Frases sobre el agua
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“No es la contaminación la que esta dañando el ambiente. Son las impurezas en nuestro aire y nuestra agua las que lo están haciendo.”

Dan Quayle (1947) político estadounidense

Falsamente atribuidas
Fuente: Revista MAD, que decía qué se podía esperar de Quayle en el futuro.

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“Con las lluvias del verano. El agua estancada y el río se juntan.”

Yosa Buson (1716–1783) pintor de Japon

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“Nunca se mezcla el agua y el fuego.”

Teognis de Megara (-570–-485 a.C.)

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“«Venían del muelle Morland, sin corbatas, sin sombreros, sofocados, mojados por la lluvia, con los ojos brillantes. Gavroche les abordó con calma.
- ¿Adónde vamos? - preguntó.
- Ven - contestó Courfeyrac.
Detrás de Feuilly marchaba, o más bien saltada Bahorel, como un pez en el agua del motín. Llevaba un chaleco carmesí y profería palabras de esas que lo rompen todo. Su chaleco impresionó a un transeúnte, que gritó asustado:
- ¡Aquí están los rojos!
- ¡El rojo, los rojos! - replicó Bahorel -. ¡Vaya un temor gracioso, burgués! Por lo que a mí respecta, no tiemblo ante una amapola, la caperucita roja no me inspira pavor alguno. Créame, burgués, dejemos el miedo al rojo para los animales con cuernos.»”

Les Misérables
Variante: Venían del muelle Morland, sin corbatas, sin sombreros, sofocados, mojados por la lluvia, con los ojos brillantes. Gavroche les abordó con calma.
- ¿Adónde vamos? - preguntó.
- Ven - contestó Courfeyrac.
Detrás de Feuilly marchaba, o más bien saltada Bahorel, como un pez en el agua del motín. Llevaba un chaleco carmesí y profería palabras de esas que lo rompen todo. Su chaleco impresionó a un transeúnte, que gritó asustado:
- ¡Aquí están los rojos!
- ¡El rojo, los rojos! - replicó Bahorel -. ¡Vaya un temor gracioso, burgués! Por lo que a mí respecta, no tiemblo ante una amapola, la caperucita roja no me inspira pavor alguno. Créame, burgués, dejemos el miedo al rojo para los animales con cuernos.

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“Mientras que tú piensas: agua pura, querida agua pura, solo estaré a medias en este lugar, solo a medias seré culpable, seré agua pura allí contigo.”

Jean Paul Sartre (1905–1980) filósofo, escritor y activista francés

No Exit and Three Other Plays

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“ーEscribí algo para ti, ーla corrigió con una sonrisa y comenzó a tocar.

Ella escuchó emocionada; comenzó lento, sencillo, su control sobre el arco producía un sonido armónico. La melodía la lleno tan fresca y dulce como el agua, tan esperanzadora y adorable como un amanecer. Miró a sus dedos fascinada por el movimiento tan exquisito que hacia que las notas salieran del violín. El sonido se volvió mas profundo conforme el arco se movía mas rápido, el antebrazo de Jem se desplazaba hacia adelante y atrás, su delgado cuerpo parecía difuminarse con el movimiento de su hombro. Sus dedos se deslizaban cuidadosamente arriba y abajo, el tono de la música profundizó, como nubes de tormenta reuniéndose en un horizonte brillante, un río que se convertía en torrente. Las notas se estrellaban a sus pies aumentando el sonido, el cuerpo entero de Jem parecía moverse en sintonía con los sonidos que emanaban del instrumento, a pesar de que ella sabia que sus pies se encontraban firmes en el suelo. Su corazón encontró la paz con la música, los ojos de Jem estaban cerrados, las comisuras de sus labios mostraban un gesto de dolor. Una parte de ella quería correr a sus pies, rodearlo con sus brazos; la otra otra parte no quería que se detuviera la música, el hermoso sonido de él. Era como si él hubiera tomado su arco utilizándolo como un pincel para pintar, creando un lienzo en el cual su alma se muestra claramente. Cuando las ultimas notas se alzaron más y más alto, llegando a tocar el paraíso, Tessa estuvo consciente de que su rostro estaba húmedo, pero no fue hasta que la ultima nota dejo de sonar y él bajo el violín cuando se dio que estaba llorando.”

