Frases sobre aguas

Una colección de frases y citas sobre el tema del aguas, ser, puede, hombres.

Frases sobre aguas

Jorge Eliécer Gaitán Foto
Oscar Wilde Foto

“Porque posee usted la más maravillosa juventud, y la juventud es lo más precioso que se puede poseer.

–No lo siento yo así, lord Henry.

–No; no lo siente ahora. Pero algún día, cuando sea viejo y feo y esté lleno de arrugas, cuando los pensamientos le hayan marcado la frente con sus pliegues y la pasión le haya quemado los labios con sus odiosas brasas, lo sentirá, y lo sentirá terriblemente. Ahora, dondequiera que vaya, seduce a todo el mundo. ¿Será siempre así?… Posee usted un rostro extraordinariamente agraciado, señor Gray. No frunza el ceño. Es cierto. Y la belleza es una manifestación de genio; está incluso por encima del genio, puesto que no necesita explicación. Es uno de los grandes dones de la naturaleza, como la luz del sol, o la primavera, o el reflejo en aguas oscuras de esa concha de plata a la que llamamos luna. No admite discusión. Tiene un derecho divino de soberanía. Convierte en príncipes a quienes la poseen. ¿Se sonríe? ¡Ah! Cuando la haya perdido no sonreirá… La gente dice a veces que la belleza es sólo superficial. Tal vez. Pero, al menos, no es tan superficial como el pensamiento. Para mí la belleza es la maravilla de las maravillas. Tan sólo las personas superficiales no juzgan por las apariencias. El verdadero misterio del mundo es lo visible, no lo que no se ve… Sí, señor Gray, los dioses han sido buenos con usted. Pero lo que los dioses dan, también lo quitan, y muy pronto. Sólo dispone de unos pocos años en los que vivir de verdad, perfectamente y con plenitud. Cuando se le acabe la juventud desaparecerá la belleza, y entonces descubrirá de repente que ya no le quedan más triunfos, o habrá de contentarse con unos triunfos insignificantes que el recuerdo de su pasado esplendor hará más amargos que las derrotas. Cada mes que expira lo acerca un poco más a algo terrible. El tiempo tiene celos de usted, y lucha contra sus lirios y sus rosas. Se volverá cetrino, se le hundirán las mejillas y sus ojos perderán el brillo. Sufrirá horriblemente… ¡Ah! Disfrute plenamente de la juventud mientras la posee. No despilfarre el oro de sus días escuchando a gente aburrida, tratando de redimir a los fracasados sin esperanza, ni entregando su vida a los ignorantes, los anodinos y los vulgares. Ésos son los objetivos enfermizos, las falsas ideas de nuestra época. ¡Viva! ¡Viva la vida maravillosa que le pertenece! No deje que nada se pierda. Esté siempre a la busca de nuevas sensaciones. No tenga miedo de nada… Un nuevo hedonismo: eso es lo que nuestro siglo necesita. Usted puede ser su símbolo visible. Dada su personalidad, no hay nada que no pueda hacer. El mundo le pertenece durante una temporada… En el momento en que lo he visto he comprendido que no se daba usted cuenta en absoluto de lo que realmente es, de lo que realmente puede ser. Había en usted tantas cosas que me encantaban que he sentido la necesidad de hablarle un poco de usted. He pensado en la tragedia que sería malgastar lo que posee. Porque su juventud no durará mucho, demasiado poco, a decir verdad. Las flores sencillas del campo se marchitan, pero florecen de nuevo. Las flores del codeso serán tan amarillas el próximo junio como ahora. Dentro de un mes habrá estrellas moradas en las clemátides y, año tras año, la verde noche de sus hojas sostendrá sus flores moradas. Pero nosotros nunca recuperamos nuestra juventud. El pulso alegre que late en nosotros cuando tenemos veinte años se vuelve perezoso con el paso del tiempo. Nos fallan las extremidades, nuestros sentidos se deterioran. Nos convertimos en espantosas marionetas, obsesionados por el recuerdo de las pasiones que nos asustaron en demasía, y el de las exquisitas tentaciones a las que no tuvimos el valor de sucumbir. ¡Juventud! ¡Juventud! ¡No hay absolutamente nada en el mundo excepto la juventud!”

