Frases sobre tras
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“¡La laguna de Flint! Nuestra nomenclatura es pobre. ¿Qué derecho tenía el sucio y estúpido granjero, cuya granja lindaba con esta agua celestial, a darle su nombre tras haber desnudado sin piedad sus riberas? No es para mi el nombre de un avaro que prefería la resplandeciente superficie de un dólar o de un centavo nuevo, en la que podía ver su propia cara dura; que consideraba intrusos a los mismos patos salvajes que anidaban allí y cuyos dedos habían crecido hasta convertirse en garras curvas y callosas por el hábito de agarrar las cosas como una arpía. No voy allí a ver ni a oír hablar de alguien que nunca ha 'visto' (palabra enfatizada en cursiva) la laguna, ni se ha bañado en ella, ni la ha amado, ni protegido, ni pronunciado una palabra a su favor, ni agradecido a Dios que la creara. Démosle más bien el nombre de los peces que nadan en ella, de las aves salvajes o los cuadrúpedos que la frecuentan, de las flores silvestres que crecen en sus orillas o de algún hombre o niño salvaje cuya historia se haya entretejido con la de la laguna, no el de aquel que no podría mostrar otro título que el hecho de que otro vecino de mentalidad semejante o la cámara legislativa se lo hayan otorgado a él, que sólo pensaba en su valor monetario y cuya presencia ha sido nefasta para la orilla, que esquilmó la tierra a su alrededor y habría agotado el agua, que lamentaba que no fuera una pradera de heno inglés o de arándanos. A su parecer, nada había que salvar en la laguna y la habría drenado y venido por el légamo del fondo. La laguna no movía su molino ni era, para él, un privilegio contemplarla. No respeto su trabajo ni su granja, donde todo está tasado. Ese hombre sería capaz de llevar el paisaje y a su Dios y al mercado si pudiera obtener algo a cambio; su Dios es el mercado, por eso va allí; nada crece libremente en su granja: sus campos no dan cosechas, sus prados no dan flores, sus árboles no dan fruto, sino dólares. No ama la belleza de sus frutos; sus frutos no están maduros para él hasta que se convierten en dólares.”

Walden

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“»En verdad, querida, me molestáis sin tasa y compasión; diríase, al oíros suspirar, que padecéis más que las espigadoras sexagenarias y las viejas pordioseras que van recogiendo mendrugos de pan a las puertas de las tabernas.
»Si vuestros suspiros expresaran siquiera remordimiento, algún honor os harían; pero no traducen sino la saciedad del bienestar y el agobio del descanso. Y, además, no cesáis de verteros en palabras inútiles: ¡Quiéreme! ¡Lo necesito «tanto»! ¡Consuélame por aquí, acaríciame por «allá»! Mirad: voy a intentar curaros; quizá por dos sueldos encontremos el modo, en mitad de una fiesta y sin alejarnos mucho.
»Contemplemos bien, os lo ruego, esta sólida jaula de hierro tras de la cual se agita, aullando como un condenado, sacudiendo los barrotes como un orangután exasperado por el destierro, imitando a la perfección ya los brincos circulares del tigre, ya los estúpidos balanceos del oso blanco, ese monstruo hirsuto cuya forma imita asaz vagamente la vuestra.
»Ese monstruo es un animal de aquéllos a quienes se suelen llamar “¡ángel mío!”, es decir, una mujer. El monstruo aquél, el que grita a voz en cuello, con un garrote en la mano, es su marido. Ha encadenado a su mujer legítima como a un animal, y la va enseñando por las barriadas, los días de feria, con licencia de los magistrados; no faltaba más.
¡Fijaos bien! Veis con qué veracidad —¡acaso no simulada!— destroza conejos vivos y volátiles chillones, que su cornac le arroja. “Vaya —dice éste—, no hay que comérselo todo en un día”; y tras las prudentes palabras le arranca cruelmente la presa, dejando un instante prendida la madeja de los desperdicios a los dientes de la bestia feroz, quiero decir de la mujer.”

Paris Spleen

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“Tras los recientes acontecimientos, uno se pregunta si la macroeconomía es la especialidad de algún economista.”