The Infernal Devices: Clockwork Princess

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“Blanca, en cambio, se había acostumbrado a vivir sola. Terminó por encontrar paz
en sus quehaceres de la gran casa, en su taller de cerámica y en sus Nacimientos de
animales inventados, donde lo único que correspondía a las leyes de la biología era la
Sagrada Familia perdida en una multitud de monstruos. El único hombre de su vida era
Pedro Tercero, pues tenía vocación para un solo amor. La fuerza de ese
inconmovible sentimiento la salvó de la mediocridad y de la tristeza de su destino.
Permanecía fiel aun en los momentos en que él se perdía detrás de algunas ninfas de
pelo lacio y huesos largos, sin amarlo menos por ello. Al principio creía morir cada vez
que se alejaba, pero pronto se dio cuenta de que sus ausencias duraban lo que un
suspiro y que invariablemente regresaba más enamorado y más dulce. Blanca prefería
esos encuentros furtivos con su amante en hoteles de cita, a la rutina de una vida en
común, al cansancio de un matrimonio y a la pesadumbre de envejecer juntos
compartiendo las penurias de fin de mes, el mal olor en la boca al despertar, el tedio
de los domingos y los achaques de la edad. Era una romántica incurable. Alguna vez
tuvo la tentación de tomar su maleta de payaso y lo que quedaba de las joyas del
calcetín, e irse con su hija a vivir con él, pero siempre se acobardaba. Tal vez temía
que ese grandioso amor, que había resistido tantas pruebas, no pudiera sobrevivir a la
más terrible de todas: la convivencia. Alba estaba creciendo muy rápido y comprendía
que no le iba a durar mucho el buen pretexto de velar por su hija para postergar las
exigencias de su amante, pero prefería siempre dejar la decisión para más adelante.
En realidad, tanto como temía la rutina, la horrorizaba el estilo de vida de Pedro
Tercero, su modesta casita de tablas y calaminas en una población obrera, entre
cientos de otras tan pobres como la suya, con piso de tierra apisonada, sin agua y con
un solo bombillo colgando del techo. Por ella, él salió de la población y se mudó a un
departamento en el centro, ascendiendo así, sin proponérselo, a una clase media a la
cual nunca tuvo aspiración de pertenecer. Pero tampoco eso fue suficiente para Blanca.
El departamento le pareció sórdido, oscuro, estrecho y el edificio promiscuo. Decía que
no podía permitir que Alba creciera allí, jugando con otros niños en la calle y en las
escaleras, educándose en una escuela pública. Así se le pasó la juventud y entró en la
madurez, resignada a que los únicos momentos de placer eran cuando salía
disimuladamente con su mejor ropa, su perfume y las enaguas de mujerzuela que a
Pedro Tercero cautivaban y que ella escondía, arrebolada de vergüenza, en lo más
secreto de su ropero, pensando en las explicaciones que tendría que dar si alguien las
descubría. Esa mujer práctica y terrenal para todos los aspectos de la existencia,
sublimó su pasión de infancia, viviéndola trágicamente. La alimentó de fantasías, la idealizó, la defendió con fiereza, la depuró de las verdades prosaicas y pudo convertirla
en un amor de novela.”