The Picture of Dorian Gray

Wisława Szymborska Foto
Luis Alberto Spinetta Foto
Julio Cortázar Foto
Gabriel García Márquez Foto
Marguerite Yourcenar Foto
Richard Ford Foto
Yasunari Kawabata Foto
Rubén Darío Foto
Esta traducción está esperando su revisión. ¿Es correcto?
Charles Wesley Foto
John Petrucci Foto
Isabel Allende Foto

“Recorría sin descanso la inmensidad del sur con su pequeño ejército, adentrándose en los bosques húmedos y sombríos, bajo la alta cúpula verde tejida por los árboles más nobles y coronada por la soberbia araucaria, que se perfilaba contra el cielo con su dura geometría. Las patas de los caballos pisaban un colchón fragante de humus, mientras los jinetes se abrían camino con las espadas en la espesura, a ratos impenetrable, de los helechos. Cruzaban arroyos de aguas frías, donde los pájaros solían quedar congelados en las orillas, las mismas aguas donde las madres mapuche sumergían a los recién nacidos. Los lagos eran prístinos espejos del azul intenso del cielo, tan quietos, podían contarse las piedrecillas en el fondo. Las arañas tejían sus encajes, perlados de rocío, entre las ramas de robles, arrayanes y avellanos. Las aves del bosque cantaban reunidas, diuca, chincol, jilguero, torcaza, tordo, zorzal, y hasta el pájaro carpintero, marcando el ritmo con su infatigable tac-tac-tac. Al paso de los caballeros se levantaban nubes de mariposas y los venados, curiosos, se acercaban a saludar. La luz se filtraba entre las hojas y dibujaba sombras en el paisaje; la niebla subía del suelo tibio y envolvía el mundo en un hálito de misterio. Lluvia y más lluvia, ríos, lagos, cascadas de aguas blancas y espumosas, un universo líquido. Y al fondo, siempre, las montañas nevadas, los volcanes humeantes, las nubes viajeras. En otoño el paisaje era de oro y sangre, enjoyado, magnífico. A Pedro de Valdivia se le escapaba el alma y se le quedaba enredada entre los esbeltos troncos vestidos de musgo, fino terciopelo. El Jardín del Edén, la tierra prometida, el paraíso. Mudo, mojado de lágrimas, el conquistador conquistado iba descubriendo el lugar donde acaba la tierra, Chile.”

Inés del alma mía

Witness Lee Foto

“Ap. 14:7 Diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria,… y adorad a Aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas.”

Witness Lee (1905–1997) predicador cristiano chino.

La Palabra Santa para el Avivamiento Matutino - Estudio de cristalización de Éxodo, Tomo 4

Ray Bradbury Foto
Marilyn Monroe Foto
David Herbert Lawrence Foto
Charles Taze Russell Foto
Miguel Servet Foto
Edgar Oceransky Foto
Chenoa Foto
Carmen Martín Gaite Foto
Patrick Rothfuss Foto

“Volvía a ser de noche. En la posada Roca de Guía reinaba el silencio, un silencio triple.
El primer silencio era una calma hueca y resonante, constituida por las cosas que faltaban. Si hubiera habido caballos en los establos, estos habrían piafado y mascado y lo habrían hecho pedazos. Si hubiera habido gente en la posada, aunque solo fuera un puñado de huéspedes que pasaran allí la noche, su agitada respiración y sus ronquidos habrían derretido el silencio como una cálida brisa primaveral. Si hubiera habido música… pero no, claro que no había música. De hecho, no había ninguna de esas cosas, y por eso persistía el silencio.
En la posada Roca de Guía, un hombre yacía acurrucado en su mullida y aromática cama. Esperaba el sueño con los ojos abiertos en la oscuridad, inmóvil. Eso añadía un pequeño y asustado silencio al otro silencio, hueco y mayor. Componían una especie de aleación, una segunda voz.
El tercer silencio no era fácil reconocerlo. Si pasabas una hora escuchando, quizá empezaras a notarlo en las gruesas paredes de piedra de la vacía taberna y en el metal, gris y mate, de la espada que colgaba detrás de la barra. Estaba en la débil luz de la vela que alumbraba una habitación del piso de arriba con sombras danzarinas. Estaba en el desorden de unas hojas arrugadas que se habían quedado encima de un escritorio. Y estaba en las manos del hombre allí sentado, ignorando deliberadamente las hojas que había escrito y que había tirado mucho tiempo atrás.
El hombre tenía el pelo rojo como el fuego. Sus ojos eran oscuros y distantes, y se movía con la sutil certeza de quienes saben muchas cosas.
La posada Roca de Guía era suya, y también era suyo el tercer silencio. Así debía ser, pues ese era el mayor de los tres silencios, y envolvía a los otros dos. Era profundo y ancho como el final del otoño. Era grande y pesado como una gran roca alisada por la erosión de las aguas de un río. Era un sonido paciente e impasible como el de las flores cortadas; el silencio de un hombre que espera la muerte.”

