Lo que está en mi corazón
Frases sobre propio
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Pásame otro ladrillo
Under the Volcano
El poder del pensamiento flexible: De una mente rígida a una mente libre y abierta al cambio
Perón, el Fetiche de las Masas: Biografía de un dictador
“Tus propias acciones son un espejo mejor de tu vida que todas las acciones juntas de tus enemigos.”
El brujo del cuervo
Los Principios del Exito: Como Llegar de Donde Esta a Donde Quiere Ir
2001: A Space Odyssey
El síndrome de la oruga
Colección integral de León Tolstoi (Guerra y Paz, Ana Karenina, La muerte de Iván Ilich, Resurrección):
El cuento número trece
Variante: Cuando el miedo y el
frío hacen de ti una estatua en tu propia cama, no ansíes que la Verdad
pura y dura acuda en tu auxilio. Lo que necesitas es el mullido consuelo
de un relato. La protección balsámica, adormecedora, de una mentira.
“¿Qué es un político? —Es como un espía, solo que de tu propio bando”
Regimiento Monstruoso
Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva. Ed. revisada y actualizada
Hide and Seek
Amar lo que es
Orando la Biblia
Like Water for Chocolate
Variante: Mi abuela tenía una teoría muy interesante, decía que si bien todos nacemos con una caja de cerillos en nuestro interior, no los podemos encender solos, necesitamos, como en el experimento, oxígeno y la ayuda de una vela. Sólo que en este caso el oxígeno tiene que provenir, por ejemplo, del aliento de la persona amada; la vela puede ser cualquier tipo de alimento, música, caricia, palabra o sonido que haga disparar el detonador y así encender uno de los cerillos. Por un momento nos sentiremos deslumbrados por una intensa emoción. Se producirá en nuestro interior un agradable calor que irá desapareciendo poco a poco conforme pase el tiempo, hasta que venga una nueva explosión a reavivarlo. Cada persona tiene que descubrir cuáles son sus detonadores para poder vivir, pues la combustión que se produce al encenderse uno de ellos es lo que nutre de energía al alma. En otras palabras, esta combustión es su alimento. Si uno no descubre a tiempo cuáles son sus propios detonadores, la caja de cerillos se humedece y ya nunca podremos encender un solo fósforo. Si eso llega a pasar el alma huye de nuestro cuerpo, camina errante por las tinieblas más profundas tratando vanamente de encontrar alimento por sí misma, ignorante de que sólo el cuerpo que ha dejado inerme, lleno de frío, es el único que podría dárselo. ¡
“¿Qué es la riqueza sino el modo de ampliar la propia vida?”
Atlas Shrugged