The House of the Spirits

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“El Alquimista cogió un libro que alguien de la caravana había traído. El volumen estaba sin las tapas, pero logró identificar su autor: Oscar Wilde. Mientras lo hojeaba, encontró una historia sobre Narciso.
El Alquimista conocía la leyenda de Narciso, un hermoso muchacho que todos lod días iba a contemplar su propia belleza en el lago. Estaba tan fascinado por sí mismo, que un día cayó dentro del lago y murió ahogado. En el lugar donde cayó nació una flor a la que llamaron narciso.
Pero no era así como Oscar Wilde ponía fin a la historia.
Él decía que cuando Narciso murió, vinieron las Oréiadas-diosas del bosque- y vieron el lago transformado, de un lago de agua dulce, en un cántaro de lágrimas saladas.
- Por qué lloráis?- preguntaron las Oréiadas.
- Lloro por Narciso,- respondió el lago.
- Oh, no nos extraña que lloréis por Narciso- prosiguieron diciendo ellas-. Al gin y al cabo, a pesar de que todas nosotras le perseguíamos siempre a través del bosque, vos erais el único que tenía la oportunidad de contemplar de cerca su belleza.
- Entonces, ¿era bello Narciso?- preguntó el lago.
- ¿Quién sino vos podría saberlo?- respondieron, sorprendidas, las Oréiadas-. Después de todo, era sobre vuestra orilla donde él se inclinaba todos los días.
El lago quedóse inmóvil unos instantes. Finalmento dijo:
- Lloro por Narciso, pero nunca me habñia dado cuenta de que Narciso fuese bello.
- Lloro por Narciso porque cada vez que él se recostaba sobre mi orilla yo podía ver, en el fondo de sus ojos, mi propia belleza reflejada.

Qué historia tan hermosa- dijo el Alquimista.”

Paulo Coelho (1947) escritor brasileño
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“Parece que va siendo evidente que la distopía que nos corresponde no es 1984, de Orwell, sino Un mundo feliz, de Aldous Huxley, en el que hay consenso para que desaparezca por nocivo y peligroso el “amor romántico”, ese pleonasmo (como el agua húmeda). Sin amor sólo quedará el sexo como placer y fiesta, una especie de amor sin espinas, como los filetes de pescado congelado. Punto final a esa manía alucinatoria de buscar nuestra otra mitad, el cariño absoluto que da sentido a la vida o compensa de no encontrarlo, los celos y recelos, las cóleras y reconciliaciones, la pérdida, la fatiga asombrosa de querer. “Si duele no es amor”, han decretado los coachs(esos psicólogos para quienes no tienen ya psique). Así podemos despachar el estorbo de casi toda la literatura occidental, basada en que solo es amor si duele. Y sus contradicciones: el poeta que se queja de la espina en el corazón clavada y cuando se la quitan protesta porque ya no siente el corazón… ¡Bah, no tienen pensamiento positivo, no saben pasarlo bien! Así les va a las pobres chicas, Emma, Ana, Desdémona… el último beso de Otelo. ¡Otelo! ¡Cómo no le da vergüenza a Shakespeare ser tan romántico al hablar de la violencia de género! Necesitamos menos poetas y más pilates: hay que decírselo a los adolescentes enseguida, para que no se amarguen la vida.
Olvidemos el bárbaro pasado y sus neuróticos arrebatos. Adiós a morbosas torturas como las que describe T. S. Eliot (trad. Andreu Jaume): “¿Quién concibió pues el tormento? El Amor. / El Amor es el nombre más siniestro / escondido en las manos que bordaron / la insoportable camisa de fuego / que las fuerzas humanas no quitaron. / Tan solo suspiramos, tan solo vivimos / por fuego y por el fuego consumidos”.”

Fernando Savater (1947) filósofo español
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“A Leopoldo Lugones

Los rumores de la plaza quedan atrás y entro en la Biblioteca. De una manera casi física siento la gravitación de los libros, el ámbito sereno de un orden, el tiempo disecado y conservado mágicamente. A izquierda y a derecha, absortos en su lúcido sueño, se perfilan los rostros momentáneos de los lectores, a la luz de las lámparas estudiosas, como en la hipálage de Milton. Recuerdo haber recordado ya esa figura, en este lugar, y después aquel otro epíteto que también define por el contorno, el árido camello del Lunario, y después aquel hexámetro de la Eneida, que maneja y supera el mismo artificio:

Ibant obscuri sola sub nocte per umbram.

