Frases sobre cabo
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“Al fin y al cabo, el fallecido acababa de realizar esa gran proeza personal que es morir.”

Haruki Murakami (1949) escritor y traductor japonés

1Q84 BOOK 3

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“Las cualidades de la juventud y las cualidades de la vejez son las mismas cualidades, pero el efecto que producen es muy distinto. Mire, la realidad es que las cualidades de la juventud no se le toman a mal a la juventud, pero las cualidades de la vejez se le toman a mal a la vejez. Un joven puede mentir sin que se rompa por ello la crisma, pero un aciano que miente se rompe la crisma. A un joven no lo condenan para la eternidad, pero a un viejo se le condena para la eternidad. Un joven que bizquea puede hacer un efecto divertido; una persona vieja bizca produce un efecto repelente. En el caso de un joven, se dice que aún hay esperanza de que un día no bizquee. En el caso de las personas viejas que bizquean no existe ninguna esperanza de que un día no bizqueen. No. No hay posibilidad. Un joven con un pie torcido suscita nuestra compasión, no nuestro asco; un viejo con un pie torcido, sin embargo, solo suscita nuestro asco. Un joven que tiene las orejas de soplillo nos hace reír, un viejo con orejas de soplillo nos sume en el desconcierto y pensamos: qué feo es este hombre que, durante toda su vida, ha tenido esas feas orejas de soplillo. Un joven en una silla de ruedas produce en nosotros emoción. Un viejo en una silla de ruedas nos precipita en la desesperanza. Un joven sin dientes puede parecernos más o menos interesante. Un viejo sin dientes, sin embargo, nos da náuseas, nos hace vomitar. La juventud le lleva siempre ventaja a la vejez, y puede hacer y dejar de hacer lo que quiera. Su estupidez no nos repele, su desvergüenza nos resulta soportable. La vejez, sin embargo, no puede permitirse la estupidez sin que le den en la cabeza y la desvergüenza de la vejez es al fin y al cabo, como sabemos, lo más abominable que existe. De un joven se dice: ¡sí, ya se le pasará! De un viejo, sin embargo, se dice: ¡ese no cambia! Realmente, sin embargo, las cualidades de la juventud y las cualidades de la vejez son las mismas cualidades.”

Frost

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“el éxito en la vida y en las ventas consiste exactamente en eso: llevar a cabo las pequeñas cosas que marcan la gran diferencia.”

Zig Ziglar (1926–2012) escritor, vendedor, y orador motivacional estadounidense

Zig Ziglar Ventas: El manual definitivo para el vendedor profesional

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“… pero al fin y al cabo todas las buenas obras son una mezcla de altruismo e interés propio,…”

Helen Fielding (1958) escritora británica

Bridget Jones: The Edge of Reason

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“Mujer negra

Todavía huelo la espuma del mar que me hicieron atravesar.
La noche, no puedo recordarla.
Ni el mismo océano podría recordarla.
Pero no olvido el primer alcatraz que divisé.
Altas, las nubes, como inocentes testigos presenciales.
Acaso no he olvidado ni mi costa perdida, ni mi lengua ancestral
Me dejaron aquí y aquí he vivido.
Y porque trabajé como una bestia,
aquí volví a nacer.
A cuanta epopeya mandinga intenté recurrir.

Me rebelé.
Su Merced me compró en una plaza.
Bordé la casaca de su Merced y un hijo macho le parí.
Mi hijo no tuvo nombre.
Y su Merced murió a manos de un impecable lord inglés.

Anduve.
Esta es la tierra donde padecí bocabajos y azotes.
Bogué a lo largo de todos sus ríos.
Bajo su sol sembré, recolecté y las cosechas no comí.
Por casa tuve un barracón.
Yo misma traje piedras para edificarlo,
pero canté al natural compás de los pájaros nacionales.

Me sublevé.
En esta tierra toqué la sangre húmeda
y los huesos podridos de muchos otros,
traídos a ella, o no, igual que yo.
Ya nunca más imaginé el camin a Guinea.
¿Era a Guinea? ¿A Benín? ¿Era a
Madagascar? ¿O a Cabo Verde?
Trabajé mucho más.
Fundé mejor mi canto milenario y mi esperanza.
Aquí construí mi mundo.

Me fui al monte.
Mi real independencia fue el palenque
y cabalgué entre las tropas de Maceo.
Sólo un siglo más tarde,
junto a mis descendientes,
desde una azul montaña.

