Frases sobre tal
página 13

Jorge Luis Borges Foto
Jorge Luis Borges Foto
Arturo Pérez-Reverte Foto
Javier Marías Foto
Milan Kundera Foto
Chuck Palahniuk Foto
Petros Markaris Foto
Jun'ichirō Tanizaki Foto
Cormac McCarthy Foto
Jorge Bucay Foto
José Rizal Foto
Robert Kiyosaki Foto
Juan Gabriel Vásquez Foto
Elias Canetti Foto
Alejandro Dolina Foto
Jean Jacques Rousseau Foto
Ken Robinson Foto
Jorge Luis Borges Foto
Milan Kundera Foto
Idries Shah Foto
Julio Cortázar Foto
Julio Cortázar Foto
Kóbó Abe Foto
Alberto Moravia Foto
Giambattista Vico Foto
Francis Scott Fitzgerald Foto
David Toscana Foto
Allan Kardec Foto
Robert Kiyosaki Foto

“El comienzo de la Era de la Información es el final del gobierno grande, tal y como lo conocimos antes. El”

El cuadrante del flujo del dinero: Guía del Padre Rico hacia la libertad financiera

Allan Kardec Foto
Arthur C. Clarke Foto
Adam Smith Foto
Vladimir Nabokov Foto
Charles Baudelaire Foto
Carl Sagan Foto
Markus Zusak Foto
Deanna Raybourn Foto
Henry Miller Foto
Isabel Abedi Foto
Anne Brontë Foto
Luigi Pirandello Foto

“¿Reconoce tal vez, también usted, ahora, que hace un minuto era otro?”

Luigi Pirandello (1867–1936) dramaturgo, novelista y escritor de relatos cortos italiano

Uno, ninguno y cien mil

Stanisław Lem Foto
Cassandra Clare Foto
Friedrich Nietzsche Foto

“El amor es el estado de ánimo en que el hombre ve con preferencia los cosas tal como éstas no son.”

Friedrich Nietzsche (1844–1900) filósofo alemán

EL ANTICRISTO: Clásicos de la literatura

Emmanuel Carrère Foto
Michel De Montaigne Foto

“En cuanto al fin que nos proponen Plinio y Cicerón, la gloria, estoy muy lejos de tenerla en cuenta. La inclinación más contraria al retiro es la ambición. La gloria y el reposo no pueden alojarse en el mismo albergue. Por lo que veo, estos sólo tienen los brazos y las piernas fuera de la multitud; su alma y su intención continúan, más que nunca, atadas a ella: b | Tun’ uetule auriculis alienis colligis escas? [Entonces, viejo, ¿trabajas sólo para alimentar los oídos ajenos? ] a | Se han echado atrás solo para saltar mejor, y para, con un movimiento más fuerte, penetrar más vivamente en la muchedumbre. ¿Queréis ver cómo se quedan cortos por un pelo?
Comparemos las opiniones de dos filósofos [Epicuro y Séneca], y de dos escuelas muy diferentes, uno escribiendo a Idomeneo, otro a Lucillo, amigos suyos, para apartarlos de la administración de los negocios y de las grandezas, y dirigirlos hacia la soledad. Hasta ahora has vivido —dicen— nadando y flotando; ven a morir al puerto. Has entregado el resto de tu vida a la luz, entrega esta parte a la sombra. Es imposible abandonar las tareas si no renuncias a su fruto; así pues, deshazte de toda preocupación por el nombre y por la gloria. Existe el peligro de que el brillo de tus acciones pasadas te ilumine en exceso, y te siga hasta el interior de tu guarida. Abandona, junto a los demás placeres, el que brinda la aprobación ajena; y, en cuanto a tu ciencia y capacidad, no te importe: no perderán su eficacia porque tú valgas más que ellas. Acuérdate de aquel que, cuando le preguntaron para qué se esforzaba tanto en un arte que no podía ser conocido por mucha gente, respondió: «Me basta con pocos, me basta con uno, me basta con ninguno». Tenía razón. Tú y un compañero sois teatro de sobra suficiente el uno para el otro, o tú para ti mismo. Que el pueblo sea para ti uno solo, y que uno solo sea para ti todo el pueblo. Es una ambición cobarde pretender obtener gloria de la ociosidad y del ocultamiento. Tenemos que hacer como los animales, que borran su rastro a la entrada de su guarida. No has de buscar más que el mundo hable de ti, sino cómo has de hablarte a ti mismo. Retírate en tu interior, pero primero prepárate para acogerte; sería una locura confiarte a ti mismo si no te sabes gobernar. Uno puede equivocarse tanto en la soledad como en la compañía. Hasta que no te hayas vuelto tal que no oses tropezar ante ti, y hasta que no sientas vergüenza y respeto por ti mismo, c | obuersentur species honestae animo [que se ofrezcan imágenes honestas al espíritu], a | represéntate siempre en la imaginación a Catón, Foción y Aristides, ante los cuales aun los locos ocultarían sus faltas, y establécelos como censores de todas tus intenciones. Si estas se desvían, la reverencia por ellos te devolverá al camino. Te retendrán en la vía de contentarte contigo mismo, de no tomar nada en préstamo sino de ti, de detener y fijar el alma en unos pensamientos definidos y limitados donde pueda complacerse; y, tras haber entendido los verdaderos bienes, que se gozan a medida que se entienden, de contentarse con ellos, sin ansias de prolongar la vida ni el nombre. Este es el consejo de la verdadera y genuina filosofía, no de una filosofía ostentosa y verbal, como es la de los dos primeros.”