Estas reflexiones me dejan en la puerta de su despacho. Entro; cambiamos unas cuantas convencionales y cordiales palabras y le doy este libro. Si no me engaño, usted no me malquería, Lugones, y le hubiera gustado que le gustara algún trabajo mío. Ello no ocurrió nunca, pero esta vez usted vuelve las páginas y lee con aprobación algún verso, acaso porque en él ha reconocido su propia voz, acaso porque la práctica deficiente le importa menos que la sana teoría.

En este punto se deshace mi sueño, como el agua en el agua. La vasta biblioteca que me rodea está en la calle México, no en la calle Rodríguez Peña, y usted, Lugones, se mató a principios del treinta y ocho. Mi vanidad y mi nostalgia han armado una escena imposible. Así será (me digo) pero mañana yo también habré muerto y se confundirán nuestros tiempos y la cronología se perderá en un orbe de símbolos y de algún modo será justo afirmar que yo le he traído este libro y que usted lo ha aceptado.”

Jorge Luis Borges (1899–1986) escritor argentino
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“Se le había ocurrido la pequeña historia de una ballena nacida en el desierto, y eso era todo lo que conocía. Tenía buenos amigos entre las plantas y los animales del desierto, sólo algo no estaba bien, y era la arena que tiraba por su agujero: le raspaba. Eso la confundía porque toda su vida la había pasado ahí. Poco a poco, sin saber cómo, creció la sensación de que tenía que partir a alguna otra parte. Sin imaginar una llegada, sólo irse. Un día se despidió de sus amigos y partió. La historia termina con un largo camino que hizo, sintiéndose peor porqiue ya no estaba allá y todavía no había llegado a ninguna parte. Hasta que un día llegó al mar y no sólo el agua que soplaba por su agujro no la raspaba, sino que además había encontrado otras ballenas. Obviamente quiero decir que yo también me siento como esa ballena y que sólo sé irme y ya perdí todos los caminos de regreso y que de esto se trata lo que escribo (soy el número un millón, de los que se identifican los la ballena de esa historia). Peor en verdad hay algo más que me gusta en esa historia y es que en la ballena había un conocimiento sobre cierto orden o sentido de las cosas, aun cuando no supiera de dónde venía, ni que su malestar era por eso. En ella misma había una proporción no correspondida que se expresaba como esa voz que oía: Aquí no es, así no es. Posdata número cuatro: me gusta la idea de que el propio ser está destinado a encajar bien y no a vivir patas arriba como el loco del tarot. Posdata número cinco: esta es la única historia que conozco en la que encajar bien es lo contrario de conformarse”

Luis Pescetti (1958) músico y escritor argentino

El Ciudadano de MIS Zapatos (Narrativas Argentinas)

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“Es un poco ansioso ", se dijo," ser un animal muy pequeño completamente rodeado de agua.”

A.A. Milne (1882–1956) escritor británico, conocido por ser el creador del personaje Winnie the Pooh
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“Soy una persona que cambia constantemente. No puedes vestirte de agua si eres aceite.”

Fuente: Christian en entrevista con Tatiana Vela (Quien), septiembre de 2012.
Fuente: Unos mezcales con Christian Chávez http://www.quien.com/espectaculos/2012/09/03/unos-mezcales-con-christian-chavez Quien.com

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“Un niño quería sacar un pez del agua para que no se ahogara.”

Lucian Blaga (1895–1961) poeta, dramaturgo y filósofo rumano

Fuente: [Albaigès Olivart] (1997), p. 408 [una errata da como autor a una inexistente “Lucía Blaga”]

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“El agua se suelta el pelo en las cascadas.”

Ramón Gómez De La Serna (1888–1963) escritor y periodista español

Greguerías, En Greguerías: Selección 1910-1960
Fuente: Página 122.

