Frases sobre frente
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“No hay muro, por alto, ancho o largo que sea, y cualquiera que sea el material que lo conforme, que pueda imponerse al sueño de una vida mejor. No hay muro ni foso que prevalezcan frente al intento de conquistar un futuro en bienestar.”

José Luis Rodríguez Zapatero (1960) Expresidente del Gobierno de España

Intervención en la cena oficial que ofreció en su honor el Presidente Felipe Calderón en el Palacio Nacional en Ciudad de México.
2007
Fuente: Transcripción oficial en la web de la Presidencia de México http://www.presidencia.gob.mx/prensa/discursos/?contenido=31030, citado por medios internacionales Milenio http://www.milenio.com/index.php/2007/07/16/94263/, Xornal http://www.xornal.es/article.php3?sid=20070717114602

“[…] La política ha sido mi quehacer fundamental a lo largo de mi vida. Al aceptar el pedido de varias personalidades de la provincia de Castilla y tomar la decisión de participar en el proceso electoral en 1939, pensé que debía hacer de la política un apostolado al servicio del departamento de Arequipa y de sus hijos. Estuve muy lejos de aquellos inescrupulosos que toman la política con afán de figuración y, sobre todo, de los que van al cargo político con el impúdico propósito de enriquecerse; esos que impropiamente se llaman políticos son culpables del desprestigio que sufre la política, porque van a ella carentes de ideales y de propósitos constructivos; muchos van con el vergonzoso propósito de disfrutar de la influencia en los poderes del Estado y lo más condenable todavía para aprovecharse del cargo para negociar influencias y disfrutar ilícita y vergonzosamente de beneficios. Frente a este lastimoso cuadro es urgente que las nuevas generaciones reaccionen enérgicamente condenando la conducta vergonzosa de los oportunistas que hacen de la política un trampolín para obtener ilícitamente la influencia del cargo que ejercen. Frente a este cuadro sombrío e inmoral, es urgente que las nuevas generaciones con amor a la patria y a la moral, realicen una vigorosa cruzada cívica nacional para lograr la recuperación moral del Perú y poner toda su energía en provecho del desarrollo cívico y económico de nuestros compatriotas para lograr un Perú mejor para todos los peruanos. En esta tarea corresponde a Arequipa primordial papel.”

Javier de Belaúnde Ruiz de Somocurcio (1909–2013) político peruano
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“(…) quiero expresar que este triunfo del Encuentro Progresista-Frente Amplio-Nueva Mayoría se lo queremos dedicar a aquellos gigantes que nos precedieron y que hoy físicamente no están con nosotros, y quiero hacerlo en la persona de nuestro entrañable y querido compañero general Líber Seregni.”

Tabaré Vázquez (1940) oncólogo, radioterapeuta y político uruguayo, presidente de la república en el cargo y anteriormente entre 2005 …

Sobre el triunfo del Frente Amplio en las elecciones presidenciales, 1 de noviembre de 2004 http://www.lainsignia.org/2004/noviembre/ibe_005.htm

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“Frente a la mentira y la calumnia tiene que ganar la decencia de Paco Camps, el más honorable de todos los valencianos y el más honorable de todos los españoles.”

Jaime Mayor Oreja (1951) político español

Las declaraciones se produjeron en el contexto de campaña para las elecciones europeas de 2009. Por Paco Camps se refiere a Francisco Camps, miembro del Partido Popular y presidente de la Comunidad Valenciana, imputado en un caso de corrupción política en aquel momento.
Fuente: Mitin en Valencia el 2 de junio de 2009 http://www.europapress.es/nacional/noticia-7j-mayor-oreja-plana-mayor-pp-valencia-apelan-voto-gane-decencia-camps-20090602224429.html

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“Una vez visto mi modo de explicar el miedo que te tengo, podrías responder:

«Tú afirmas que yo simplifico las cosas cuando te doy toda la culpa de la relación que tengo contigo, pero creo que tú, pese a tus aparentes esfuerzos, simplificas cuando menos tanto como yo y además lo haces de manera mucho más ventajosa para ti.
En primer lugar, tú también rechazas cualquier culpa o responsabilidad de tu parte, en eso procedemos, pues, de la misma manera. Pero mientras que yo con toda sinceridad, tal y como lo pienso, te inculpo únicamente a ti, tú quieres ser al mismo tiempo “superlisto” y “superdelicado” absolviéndome también a mí de toda culpa. Esto último, obviamente, sólo lo consigues en apariencia (y eso es lo que quieres), y a pesar de toda tu “fraseología” sobre esencia y naturaleza y contraste y desvalimiento, lo que resulta entre líneas es que yo he sido en realidad el agresor, mientras que tú, todo lo que has hecho, lo hiciste en defensa propia. Con esa falta de sinceridad, ya habrías conseguido bastante, pues has demostrado tres cosas, primero que eres inocente, segundo que yo soy culpable, y tercero que tú, por pura magnanimidad, estás dispuesto no sólo a perdonarme sino incluso -lo que es más pero
también menos a probar y hasta a creer -en contra por supuesto de la verdad- que también
yo soy inocente. Con eso ya te podría bastar, pero todavía no te basta. Se te ha metido en la cabeza que vives enteramente a mi costa. Admito que luchamos el uno contra el otro,
pero hay dos clases de lucha. La lucha entre caballeros, en la que miden las fuerzas
adversarios independientes: cada uno está solo, pierde solo, vence solo. Y la lucha del
parásito, que no sólo pica sino que chupa instantáneamente la sangre que necesita para
vivir. Eso es en el fondo el soldado profesional y eso eres tú también. Eres incapaz de
vivir; pero con el fin de instalarte en la vida cómodamente, libre de preocupaciones y sin
reprocharte nada, demuestras que yo te he quitado toda la capacidad de vivir y que me la
he metido en el bolsillo. Qué te importa entonces no ser capaz de vivir, yo soy el culpable de ello, tú en cambio te tumbas tranquilamente y dejas que yo te arrastre, física y espiritualmente, por la vida. (…)».

A ello respondo que la totalidad de esa objeción, que en parte puede volverse contra ti
mismo, no viene de ti sino de mí, precisamente. Esa desconfianza que tú tienes hacia todo
no es, sin embargo, tan grande como la que yo tengo frente a mí mismo y en la que tú me
has educado.”

Letter to His Father

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“Y a la vez quede expresado aquñi el ruego: lea lo menos que pueda cosas estético-críticas: o son opiniones partidistas, petrificadas y vaciadas de sentido en su endurecimiento contra la vida, o son hábiles juegos de palabras, en que hoy se saca una opinión y mañana la opuesta. Las obras de arte son de una infinita soledad, y con nada se pueden alcanzar menos que con la crítica. Sólo el amor puede captarlas y retenerlas, y sólo él puede tener razón frente a ellas.”

Letters to a Young Poet
Variante: Y a la vez quede expresado aquí el ruego: lea lo menos que pueda cosas estético-críticas: o son opiniones partidistas, petrificadas y vaciadas de sentido en su endurecimiento contra la vida, o son hábiles juegos de palabras, en que hoy se saca una opinión y mañana la opuesta. Las obras de arte son de una infinita soledad, y con nada se pueden alcanzar menos que con la crítica. Sólo el amor puede captarlas y retenerlas, y sólo él puede tener razón frente a ellas.

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“Cuando los miembros adultos de la familia riñen frente a los niños y se faltan al respeto entre sí, se ve amenazada la sensación de seguridad del menor.”

Como Criar Niños Emocionalmente Sanos: Satisfaciendo Sus Cinco Necesidades Vitales Y También Las de los Padres! Edición Actualizada

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“Ayúdalo a entender que “nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales” (Efesios 6:12). Oro para que esté fuerte en el Señor y que se ponga toda la armadura de Dios, para que pueda hacer frente a las artimañas del diablo en el día malo. Ayúdalo a ceñir sus lomos con el cinturón de la verdad y protegerse con la coraza de justicia, calzados sus pies con la disposición de proclamar el evangelio de la paz. Ayúdalo a tomar el escudo de la fe, con el cual pueda apagar todas las flechas encendidas del maligno. Oro para que tome el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, la cual es la Palabra de Dios, orando siempre en el Espíritu con toda oración y súplica, vigilando y manteniéndose”