The Name of the Wind

Arthur Rimbaud Foto
Virginia Woolf Foto
Novalis Foto
Martin Luther King Foto

“Que corra el juicio como las aguas, y la justicia como impetuoso arroyo”

Martin Luther King (1929–1968) líder del movimiento por los derechos civiles en los Estados Unidos de América
Martin Luther King Foto

“Aunque en un principio me decepcionó ser calificado como un extremista, mientras seguía pensando sobre el asunto, gradualmente fui ganando una medida de satisfacción de la etiqueta. ¿No fue Jesús un extremista del amor?: "Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen". ¿No era Amós, un extremista de la justicia?: "Corra el juicio como las aguas y la justicia como arroyo impetuoso". ¿No era Pablo un extremista del Evangelio cristiano?: "Yo traigo en mi cuerpo las marcas del Señor Jesús". ¿No fue Martín Lutero, un extremista?: "Aquí estoy, no puedo hacer otra cosa, que Dios me ayude". ¿Y John Bunyan?: "Voy a permanecer en la cárcel hasta el fin de mis días antes de hacer una carnicería de mi conciencia". ¿Y Abraham Lincoln?: "Esta nación no puede sobrevivir como mitad esclava y mitad libre". ¿Y Thomas Jefferson?: "Sostenemos que estas verdades son evidentes: que todos los hombres son creados iguales…" Así que la pregunta no es si vamos a ser extremistas o no, pero ¿qué clase de extremistas seremos. ¿Seremos extremistas por odio o por amor? ¿Seremos extremistas por la preservación de injusticia o por la extensión de la justicia?”

Martin Luther King (1929–1968) líder del movimiento por los derechos civiles en los Estados Unidos de América

Fuente:Carta desde la cárcel de Birmingham (1963).
Fuente: bb) Piper, John.Hermanos, no somos profesionales: El mundo determina la agenda del profesional, Dios la del hombre espiritual. Editorial Clie. ISBN 978-84-82675-81-7.p.220

Margaret Thatcher Foto

“Si mis críticos me vieran caminando sobre las aguas del Támesis, dirían que es porque no puedo nadar.”

Margaret Thatcher (1925–2013) ex primera ministra del Reino Unido

Sin fuentes

Al Gore Foto
Federico Trillo Foto

“Me hubiera gustado haber tomado la isla Perejil hace ocho años y que nuestros pescadores pudieran pescar en aguas de Marruecos.”

Federico Trillo (1952) político español

(Santa Pola, Alicante 20 de Febrero de 2004)

Miguel Arias Cañete Foto
Emilio Mola Foto
Emanuel Swedenborg Foto
Joachim von Ribbentrop Foto
Eduardo Galeano Foto
José Calvo Sotelo Foto
Ferran Adrià Foto
Julio Cortázar Foto
Ignacio Manuel Altamirano Foto
Kaarlo Pentti Linkola Foto
Benito Pérez Galdós Foto
Sylvia Plath Foto

“Ya no, ya no,
ya no me sirves, zapato negro,
en el cual he vivido como un pie
durante treinta años, pobre y blanca,
sin atreverme apenas a respirar o hacer achís.