Bajé de la Sierra
Para acabar con capitales y usureros,
con generales y burgueses.
Ahora soy: sólo hoy tenemos y creamos.
Nada nos es ajeno.
Nuestra la tierra.
Nuestros el mar y el cielo.
Nuestras la magia y la quimera.
Iguales míos, aquí los veo bailar
alrededor del árbol que plantamos para el comunismo.
Su pródiga madera ya resuena.”

Nancy Morejón (1944) escritora cubana
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“La calle del Faubourg Saint-Antoine era muy larga. Comenzaba en lo que antes había sido un faubourg, un barrio de las afueras, situado al este de la ciudad antigua. Mucho antes de la Revolución, ya era una zona de artesanos, donde se encontraban la mayoría de los carpinteros y ebanistas. Pese a las ideas republicanas, y a veces radicales, que en general defendían, muchos de aquellos hábiles artesanos y pequeños comerciantes eran, como Petit, muy conservadores en lo que concernía al núcleo familiar. No obstante, más de un monarca había podido comprobar en el pasado que, cuando se echaban a la calle, eran implacables. Petit emprendió la caminata con paso febril. La nieve se había fundido y las calles estaban secas. Al cabo de poco, llegó al lugar donde antes se alzaba la fortaleza de la Bastilla y que entonces no era más que un gran espacio vacío sobre el que flotaba un cielo gris de negros presagios. Allí comenzaba la ciudad antigua. A partir de ese punto, la calle ya no se denominaba faubourg, sino simplemente calle Saint-Antoine. Al cabo de un centenar de metros, volvía a cambiar de nombre, adoptando el de Rivoli. Con aquel prestigioso nombre, conducía a la antigua plaza del mercado de la Grève, contigua al río, donde habían reconstruido el ayuntamiento, el Hôtel de Ville, al que le habían conferido un aspecto de enorme y ornamentado castillo. Después pasó por el antiguo Châtelet, donde en la Edad Media administraba justicia el preboste. Aunque había aminorado el paso, Petit todavía caminaba deprisa y, pese al frío, sudaba un poco. Finalmente, se cepilló con gesto inconsciente las mangas del abrigo cuando entró en la zona más regia de la calle de Rivoli, con la larga serie de arcadas que se sucedían frente al solemne palacio del Louvre y los jardines de las Tullerías, hasta que llegó al vasto espacio despejado de la plaza de la Concordia. Llevaba caminando más de una hora. Su ira se había transformado en una sombría y amarga rabia impregnada de desesperación. Torció hacia el bonito templo clásico de la Madeleine. Justo al oeste de la Madeleine, empezaba otro de los grandes bulevares residenciales proyectados por el barón Haussmann. El bulevar de Malesherbes partía de allí en diagonal para acabar en una de las puertas noroccidentales de la ciudad, más allá del final del parque Monceau. El serio carácter del bulevar adquiría un aire más moderno en los sectores próximos a la Madeleine, precisamente en la zona donde se encontraba, en un gran edificio de la Belle Époque, el piso de Jules Blanchard.”

Edward Rutherfurd (1948) escritor británico

París

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“A partir de un determinado momento, advirtió Paul vagamente, la tecnología había pasado a señalarle únicamente el carácter ineludible y próximo de la nada. En vez de liberar nanobots en el torrente sanguíneo para reparar las cosas más rápidamente de lo que se deterioraban, implantar pequeños computadores en el cerebro de la gente o aplicar otros métodos que Paul había descubierto en la Wikipedia con intención de aplazar la muerte hasta convertirla en ese ente lejano y menguante y casi inexistente que entonces era la vida- y para que la vida, para los humanos inmortales, se convirtiera en la diversión preponderante que entonces era la muerte-, la tecnología parecía abocada a eliminar la vida para siempre cumpliendo incontroladamente su única función: convertir la materia, animada o inanimada, en materia computerizada con el único objeto, al parecer, de aumentar su funcionamiento hasta que el universo fuera un único ordenador. La tecnología, una abstracción indetectable en la realidad concreta, estaba llevando a cabo su tarea concreta, intuyó Paul débilmente mientras le acariciaba el pelo a Erin, gracias a una mano de obra humana, creciente y cada vez más entregada que, en el transcurso de cientos de generaciones, iba recibiendo lo que parecían anticipos (desde los pies a los coches pasando por las bicicletas, desde la cara a Internet hasta los tablones de anuncios) a cambio de convertir una cantidad suficiente de materia en materia computerizada para que los ordenadores pudieran ir construyéndose a sí mismos.”