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“Agua: Te levantas el agua se despliega — te acuestas el agua se entusiasma.”

Paul Éluard (1895–1952) poeta francés dadaísta y surrealista

Citas de Éluard en Diccionario abreviado del surrealismo
Fuente: [Breton-Éluard] (1938), p. 12.

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“Suponer que el agua potable en el planeta jamás se pueda agotar, es como asegurar que jamás especie alguna de la flora o fauna el hombre ha podido exterminar.”

Fuente: “Lecciones y moralejas por escrito en gotas de cariño” - Hermes Varillas Labrador
#FormandoCiudadanía & #ElArcoIrisDeLosNiños

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“Supongo que había que inventar las camas de agua. Ofrecen la posibilidad de beber algo a media noche sin peligro de pisar al gato.”

Groucho Marx (1890–1977) humorista estadounidense

Fuente: Noticias de la semana, números 1441-1448. Editorial Perfil, 2004. Procedencia del original: Universidad de Texas. Digitalizado: 19 noviembre 2008. p. 309.

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“Lo que sabemos es una gota de agua; lo que ignoramos es el océano.”

Isaac Newton (1643–1727) físico, filósofo, teólogo, inventor, alquimista y matemático de Inglaterra

Variante: Lo que sabemos es una gota de agua; lo que ignoramos es un océano.

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“La alegría y el dolor no son como el aceite y el agua, sino que coexisten.”

José Saramago (1922–2010) escritor, novelista, poeta, periodista y dramaturgo portugués
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“Jamás desesperes, aún estando en las más sombrías aflicciones, pues de las nubes negras cae agua limpia y fecundante.”

Miguel de Unamuno (1864–1936) escritor y filósofo español

Aunque en la mayoría de fuentes consultadas aparece Unamuno como autor, en varias se menciona la cita como un proverbio chino o de autor anónimo.
Fuente: [Ros Bernal], Ana María. Spira. Editorial Seleer, 2014. ISBN 978-84-9428-730-5, p. 1.

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“Del agua estancada espera veneno.”

William Blake (1757–1827) poeta y pintor inglés
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“A mí se me hace cuento que empezó Buenos Aires, la juzgo tan eterna como el agua y como el aire.”

Jorge Luis Borges (1899–1986) escritor argentino

Variante: A mí se me hace cuento que empezó Buenos Aires:
La juzgo tan eterna como el agua y como el aire.
Fuente: Mítica de Buenos Aires. http://www.mibuenosairesquerido.com/xPersonajes01-a.htm|Fundación

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“Hay quienes no pueden imaginar un mundo sin pájaros; hay quienes no pueden imaginar un mundo sin agua; en lo que a mí se refiere, soy incapaz de imaginar un mundo sin libros.”

Jorge Luis Borges (1899–1986) escritor argentino

Fuente: Artículo en El País http://www.elpais.com/articulo/cultura/Hay/quienes/pueden/imaginar/mundo/pajaros/elpepicul/19851009elpepicul_2/Tes.
Variante: Hay quienes no pueden imaginar un mundo sin pájaros; hay quienes no pueden imaginar un mundo sin agua; en lo que a mi se refiere, soy incapaz de imaginar un mundo sin libros.

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“El hacer bien a villanos es echar agua en la mar." La ingratitud es hija de la soberbia.”

Miguel de Cervantes (1547–1616) escritor español

Variante: Hacer bien a villanos es echar agua en el mar.

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“¿Qué sabe el pez del agua donde nada toda su vida?”

Albert Einstein (1879–1955) físico germano-estadounidense, creador de la teoría de la relatividad
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“El estilo, como el agua, es mejor cuanto menos sabe.”

Gustave Flaubert (1821–1880) escritor francés (1821-1900)

Fuente: Citado en Serra, José. Cómo escribir correctamente. Edición ilustrada. Ediciones Robinbook, 2004. ISBN 9788479276270. p. 51.