Stormie Omartian (1942) escritora estadounidense

El Poder de la Esposa que Ora
Variante: Ayúdalo a entender que “nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales” (Efesios 6:12). Oro para que esté fuerte en el Señor y que se ponga toda la armadura de Dios, para que pueda hacer frente a las artimañas del diablo en el día malo. Ayúdalo a ceñir sus lomos con el cinturón de la verdad y protegerse con la coraza de justicia, calzados sus pies con la disposición de proclamar el evangelio de la paz. Ayúdalo a tomar el escudo de la fe, con el cual pueda apagar todas las flechas encendidas del maligno. Oro para que tome el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, la cual es la Palabra de Dios, orando siempre en el Espíritu con toda oración y súplica, vigilando y manteniéndose fuerte hasta el fin (Efesios 6:13-18).

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“Para mí el frente es un siniestro remolino.”

Erich Maria Remarque (1898–1970) novelista alemán

Sin Novedad en el Frente.

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“Frente a un ataúd, todos vemos sólo lo bueno o lo que queremos ver.”

La sombra del viento
Variante: Frente a un ataud, todos vemos solo lo bueno o lo que querremos ver

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“Aquel gentío, aquellos gritos, 《¡Franco! ¡Franco! ¡Franco!》, aquellas banderas españolas… Nadie trabajaba esa tarde. Las empresas habían dado permiso a sus empleados para ir a recibir al 《salvador》de la patria. Y la gente, como una alfombra extendida sobre las calles, lo llenaba todo, hasta el último rincón. ¿La misma gente que había luchado por la República? ¿La misma cuyos padres, maridos o hijos habían caído en el frente? ¿La misma que soportó los atroces bombardeos que buscaban crear el máximo miedo en la población civil? ¿La misma que pasó hambre y frío? Aquella mañana del 26 de enero de 1939, viendo a las tropas victoriosas entrando por la Diagonal, se preguntó de dónde sacaban los supervivientes las banderas, y si el entusiasmo y la alegría eran reales o un simple alivio por el fin de la guerra. Habían pasado poco más de diez años y todo seguía igual o… Banderas, saludos fascistas, gritos de adhesión al vencedor.
¿Tan rápido el olvido?
¿Tanta necesidad de paz a cualquier precio?
¿Tanto miedo que masticar y tragar con tal de seguir adelante?
¿Y los más de cien mil cadáveres enterrados en cunetas y montañas, fosas comunes y cementerios, a la espera de un tiempo mejor en el que volver a merecer un respeto y recuperar su dignidad, mientras el régimen seguía fusilando y aumentando la cuenta?
El dictador volvía por tercera vez a Barcelona y allí estaba la ciudad rendida a sus pies.
Tal vez los que permanecían en sus casas fueran más numerosos, mucho más, pero ellos callaban.
También lo hacían algunos de los presentes, obligados a presenciar toda aquella parafernalia porque si no podían ser represaliados por sus empresas, que en caso de estar lejos habían puesto autocares para la movilidad de sus empleados. Era un día sin excusas. Hasta los enfermos debían curarse milagrosamente.”