Taipei

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“Te amo -le dijo Buttercup-. Sé que esto debe resultarte sorprendente, puesto que lo único que he hecho siempre ha sido mofarme de tí, degradarte y provocarte, pero llevo ya varias horas amándote, y cada segundo que pasa te amo más. Hace una hora, creí que te amaba más de lo que ninguna mujer ha amado nunca a un hombre; media hora más tarde, supe que lo que había sentido entonces no era nada comparado con lo que sentí después. Mas al cabo de diez minutos, comprendí que mi amor anterior era un charco comparado con el mar embravecido antes de la tempestad. A eso se parecen tus ojos, ¿lo sabías? Pues sí. ¿Cuántos minutos hace de eso? ¿Veinte? ¿Serían mis sentimientos tan encendidos entonces? No importa. -Buttercup no podía morarlo. El sol comenzó a asomar entonces a sus espaldas y le infundió valor -. Ahora te amo más que hace veinte minutos, tanto que no existe comparación posible. Te amo mucho más en este momento que cuando abriste la puerta de tu choza. En mi cuerpo no hay sitio más que para tí. Mis brazos te aman, mis orejas te adoran, mis rodillas tiemblan de ciego afecto. Mi mente te suplica que le pidas algo para que pueda obedecerte. ¿Quieres que te siga para el resto de tus días? Lo haré. ¿Quieres que me arrastre? Me arrastraré. Por tí me quedaré callada, por tí cantaré, y si tienes hambre, deja que te traiga comida, y si tienes sed y sólo el vino árabe puede saciarla, iré a Arabia, aunque esté en el otro confín del mundo, y te traeré una botella para el almuerzo. Si hay algo que sepa hacer por tí, lo haré; y si hay algo que no sepa, lo aprenderé. Pero recuera, por favor, que ella es vieja y tiene otros intereses, mientras que yo tengo diecisiete años y para mí sólo existes tú. Mi querido Westley… nunca te había llamado por tu nombre, ¿verdad…? Westley, Westley, Westley, Westley… querido Westley, adorado Westley, mi dulce, mi perfecto Westley, dime en un susurro que tendré la oportunidad de ganarme tu amor.”

The Princess Bride

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“Francia ha sido tradicionalmente el ideal de Estado-nación soñado por las élites políticas españolas, salvo algunos raros grupos o personajes liberales que quisieron emular a Gran Bretaña. En cambio, y comprensiblemente, el modelo francés ha sido rechazado siempre por las élites periféricas, que lo consideran el ejemplo de la centralización y la falta de respeto hacia culturas como la corsa, la occitana o la bretona. Trasplantar el canon francés a España ha sido, sin embargo, una empresa nada fácil de llevar a cabo y la obstinación por imitarlo es quizás la clave de muchos de los problemas vividos al sur de los Pirineos. Porque, a diferencia del país vecino, en España nunca hubo una gran revolución que eliminara, incluso físicamente, a los detentadores de los poderes locales o a un clero católico que ponía serios límites a la influencia cultural del Estado. Tampoco logró durar nunca un régimen republicano que implantara un servicio militar verdaderamente universal ni un sistema escolar general, gratuito, laico y obligatorio. Ni ha existido históricamente una capital cuyo tamaño, potencia económica e influencia cultural sobrepasaran de manera indiscutible a cualquier otra ciudad del país. Tampoco hubo un affaire Dreyfus, ni una guerra mundial recordada como de unánime oposición a la invasión alemana.”

José Álvarez Junco (1942) historiador español

Dioses útiles: Naciones y nacionalismos

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“Del mismo modo que los médicos siempre tienen a mano los instrumentos de hierro para las curas de urgencia, así también conserva tú a punto los principios fundamentales para conocer las cosas divinas y las humanas y así llevarlo a cabo todo, incluso lo más insignificante, recordando la trabazón íntima y mutua de unas cosas con otras. Pues no llevarás a feliz término ninguna cosa humana sin relacionarla al mismo tiempo con las divinas, ni tampoco al revés.”