Michel De Montaigne (1533–1592) biografía, filósofo y político francés del Renacimiento

The Complete Essays

Sei Shonagon Foto

“Cosas detestables

Cuando uno tiene prisa por salir, llega alguien de visita y se queda hablando un largo tiempo. Si es una persona de poca importancia, uno puede deshacerse de ella diciendo que podrán hablar en otra ocasión; pero si se trata de alguien a quien se le debe respeto, la situación se vuelve realmente detestable.

Uno encuentra un pelo sobre el suzuri, o el mismo sumi contiene un grano de piedra que, al frotar, produce un chirrito destemplado.

Un hombre que no se destaca en nada, discute toda clase de temas, riéndose, como si supiera algo de ello.

Envidiar la suerte de los demas y quejarse de la propia, hablar mal de la gente, interesarse por lo superficial, querer saberlo todo y estar resentido y vilipediar a los que no nos han informado de los hechos, o bien, cuando sólo se ha tenido una noticia parcial, hablar de ella con lujo de detalles como si se tratase de algo que conoce desde el principio: todo esto es odioso.

Se está por escuchar alguna noticia interesante cuando un niño empieza a llorar.

Un hombre nos viene a ver en secreto; un perro lo ve y se pone a ladrar: dan ganas de matarlo.

Ya es bastante tontería el invitar a un hombre a pasar la noche, ocultándolo donde no debería estar, y he aquí que ronca.

Uno va a la cama y está a punto de quedar dormido cuando un mosquito anuncia su presencia con voz aguda cerca de nuestra cara; hasta se siente el aire que mueve con sus alas a pesar de su pequeñez, y esto es en extremo odioso.

Estamos en medio de un relato cuando otra persona se inmiscuye, nos interrumpe, y trata de demostrar que es el único ser inteligente de la reunión. Tales personas son odiosas, se trate de niños o mayores.

Un hombre con el que tenemos relaciones amorosas, se pone a alabar a una mujer que conoció en el pasado, y aunque sea una cosa lejana no puede resultar menos horrible. ¡Cuánto más si se trata de alguien a quien él sigue visitando!

No soporto a las personas que salen sin cerrar la puerta tras de sí.”