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“Toma consejo en el vino, pero decide con agua después.”

Benjamin Franklin (1706–1790) político, científico e inventor estadounidense
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“Hay hidrópicos de la suerte que no tienen ánimo para vencerse a sí mismos si les está bailando el agua la fortuna.”

Baltasar Gracián (1601–1658) escritor y filósofo jesuita español

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Fuente: El héroe, XI.

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“Estoy bajo el agua y los latidos de mi corazón producen círculos en la superficie.”

Milan Kundera (1929–2023) Novelista y poeta checo

Fuente: Citado en García Armendáriz Juan. Piel roja: Diario. Editorial Demipage, 2015. ISBN 978-84-9271-943-3.

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“No, nada de llamas. Se ahogará en el agua.”

Milan Kundera (1929–2023) Novelista y poeta checo

Novelas, La vida está en otra parte (1972)

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“Contempló su propia cara en la superficie del agua. Luego, de repente, vio en la cara un susto tremendo. Y eso fue lo último que vio.”

Milan Kundera (1929–2023) Novelista y poeta checo

Novelas, La vida está en otra parte (1972)

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“No es la contaminación lo que estropea el medio ambiente, sino las impurezas en nuestro aire y nuestro agua.”

George Bush (1946) 43.º presidente de Estados Unidos de América, del 2001 al 2009

Frase de la revista estadounidense de humor Mad, que decía que podía esperarse de Dan Quayle en el futuro. Como otras citas correcta e incorrectamente atribuidas a Quayle, ésta también se le ha atribuido a Bush.
Apócrifas

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“Crecí en un barrio privado de Buenos Aires… Sí, privado de agua, de luz, de teléfono.”

Diego Armando Maradona (1960) futbolista y entrenador de fútbol argentino

De visita en Bolivia 05/03/2004

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“Yo crecí en un barrio privado de Buenos Aires…. Privado de agua, luz, teléfono…”

Diego Armando Maradona (1960) futbolista y entrenador de fútbol argentino

Recuerdos de sus frases con el diario Olé
Variante: Yo crecí en un barrio privado de Buenos Aires.... Privado de agua, luz, teléfono....
Fuente: http://www.ole.com.ar/seleccion/Frases-maradonianas_0_362963815.html

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“Si algún escritor intentara demostrar que la libertad no le es necesaria, se asemejaría a un pez que asegurara públicamente que el agua no le es imprescindible.”

Mijaíl Bulgákov (1891–1940) escritor de la Unión Soviética

Fuente: Citado en El País (2010).
Fuente: Estefanía, Joaquín. A Satán, atentamente, sus víctimas. Publicado en El País el 13 de febrero de 2010. https://elpais.com/diario/2010/02/13/cultura/1266015601_850215.html Consultado el 18 de febrero de 2019.

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“El agua es de todos los españoles.”

Francisco Camps (1962) político español

formó parte del discurso de fin de año transmitido por la televisión autonómica valenciana.
Fuente: El Mundo http://www.elmundo.es/elmundo/2009/12/31/valencia/1262275096.html (31/12/2009)

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“El Ebro ha tirado 12 trasvases al mar este año. Nadie puede entender que se vierta todo ese agua”

Francisco Camps (1962) político español

Cara a cara sobre el trasvase del Ebro entre Francisco Camps y Marcelino Iglesias.
Fuente: El País http://www.elpais.com/articulo/espana/Cara/cara/trasvase/Ebro/elpepiesp/20040607elpepinac_17/Tes (07/06/2004)

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“Valencia consume mucha menos agua que Aragón y da más prosperidad a toda España”

Francisco Camps (1962) político español

Cara a cara sobre el trasvase del Ebro entre Francisco Camps y Marcelino Iglesias.
Fuente: El País http://www.elpais.com/articulo/espana/Cara/cara/trasvase/Ebro/elpepiesp/20040607elpepinac_17/Tes (07/06/2004)

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