Papi: he tenido que matarte.
Te moriste antes de que me diera tiempo…
Pesado como el mármol, bolsa llena de Dios,
lívida estatua con un dedo del pie gris,
del tamaño de una foca de San Francisco.

Y la cabeza en el Atlántico extravagante
en que se vierte el verde legumbre sobre el azul
en aguas del hermoso Nauset.
Solía rezar para recuperarte.
Ach, du.

En la lengua alemana, en la localidad polaca
apisonada por el rodillo
de guerras y más guerras.
Pero el nombre del pueblo es corriente.
Mi amigo polaco

dice que hay una o dos docenas.
De modo que nunca supe distinguir dónde
pusiste tu pie, tus raíces:
nunca me pude dirigir a ti.
La lengua se me pegaba a la mandíbula.

Se me pegaba a un cepo de alambre de púas.
Ich, ich, ich, ich,
apenas lograba hablar:
Creía verte en todos los alemanes.
Y el lenguaje obsceno,

una locomotora, una locomotora
que me apartaba con desdén, como a un judío.
Judío que va hacia Dachau, Auschwitz, Belsen.
Empecé a hablar como los judíos.
Creo que podría ser judía yo misma.

Las nieves del Tirol, la clara cerveza de Viena,
no son ni muy puras ni muy auténticas.
Con mi abuela gitana y mi suerte rara
y mis naipes de Tarot, y mis naipes de Tarot,
podría ser algo judía.

Siempre te tuve miedo,
con tu Luftwaffe, tu jerga pomposa
y tu recortado bigote
y tus ojos arios, azul brillante.
Hombre-panzer, hombre-panzer: oh Tú…

No Dios, sino un esvástica
tan negra, que por ella no hay cielo que se abra paso.
Cada mujer adora a un fascista,
con la bota en la cara; el bruto,
el bruto corazón de un bruto como tú.

Estás de pie junto a la pizarra, papi,
en el retrato tuyo que tengo,
un hoyo en la barbilla en lugar de en el pie,
pero no por ello menos diablo, no menos
el hombre negro que

me partió de un mordisco el bonito corazón en dos.
Tenía yo diez años cuando te enterraron.
A los veinte traté de morir
para volver, volver, volver a ti.
Supuse que con los huesos bastaría.

Pero me sacaron de la tumba,
y me recompusieron con pegamento.
Y entonces supe lo que había que hacer.

Saqué de ti un modelo,
un hombre de negro con aire de Meinkampf,

e inclinación al potro y al garrote.
Y dije sí quiero, sí quiero.
De modo, papi, que por fin he terminado.
El teléfono negro está desconectado de raíz,
las voces no logran que críe lombrices.

Si ya he matado a un hombre, que sean dos:
el vampiro que dijo ser tú
y me estuvo bebiendo la sangre durante un año,
siete años, si quieres saberlo.
Ya puedes descansar, papi.

Hay una estaca en tu negro y grasiento corazón,
y a la gente del pueblo nunca le gustaste.
Bailan y patalean encima de ti.
Siempre supieron que eras tú.
Papi, papi, hijo de puta, estoy acabada.”

Sylvia Plath (1932–1963) escritora Estadounidense

Ariel

Jonathan Franzen Foto
Mathias Malzieu Foto
Orhan Pamuk Foto
Francis Bacon Foto
Jorge Luis Borges Foto
Rainer Maria Rilke Foto

“Con estas cartas he iniciado mi aproximación a Rilke. No cabe duda de que el checo respiraba y exhalaba poesía. Para ilustrarlo, unas breves citas que no necesitan mayor explicación, sólo hay que gozarlas.


“Y aun permaneciendo en mi tristeza, soy feliz sintiendo que es usted, Bella; soy feliz por haberme entregado sin miedo a su belleza como un pájaro se entrega al espacio; feliz, Querida, por haber caminado como un verdadero creyente sobre las aguas de nuestra incertidumbre hasta la isla de su corazón donde florecen dolores. En fin: feliz.”

"El trabajo del artista debe ser como la muerte; hay que entrar por entero en él, sin reserva alguna, solo, sin poseer nada salvo esta moneda que se ponía en la boca de los muertos para asegurarles el trayecto de ese río trágico que les separaba para siempre de sus amigos. ¿Sentirá usted, al menos, mi alma que volteará a menudo a su alrededor y al de nuestros queridos recuerdos?"