Fuente: [Aurelio] (2018), p. 31. https://books.google.es/books?id=G3dqDwAAQBAJ&pg=PA83&dq=El+arte+de+vivir+se+asemeja+m%C3%A1s+a+la+lucha+que+a+la+danza&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwjT08nFt6rfAhXoyIUKHfdhA08Q6AEIKTAA#v=onepage&q=m%C3%A9dicos&f=false En Google Books. Consultado el 9 de diciembre de 2019.
Fuente: Meditaciones

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“Jamás ninguno echó tan bien la cuenta de su vida, que los negocios, los años y la experiencia no le enseñasen algo nuevo, y le avisasen de algo, de manera que lo que él se pensaba saber no lo supiese, y lo que tenía por mejor lo reprobase. Lo cual ahora a mi me ha acaecido, porque aquella vida áspera que yo hasta aquí he seguido, ahora que ya casi estoy al fin de la jornada, la condeno. ¿Y por qué? Porque la experiencia me ha enseñado que al hombre no hay cosa que le esté mejor que la benignidad y la clemencia. Que esto es verdad, por mí y por mi hermano lo puede entender quienquiera fácilmente. Él siempre ha pasado su vida sin cuidados y en convites; benigno, manso, sin ofender a nadie, complaciendo a todos, ha vivido a su gusto, gastado a su gusto; todos le elogian, todos le aman. Yo soy el villano, el cruel, el triste, el escaso, el terrible, el duro. Caséme:¡qué desdichas en el matrimonio! Naciéronme hijos: ¡nuevos cuidados! Pues además de esto, procurando dejarles mucha hacienda, toda mi vida y mis años he gastado en adquirir. Y ahora, al cabo de ellos, el galardón de mis trabajos es ser aborrecido. Mi hermano, sin trabajo ninguno, goza de todas las ventajas de un padre con mis hijos: a él le aman, de mí huyen; a él le tienen afición; ambos están con él; a mí me desamparan. A él le desean larga vida; tal vez codician mi muerte. De manera, que los que yo he criado con gran trabajo, él se los ha hecho suyos a poca costa. Yo llevo a cuestas todas las fatigas, y él se goza todos los contentos. ¡Ea, pues, probemos ahora al contrario, si podré yo decir alguna palabra amorosamente o me obliga a ello! Que también quiero yo ser amado, y estimado de los míos. Y si esto ha de dándoles y complaciéndoles, no seré yo de los posteros. ¿Y si falta? ¡A mí qué…! Para mí no faltará; que ya poca vida me queda.”

Terencio (-185–-159 a.C.)

Otras citas ordenadas
Fuente: El libro de oro de la sabiduría, Reader's Digest.

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“El capitalismo no tiene porvenir como modelo de sociedad, como nada; es un disparate de cabo a rabo, es una injusticia de cabo a rabo, es el imperio del egoísmo, es la ley de la selva, y todavía hay idiotas por ahí que creen que van a resolver el problema con el capitalismo.”

Fidel Castro (1926–2016) Ex Presidente de Cuba y Ex Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba

Discurso por el XXXIV aniversario del Asalto al Palacio Presidencial y a Radio Reloj, 13/3/1991.

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“La humanidad tiene una extraña afición por seguir las procesiones. Haga que cuatro hombres sigan una pancarta en la calle y, si esa pancarta está escrita con rimas de un optimismo agradable, al cabo de una hora, todo el pueblo estará en pie, listo para marchar con cualquier melodía que guste a los líderes.”

John Dos Passos (1896–1970)

Original: «Humanity has a strange fondness for following processions. Get four men following a banner down the street, and, if that banner is inscribed with rhymes of pleasant optimism, in an hour, all the town will be afoot, ready to march to whatever tune the leaders care to play.»
Fuente: Dos Passos, John. John Dos Passos: the major nonfictional prose. Editor Donald Pizer. Edición reimpresa. Editorial Wayne State University Press, 1988. ISBN 9780814320570. p. 30.
Fuente: A Humble Protest, Harvard Monthly, 1916.

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“Poco a poco fue idealizándola, atribuyéndole virtudes improbables, sentimientos imaginarios, y al cabo de dos semanas ya no pensaba más que en ella.”

Gabriel García Márquez (1927–2014) modelo de bigotes

Citas de sus libros, El amor en los tiempos del cólera (1985)

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“No existe viaje alguno que te exonere de tus pasiones, de tus enojos, de tus temores; porque si existiera alguno las gentes, en apretadas columnas, lo llevarían a cabo.”

Lucio Anneo Seneca (-4–65 a.C.) filósofo, político, orador y escritor romano

Fuente: Cartas de Séneca a Lucilio 104.19.