Jordi Sierra i Fabra (1947) escritor y periodista
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“El núcleo del problema racial, tal como yo lo veo, es este: el negro (y también otros grupos raciales, pero el negro sobre
todo) resulta víctima de los conflictos psicológicos y sociales que ahora forman parte de una civilización blanca que teme una disgregación inminente y no tiene una comprensión madura de la realidad de la crisis. La sociedad blanca es pura y simplemente incapaz de aceptar realmente al negro y asimilarle, porque los blancos no pueden hacer frente a sus propios impulsos, no pueden defenderse contra sus propias emociones, que son extremadamente inestables en una sociedad sobreestimulada y rápidamente cambiante.
Para minimizar la sensación de riesgo y desastre siempre latente en sí mismos, los blancos tienen que proyectar sus miedos en algún objeto exterior a ellos mismos. Claro que la Guerra Fría ofrece amplias oportunidades, y cuanto más inseguros están los hombres, en un bando o en otro, más recurren a paranoicas acusaciones de «comunismo» o «imperialismo», según sea el caso. Las acusaciones no carecen de base, pero siguen siendo patológicas.
Aprisionado en este ineludible síndrome queda el negro, que tiene la desgracia de hacerse visible, con su presencia, su desgracia, sus propios conflictos y su propia división, precisamente en el momento en que la sociedad blanca está menos preparada para arreglárselas con un peso extra de riesgo.
¿Cuál es el resultado? Por un lado, la ternura de los «liberales» se precipita, de modo patético pero comprensible, a dar la bienvenida y a conciliar esa pena trágica. Por otro lado, los inseguros se endurecen de modo enconadamente patológico, se tensan las resistencias, y se confirman en el temor y el odio aquellos que (conservadores o no) están decididos a echar la culpa a otro de sus propias deformidades interiores.
La increíble inhumanidad de esta negativa a escuchar por un momento al negro, de algún modo, y de esta decisión de mantenerle oprimido a toda costa, me parece que proporcionará casi con seguridad una situación revolucionaria desesperanzadamente caótica y violenta. Cada vez más, la animosidad,
la suspicacia y el miedo que sienten esos blancos (y que en su raíz sigue siendo un miedo a su propia miseria interior, que probablemente no pueden sentir tal como es) llegan a hacerse una profecía que se cumple a sí misma. El odio del racista blanco al negro (lo repito, odio, porque aún es una palabra muy suave para indicar lo que hay en los corazones de esa agitada gente) se le hace aceptable cuando lo presenta como un odio del negro a los blancos, fomentado y estimulado por el comunismo. ¡La Guerra Fría y los miedos racistas se ensamblan en una sola unidad! ¡Qué sencillo es todo!
Al negro, claramente, se le invita a una sola reacción. Ha tenido innumerables razones para odiar al hombre blanco. Ahora se reúnen y se confirman sólidamente. Aunque no tenga nada que ganar por la violencia, tampoco tiene nada que perder. ¡Y por lo menos la violencia será un modo decisivo de decir lo que piensa de la sociedad blanca!
El resultado, sin duda, será muy desagradable, y la culpa caerá de lleno en las espaldas de la América blanca, con su inmadurez emocional, cultural y política, y su lamentable negativa a comprender.”

Thomas Merton (1915–1968)

Conjeturas de un espectador culpable

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“Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo.”

One Hundred Years of Solitude
Cien años de soledad (1967)
Variante: Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo

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“Mientras tanto empecé a ver mi cuerpo desde una nueva luz. Por primera vez concebía los montecillos de mi pecho como tetas para que los pequeños chuparan, y su semejanza física con las ubres de las vacas o las colgantes distensiones de piel a las que se asían los cachorrillos lactantes pronto resultó algo inevitable. Es curioso ver que hasta las mujeres olvidan para qué son los pechos.

También se transformó la raja entre mis piernas. Perdió parte de su carácter vergonzoso, de su obscenidad, o adquirió una obscenidad de otra clase. Sus labios no se abrían ya a un angosto y oscuro callejón, sino a una especie de profundo abismo. El propio pasadizo pasó a ser un camino hacia algún otro lugar, un lugar real, y no meramente un lugar sombrío en mi mente. El colgante de carne de su frente asumió un aspecto equívoco, y empezó a parecerme un tentador anzuelo, una píldora para endulzar la pesada carga de la especie, como las piruletas que me daban de niña en el dentista.

En suma, que todo cuanto me hacía bella era algo intrínseco a la maternidad, y hasta mi deseo de que los hombres me encontraran atractiva era la estratagema de un cuerpo diseñado para expulsar a su propio recambio. No voy a presumir de ser la primera mujer que descubrió que los niños no vienen de París. Pero todo aquello era nuevo para mí. Y, francamente, no estaba muy segura al respecto. Me sentía prescindible, desechable tragada por un gran proyecto biológico que no había iniciado ni elegido, que me daba presencia pública, pero que también me marcaba y me escupía. Me sentía utilizada.”