The Pillow Book

Yukio Mishima Foto
Nick Sagan Foto
Amélie Nothomb Foto
Victor Hugo Foto

“Nadie mejor para espiar las acciones de los demás que aquellos a quienes nada les importan esas acciones. ¿Por qué este señor nunca viene antes de que oscurezca?; ¿por qué este otro no cuelga la llave en su respectivo clavo de la portería, los jueves?; ¿por qué camina siempre por callejuelas?; ¿por qué la señora desciende siempre del coche de alquiler antes de llegar a su casa?; ¿por qué mandará a comprar un cuadernillo de papel de cartas, cuando tiene repleto de papel su escritorio?, etcétera, etcétera. Hay personas que, con tal de saber el secreto de tales enigmas, que les son por completo indiferentes, gastan más dinero, consumen más tiempo y se toman más trabajo de lo que se necesitaría para ejecutar diez buenas acciones; y lo hacen gratuitamente, por placer, sin que su curiosidad reciba otro premio que la propia curiosidad. Seguirán a éste o aquél durante días enteros, se quedarán como centinelas largas horas en las esquinas, bajo los portales, de noche, con frío y con lluvia, corromperán a los criados, emborracharán a los cocheros y a los lacayos, comprarán a la doncella, sobornarán a un portero… ¿Y todo eso para qué? Para nada. Por el solo afán de ver, de saber y de penetrar en vidas ajenas. Pura comezón de murmurar. Y, con frecuencia, una vez conocidos estos secretos, publicados estos misterios, descifrados estos enigmas, acarrean catástrofes, duelos, quiebras, ruinas de familias, existencias amargadas, con gran placer de aquellos que lo han "descubierto todo", sin interés, por puro instinto. Es algo realmente triste.

Ciertas personas son malas únicamente por necesidad de hablar. Su conversación, charla en el salón, diálogo en la antecámara, es como esas chimeneas que consumen rápidamente la leña, necesitan mucho combustible, y el combustible es el prójimo.”

Les Misérables

Czeslaw Milosz Foto
Juan Gabriel Vásquez Foto
Gustavo Adolfo Bécquer Foto
Billie Holiday Foto
Vladimir Nabokov Foto
Matilde Asensi Foto
Gillian Flynn Foto
Jean Jacques Rousseau Foto
Isabel Allende Foto
Stephen King Foto
André Breton Foto
Sigmund Freud Foto
Alejandro Casona Foto
William Ospina Foto
Aldous Huxley Foto
John Irving Foto
Nicholas Sparks Foto
Julio Cortázar Foto
Juan Rulfo Foto
Ryszard Kapuściński Foto
Victor Hugo Foto
Fernando Pessoa Foto
Cassandra Clare Foto
Alexandre Dumas (padre) Foto
Nicholas Sparks Foto
Washington Irving Foto
David Nicholls Foto

“A veces uno es consciente de cuándo están produciéndose los grandes momentos de su vida y a veces los descubre al mirar el pasado. Tal vez suceda lo mismo con las personas.” James Salter, Quemar los días”

David Nicholls (1966) escritor británico

Siempre el mismo día
Variante: «A veces uno es consciente de cuándo están produciéndose los grandes momentos de su vida y a veces los descubre al mirar el pasado. Tal vez suceda lo mismo con las personas.»

Vladimir Nabokov Foto
Umberto Eco Foto
Lionel Shriver Foto
Angélica Gorodischer Foto

“Las palabras son hijas de la carne y como tales se pudren si se las guarda encerradas.”

Angélica Gorodischer (1928) escritora argentina

Kalpa Imperial. Libro I: La casa del poder

Karen Blixen Foto
Luigi Pirandello Foto
William Shakespeare Foto
Idries Shah Foto

“¿Por qué hice tal y cual cosa?" está muy bien. Pero qué hay con "¿De qué otra forma podría haberlo hecho?".”

Idries Shah (1924–1996)

Aprender a aprender
Variante: ¿Por qué hice tal y cual cosa?' está muy bien. Pero qué hay con '¿De qué otra forma podría haberlo hecho?

Isaac Asimov Foto
Mathias Malzieu Foto
Nathaniel Hawthorne Foto