Frases sobre palabra
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Memoirs of a Dutiful Daughter
Variante: A menudo me he interrogado sobre la razón y el sentido de mis rabietas.
Creo que se explican en parte por una vitalidad fogosa y por un extremismo
al cual nunca he renunciado del todo. Llevaba mis repugnancias hasta el
vómito, mis deseos hasta la obsesión; un abismo separaba las cosas que me
gustaban de las que no me gustaban. No podía aceptar con indiferencia la
caída que me precipitaba de la plenitud al vacío, de la beatitud al horror;
si la consideraba fatal, me resignaba; nunca me enojé contra un objeto.
Pero me negaba a ceder a esa fuerza impalpable: las palabras; lo que me
sublevaba es que una frase lanzada al descuido: "Debes hacerlo... no debes
hacerlo", arruinara en un instante mis empresas y mis alegrías. Lo
arbitrario de las órdenes y de las prohibiciones contra las que chocaba
denunciaba su inconsistencia; ayer pelé un durazno: ¿por qué no esa
ciruela?, ¿por qué dejar mis juegos justo en este minuto? En todas partes
encontraba obligaciones, en ninguna parte su necesidad. En el corazón de la
ley que me abrumaba con el implacable rigor de las piedras, yo entreveía
una ausencia vertiginosa: me sumergía en ese abismo, la boca desgarrada por
gritos. Aferrándome al suelo, pataleando, oponía mi peso de carne al aéreo
poder que me tiranizaba; lo obligaba a materializarse; me encerraban en un
cuarto oscuro entre escobas y plumeros; entonces podía golpear con los pies
y las manos en muros verdaderos, en vez de debatirme contra inasibles
voluntades. Yo sabía que esa lucha era vana; desde el momento en que mamá
me había sacado de las manos la ciruela sangrienta, en que Louise había
guardado en su bolsa mi pala y mis moldes, yo estaba vencida; pero no me
rendía. Cumplía el trabajo de la derrota. Mis sobresaltos, las lágrimas que
me cegaban, quebraban el tiempo, borraban el espacio, abolían a la vez el
objeto de mi deseo y los obstáculos que me separaban de él. Me hundía en la
noche de la impotencia; ya nada quedaba salvo mi presencia desnuda y ella
explotaba en largos aullidos.

Cristianismo en crisis: Siglo 21: Siglo 21
God’s Covenants with Man II [Kenneth Copeland Ministries, 1985], cinta de audio #01-4404, cara 1.

“Lo que veo es que cada vez hablás peor, repetiste mil veces las mismas palabras.”
Natacha

“Cuando no se pueden decir las cosas, las miradas se cargan de palabras.”
The Secret in Their Eyes

“Cuando el dolor cae sobre ti sin paliativos, lo primero que te arranca es la palabra.”
La ridícula idea de no volver a verte

“La poesía y la pintura, el color y la palabra, son hermanos, ya lo sabes.”
My Name is Red

Cuentos de Amor de Locura y de Muerte
Lo que está en mi corazón
Amusing Ourselves to Death: Public Discourse in the Age of Show Business
Socrates In Love
“Habrá palabras nuevas para la nueva historia y es preciso encontrarlas antes de que sea tarde.”
En Palabra sobre palabra (antología de 1972)
Fuente: Versos citados por Inés Fernández-Ordóñez en su discurso de ingreso en la Real Academia Española al sustituir en el sillón P, el 13 de febrero de 2011, a Ángel González.
Fuente: Página 136, poema "Nada es lo mismo", de Grado elemental.
Under the Volcano

The Thirteenth Tale

“la palabra es enemiga de lo misterioso y cruel delatora de lo vulgar.”
Confesiones del estafador Félix Krull
Within the Whirlwind

“Hay relaciones en las que las palabras dice amistad, pero los ojos gritan romance.”

Cristianismo en crisis: Siglo 21: Siglo 21
Our Covenant with God [KCP Publications, 1987], p. 32

“Sentí que se me encogía la garganta y, a falta de palabras, me mordí la voz.”
The Shadow of the Wind