We Need to Talk About Kevin

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“Madre de los juegos latinos y los deleites griegos,
Lesbos, donde los besos, lánguidos o gozosos,
cálidos como soles, frescos como las sandías,
son el adorno de noches y días gloriosos;
madre de los juegos latinos y los deleites griegos.

Lesbos, donde los besos son como cascadas
que se arrojan sin miedo en las simas sin fondo,
y fluyen, entrecortados de sollozos y risas,
tormentosos y secretos, hormigueantes y profundos;
¡Lesbos, donde los besos son como las cascadas!

Lesbos, donde las Frinés se atraen entre sí,
donde nunca un suspiro dejó de hallar un eco,
las estrellas te admiran tanto como a Pafos,
¡y Venus con razón puede envidiar a Safo!
Lesbos, donde las Frinés se atraen entre sí,

Lesbos, tierra de noches cálidas y lánguidas,
que hacen que en sus espejos, ¡infecundo deleite!
las niñas de ojos hundidos, enamoradas de sus cuerpos,
acaricien los frutos ya maduros de su nubilidad;
Lesbos, tierra de noches cálidas y lánguidas,

deja al viejo Platón fruncir su ceño austero;
obtienes tu perdón del exceso de besos,
reina del dulce imperio, tierra noble y amable,
y de refinamientos siempre sin agotar,
deja al viejo Platón fruncir su ceño austero.

Obtienes tu perdón del eterno martirio,
infligido sin tregua a los corazones ambiciosos,
que atrae lejos de nosotros la radiante sonrisa,
¡vagamente entrevista al borde de otros cielos!
¡Obtienes tu perdón del eterno martirio!

¿Qué Dios se atreverá a ser tu juez, oh Lesbos?,
y a condenar tu frente pálida por penosas labores,
si sus balanzas de oro no han pesado el diluvio,
de lágrimas que en el mar vertieron tus arroyos?
¿Qué Dios se atreverá a ser tu juez, oh Lesbos?

¿Qué quieren de nosotros las leyes de lo justo y lo injusto?
Vírgenes de corazón sublime, honra del Archipiélago,
vuestra religión es augusta como cualquiera,
¡y el amor se reirá del Infierno y del Cielo!
¿Qué quieren de nosotros las leyes de lo justo y lo injusto?

Pues Lesbos me ha elegido en la tierra entre todos,
para cantar el secreto de sus floridas vírgenes,
y desde la infancia que inicié en el negro misterio,
de las risas sin freno mezcladas con los llantos sombríos;
pues Lesbos me ha elegido en la tierra entre todos

y desde entonces velo en la cumbre del Léucato,
igual que un centinela de mirada segura y penetrante,
que vigila noche y día,, tartana o fragata,
cuyas formas a lo lejos se agitan en el azul;
y desde entonces velo en la cumbre del Léucato,

para saber si el mar es indulgente y bueno,
y si entre los sollozos que en la roca resuenan,
un día llevará a Lesbos, que perdona,
el cadáver adorado de Safo, que partió,
¡para saber si el mar es indulgente y bueno!

De Safo la viril, la amante y la poetisa,
¡por su palidez triste más hermosa que Venus!
—Al ojo azul venció el negro que mancilla
el tenebroso círculo trazado por las penas
¡de Safo la viril, la amante y la poetisa!

Presentándose al mundo más hermosa que Venus
y vertiendo el tesoro de su serenidad
y el brillo de su rubia juventud,
sobre el viejo Océano prendado de su hija;
¡presentándose al mundo más hermosa que Venus!

—De Safo, que murió el día de su blasfemia,
cuando, insultando el rito y el culto establecido,
convirtió su hermoso cuerpo en pasto supremo
de un bruto cuyo el orgullo castigó la impiedad
de aquella que murió el día de su blasfemia,

y desde entonces Lesbos lanza lamentaciones,
y, pese a los honores que le tributa el mundo,
cada noche le embriaga la voz de la tormenta,
¡que elevan hacia el cielo sus orillas desiertas!
¡y desde entonces Lesbos lanza lamentaciones!”

Les Fleurs du Mal

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“Puedo hacer frente a cualquier cosa siempre que te tenga a mi lado.”

Ken Follett (1949) novelista británico

Trilogía The Century

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