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“Del mismo modo que los médicos siempre tienen a mano los instrumentos de hierro para las curas de urgencia, así también conserva tú a punto los principios fundamentales para conocer las cosas divinas y las humanas y así llevarlo a cabo todo, incluso lo más insignificante, recordando la trabazón íntima y mutua de unas cosas con otras. Pues no llevarás a feliz término ninguna cosa humana sin relacionarla al mismo tiempo con las divinas, ni tampoco al revés.”

Fuente:
Fuente: Meditaciones https://books.google.es/books?id=G3dqDwAAQBAJ&pg=PA83&dq=El+arte+de+vivir+se+asemeja+m%C3%A1s+a+la+lucha+que+a+la+danza&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwjT08nFt6rfAhXoyIUKHfdhA08Q6AEIKTAA#v=onepage&q=m%C3%A9dicos&f=false. Marco Aurelio. Editorial Verbum, 2018. ISBN 9788490745113. Página 31.

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“Nuestra lucha por la democracia se ha llevado a cabo con un fuerte dominio del principio de no violencia. Y también creemos en el estado de derecho. Entonces, si pregunta cómo proponemos resolver todos estos problemas de violencia]] entre comunidades, entre diferentes grupos étnicos, tenemos que comenzar con el estado de derecho. Las personas deben sentirse seguras antes de poder comenzar a hablar entre ellas. No podemos lograr la armonía sin seguridad. Las personas que se sienten amenazadas no van a sentarse y resolver sus problemas. Así que me gustaría recomendar, como presidente del Comité de Estado de Derecho y del Comité de Paz, no se olvide que también se incluye la paz, que el gobierno debe observar el estado de derecho. Es el deber del gobierno hacer que toda nuestra gente se sienta segura, y es el deber de nuestra gente aprender a vivir en armonía unos con otros.”

Aung San Suu Kyi (1945) política birmana

Original: «Our struggle for democracy has been carried out with a strong grasp on the principle of nonviolence. And also, we believe in the rule of law. So if you ask how do we propose to resolve all of these problems of violence between communities, between different ethnic groups, we've got to start with rule of law. People have to feel secure before they can start talking to one another. We cannot achieve harmony without security. People who feel threatened are not going to sit down and sort out their problems. So I would like to recommend, as the chair of the Rule of Law and Tranquility Committee -- don't forget that tranquility is also included -- that the government should look to rule of law. It is the duty of the government to make all our people feel secure, and it is the duty of our people to learn to live in harmony with one another.»

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“A petición perentoria de una gran mayoría de los ciudadanos de estos Estados Unidos, yo, Joshua Norton, antes de Algoa Bay, Cabo de Buena Esperanza, y ahora durante los últimos nueve años y diez meses de San Francisco, California, me declaro y proclamo emperador de estos Estados Unidos, y en virtud de la autoridad conferida de este modo, por la presente ordeno y mando a los representantes de los diferentes Estados de la Unión que se reúnan en el Musical Hall de esta ciudad el 1 de febrero próximo, para en el acto hacer las modificaciones en las leyes vigentes de la Unión que mejorarían los males bajo los cuales el país está trabajando y, de este modo, generar confianza, tanto en el país como en el extranjero, en nuestra estabilidad e integridad.”

Joshua A. Norton (1811–1880)

Proclamación de su imperio mediante carta a los editores de varios periódicos de San Francisco, 17 de septiembre de 1859.
Fuente:
Original: «At the peremptory request of a large majority of the citizens of these United States, I, Joshua Norton, formerly of Algoa Bay, Cape of Good Hope, and now for the past nine years and ten months of San Francisco, California, declare and proclaim myself Emperor of these U.S., and in virtue of the authority thereby in me vested, do hereby order and direct the representatives of the different States of the Union to assemble in the Musical Hall of this city on the 1st day of February next, then and there to make such alterations in the existing laws of the Union as may ameliorate the evils under which the country is laboring, and thereby cause confidence to exist, both at home and abroad, in our stability and integrity».
Fuente: Citado en St. John, David. An Emperor Among Us: The Eccentric Life and Benevolent Reign of Norton I, Emperor of the United States, as Told by Mark Twain. Editorial iUniverse, 2012. ISBN 9781475961027. p. 85.

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“«La lucidez me mueve hacia confines inexplorados donde al cabo hallo respuestas»
(Alberto JIMÉNEZ URE)”

Fuente: https://www.elnacional.com/2025/01/continuare-escribiendo-y-mirare-las-montanas-desde-mi-anexo-en-merida-venezuela/