Dios lo que tenía
dentro de mi corazòn.

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“Madre de los juegos latinos y los deleites griegos,
Lesbos, donde los besos, lánguidos o gozosos,
cálidos como soles, frescos como las sandías,
son el adorno de noches y días gloriosos;
madre de los juegos latinos y los deleites griegos.

Lesbos, donde los besos son como cascadas
que se arrojan sin miedo en las simas sin fondo,
y fluyen, entrecortados de sollozos y risas,
tormentosos y secretos, hormigueantes y profundos;
¡Lesbos, donde los besos son como las cascadas!

Lesbos, donde las Frinés se atraen entre sí,
donde nunca un suspiro dejó de hallar un eco,
las estrellas te admiran tanto como a Pafos,
¡y Venus con razón puede envidiar a Safo!
Lesbos, donde las Frinés se atraen entre sí,

Lesbos, tierra de noches cálidas y lánguidas,
que hacen que en sus espejos, ¡infecundo deleite!
las niñas de ojos hundidos, enamoradas de sus cuerpos,
acaricien los frutos ya maduros de su nubilidad;
Lesbos, tierra de noches cálidas y lánguidas,

deja al viejo Platón fruncir su ceño austero;
obtienes tu perdón del exceso de besos,
reina del dulce imperio, tierra noble y amable,
y de refinamientos siempre sin agotar,
deja al viejo Platón fruncir su ceño austero.

Obtienes tu perdón del eterno martirio,
infligido sin tregua a los corazones ambiciosos,
que atrae lejos de nosotros la radiante sonrisa,
¡vagamente entrevista al borde de otros cielos!
¡Obtienes tu perdón del eterno martirio!

¿Qué Dios se atreverá a ser tu juez, oh Lesbos?,
y a condenar tu frente pálida por penosas labores,
si sus balanzas de oro no han pesado el diluvio,
de lágrimas que en el mar vertieron tus arroyos?
¿Qué Dios se atreverá a ser tu juez, oh Lesbos?

¿Qué quieren de nosotros las leyes de lo justo y lo injusto?
Vírgenes de corazón sublime, honra del Archipiélago,
vuestra religión es augusta como cualquiera,
¡y el amor se reirá del Infierno y del Cielo!
¿Qué quieren de nosotros las leyes de lo justo y lo injusto?

Pues Lesbos me ha elegido en la tierra entre todos,
para cantar el secreto de sus floridas vírgenes,
y desde la infancia que inicié en el negro misterio,
de las risas sin freno mezcladas con los llantos sombríos;
pues Lesbos me ha elegido en la tierra entre todos

y desde entonces velo en la cumbre del Léucato,
igual que un centinela de mirada segura y penetrante,
que vigila noche y día,, tartana o fragata,
cuyas formas a lo lejos se agitan en el azul;
y desde entonces velo en la cumbre del Léucato,

para saber si el mar es indulgente y bueno,
y si entre los sollozos que en la roca resuenan,
un día llevará a Lesbos, que perdona,
el cadáver adorado de Safo, que partió,
¡para saber si el mar es indulgente y bueno!

De Safo la viril, la amante y la poetisa,
¡por su palidez triste más hermosa que Venus!
—Al ojo azul venció el negro que mancilla
el tenebroso círculo trazado por las penas
¡de Safo la viril, la amante y la poetisa!

Presentándose al mundo más hermosa que Venus
y vertiendo el tesoro de su serenidad
y el brillo de su rubia juventud,
sobre el viejo Océano prendado de su hija;
¡presentándose al mundo más hermosa que Venus!

—De Safo, que murió el día de su blasfemia,
cuando, insultando el rito y el culto establecido,
convirtió su hermoso cuerpo en pasto supremo
de un bruto cuyo el orgullo castigó la impiedad
de aquella que murió el día de su blasfemia,

y desde entonces Lesbos lanza lamentaciones,
y, pese a los honores que le tributa el mundo,
cada noche le embriaga la voz de la tormenta,
¡que elevan hacia el cielo sus orillas desiertas!
¡y desde entonces Lesbos lanza lamentaciones!”

Les Fleurs du Mal

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