"Estará usted aquí, se lo digo a mi habitación, sobre todo al gran sillón al que le gusta hacerse más vasto a su alrededor y que está infinitamente orgulloso de ser casi tocado por un Alma; pues sabe que sólo un poco de delicioso cuerpo lo separa de la suya. Hasta la vista, Querida, has muy pronto."


"Mi estado, tal como lo vio, seguía empeorando; no he escrito ni una sola línea durante esos largos meses y ni siquiera la primavera ha sabido, esta vez, aliviarme; aumentaba, pero yo estaba separado de ella por todos mis sentidos que permanecían cerrados y opacos. Ése debe de ser (cuántas veces lo habré pensado) el estado de un tallo roto que una brizna de corteza sujeta todavía a su árbol, pero que, interiormente, no corresponde ya a la feliz savia con la que se embriagan todas las ramas a su alrededor.”

Rainer Maria Rilke (1875–1926) poeta austríaco
Giambattista Vico Foto
Carlos Ruiz Zafón Foto
Ernest Hemingway Foto
Federico García Lorca Foto
Ruth Rendell Foto
Laura Restrepo Foto
Christopher Moore Foto

“Pues no te la mojes, Pedro. Ven conmigo. Camina sobre las aguas.”

Christopher Moore (1957) Christopher Moore (nacido el año 1957 en Toledo, Ohio) es un escritor estadounidense de ficción absurda. Su padr…

Pack: 6 Novelas

Roberto Bolaño Foto
Jorge Luis Borges Foto
Dan Brown Foto
Garcilaso de la Vega Foto
Julio Cortázar Foto
Julio Cortázar Foto

“Pero el amor, esa palabra… Moralista Horacio, temeroso de pasiones sin una razón de aguas hondas, desconcertado y arisco en la ciudad donde el amor se llama con todos los nombres de todas las calles, de todas las casas, de todos los pisos, de todas las habitaciones, de todas las camas, de todos los sueños, de todos los olvidos o los recuerdos. Amor mío, no te quiero por vos ni por mí ni por los dos juntos, no te quiero porque la sangre me llame a quererte, te quiero porque no sos mía, porque estás del otro lado, ahí donde me invitás a saltar y no puedo dar el salto, porque en lo más profundo de la posesión no estás en mí, no te alcanzo, no paso de tu cuerpo, de tu risa, hay horas en que me atormenta que me ames (cómo te gusta usar el verbo amar, con qué cursilería lo vas dejando caer sobre los platos y las sábanas y los autobuses), me atormenta tu amor que no me sirve de puente porque un puente no se sostiene de un solo lado, jamás Wright ni Le Corbusier van a hacer un puente sostenido de un solo lado, y no me mires con esos ojos de pájaro, para vos la operación del amor es tan sencilla, te curarás antes que yo y eso que me querés como yo no te quiero. Claro que te curarás, porque vivís en la salud, después de mí será cualquier otro, eso se cambia como los corpiños. Tan triste oyendo al cínico Horacio que quiere un amor pasaporte, amor pasamontañas, amor llave, amor revólver, amor que le dé los mil ojos de Argos, la ubicuidad, el silencio desde donde la música es posible, la raíz desde donde se podría empezar a tejer una lengua. Y es tonto porque todo eso duerme un poco en vos, no habría más que sumergirte en un vaso de agua como una flor japonesa y poco a poco empezarían a brotar los pétalos coloreados, se hincharían las formas combadas, crecería la hermosura. Dadora de infinito, yo no sé tomar, perdoname. Me estás alcanzando una manzana y yo he dejado los dientes en la mesa de luz. Stop, ya está bien así. También puedo ser grosero, fijate. Pero fijate bien, porque no es gratuito.
¿Por qué stop? Por miedo de empezar las fabricaciones, son tan fáciles. Sacás una idea de ahí, un sentimiento del otro estante, los atás con ayuda de palabras, perras negras, y resulta que te quiero. Total parcial: te quiero. Total general: te amo. Así viven muchos amigos míos, sin hablar de un tío y dos primos, convencidos del amor-que-sienten-por-sus-esposas. De la palabra a los actos, che; en general sin verba no hay res. Lo que mucha gente llama amar consiste en elegir a una mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, los he visto. Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio. Vos dirás que la eligen porque-la-aman, yo creo que es al verse. A Beatriz no se la elige, a Julieta no se la elige. Vos no elegís la lluvia que te va a calar hasta los huesos cuando salís de un concierto.”

Julio Cortázar (1914–1984) escritor argentino
Vicente Blasco Ibáñez Foto
Stephen King Foto
Isabel Allende Foto
Terry Pratchett Foto
Gustavo Adolfo Bécquer Foto
Elizabeth Smart Foto
Yasunari Kawabata Foto
Javier Negrete Foto
Leopoldo Marechal Foto
Octavio Paz Foto

“Si la soledad del mexicano es la de las aguas estancadas, la del norteamericano es la del espejo. Hemos dejado de ser fuentes.”

Octavio Paz (1914–1998) poeta, escritor, ensayista y diplomático mexicano

El laberinto de la soledad / Postdata / Vuelta a El laberinto de la soledad

Jamaica Kincaid Foto
Laura Restrepo Foto

“Los que no perdonan atraviesan un río de aguas malsanas y se quedan a vivir en la orilla de allá.”

Laura Restrepo (1950) escritora y periodista colombiana

A Tale of the Dispossessed

Jorge Fernández Díaz Foto
Esta traducción está esperando su revisión. ¿Es correcto?
Gustavo Adolfo Bécquer Foto

“Las aguas saltaron en chispas de luz y se cerraron sobre su cuerpo, y sus círculos de plata fueron ensanchándose, ensanchándose, hasta expirar en las orillas.”

Citas por obras, Leyendas, Los ojos verdes
Fuente: [Wilcox], John. «Vacilaciones sexuales/textuales en "Los ojos verdes" y "La corza blanca"...». EN: [Pont http://www.cervantesvirtual.com/buscador/?q=Narrativa+fant%C3%A1stica+en+el+siglo+XIX+%28Espa%C3%B1a+e+Hispanoam%C3%A9rica%29, Jaume. Narrativa fantástica en el siglo XIX (España e Hispanoamérica), p. 181. Editorial Milenio, 1997.] Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Consultado el 29 de junio de 2019.
Fuente: Los ojos verdes
Fuente: [Bécquer], Gustavo Adolfo. expirar en las orillas#344 Los ojos verdes. http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/obras-de-gustavo-a-becquer--0/html/ff0ed3e0-82b1-11df-acc7-002185ce6064_3.html/marca/hasta Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Consultado el 29 de junio de 2019.

Brian Clough Foto

“El río Trent es precioso. Lo sé muy bien porque he caminado sobre sus aguas durante 18 años.”

Brian Clough (1935–2004) Entrenador de Futbol Inglés

Clough evalúa sus hazañas con el Nottingham Forest.

Rosa Díez Foto
Paul Gauguin Foto

“En un paisaje de Corot hay árboles, hiedras, aguas límpias donde las ninfas viene a bañarse a su gusto. Las ninfas de Corot danzan como ninfas y no como mortales de hoy. Todo crece con serenidad y recogimiento y las aguas profundas no han ahogado nunca a nadie. Todo el alma de Corot ha pasado a sus paisajes, el aire respira bondad, mientras que sus esbeltos troncos de árbol respiran gracia y nobleza. Él ha comprendido a Grecia con sus gozos sacados de la naturaleza.”

Paul Gauguin (1848–1903) pintor francés

Diciembre de 1888.
Citas propias
Fuente: [Solana], Guillermo; Richard [Shiff], Guy [Cogeval]. Gauguin y los orígenes del simbolismo, pp. 20-22, 33. Editorial Nerea, 2004. https://books.google.es/books?id=fGxSznZfsV0C&dq=gauguin&hl=es&source=gbs_navlinks_s En Google Books. Consultado el 27 de abril de 2019.

Rafael Alberti Foto
Lahiri Mahasaya Foto