SuperFreakonomics: Enfriamiento global, prostitutas patrioticas y por que los terroristas suicidas deberian contratar un seguro de vida (Vintage Espanol)

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“Pues la costumbre, verdaderamente es una violenta y traidora institutriz. Poco a poco y con disimulo, establece en nosotros el pie de su autoridad; pero tras este suave y humilde comienzo, una vez asentado y plantado con ayuda del tiempo, pronto nos revela un talante furioso y tiránico contra el que no podemos ya ni alzar la mirada.”

Michel De Montaigne (1533–1592) biografía, filósofo y político francés del Renacimiento

Variante: Pues la costumbre, verdaderamente es una violenta y traidora institutriz. Poco a poco y con disimulo, establece en nosotros el pie de
su autoridad; pero tras este suave y humilde comienzo, una vez asentado y plantado con ayuda del tiempo, pronto nos revela un talante furioso y tiránico contra el que no podemos ya ni alzar la mirada.

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“Por entonces había muchas serpientes en la aldea. Desde el bosque atravesaban el río hasta los campos, de los campos pasaban a los huertos, de los huertos a los patios y de los patios a las casas. Allí se ovillaban de día tras las escaleras, y de noche se bebían la leche fría de los cubos.

Las mujeres llevaban consigo a sus hijos pequeños cuando salían a trabajar al patio o al huerto. Los metían en canastas de mimbre, entre mantas, y dejaban las canastas a la sombra de los árboles. Arrancaban manojos de hierba de los bancales con raíz y terrón incluidos. Tomaban aliento, volvían a escardar y sudaban.

Ella vivía a la orilla del pueblo. Aquel día estaba en el huerto y había dejado al niño en la canasta de mimbre, bajo el árbol. Junto a la canasta había una botella de leche. Estaba escardando la hierba del bancal de patatas. Olía a sudor. De pronto miró hacia el sol, puso a un lado el azadón y se dirigió al árbol.

La mirada se le vació, la ropa se le pegó a la piel. Se quedó paralizada. Levantó bruscamente al niño, sollozó y gritó, y mientras se tambaleaba sobre la hierba, la serpiente salió de la canasta arrastrándose lenta y perezosa por el suelo, y la mujer encaneció en cuestión de segundos.

En el huerto se quedaron el azadón y la canasta de mimbre bajo el árbol. La serpiente se había bebido la leche de la botella.

El pelo le quedó blanco a la mujer y la gente del pueblo tuvo por fin la prueba de que era una bruja.”

En tierras bajas

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“Cuando, después de recuperarse, mi amigo fue a la universidad local, descubrió una vocación que movilizó su talento creativo, la dirección cinematográfica. Siguiendo esa llamada, se matriculó en una escuela de cine y filmó, a modo de proyecto de fin de carrera, una película que llamó la atención de un director de Hollywood, que le contrató como ayudante y le propuso que trabajase con él en un proyecto de una película de bajo presupuesto. Ese trabajo, a su vez, le granjeó un contrato como director y productor de otra pequeña película basada, esta vez, en un guión suyo, una película que el estudio casi destruye antes de su estreno, pero que sorprendentemente resultó mucho mejor de lo que nadie esperaba. Pero los cortes, supresiones y otros cambios arbitrarios realizados durante el montaje por la dirección del estudio fueron, para mi amigo –que valoraba mucho el control creativo de su obra–, una amarga lección. Por eso, cuando se dispuso a filmar otra película basada en un guión suyo y recibió la propuesta de un gran estudio de Hollywood (que, por aquel entonces, dictaba la pauta) de financiar el proyecto con la condición de poder cambiarlo antes del estreno, mi amigo acabó rechazando la oferta. En lugar de “vender” su control creativo, mi amigo invirtió las ganancias de su primer proyecto en el segundo. Y, cuando estaba casi terminado, se le acabó el dinero. Banco tras banco, le negaron un préstamo hasta que, al llamar a la puerta del décimo, obtuvo el crédito que acabó salvando el proyecto. La película en cuestión se titulaba La guerra de las galaxias. La insistencia de George Lucas en no renunciar, pese a las dificultades financieras, al control creativo de su proyecto refleja una integridad extraordinaria que, como todo el mundo sabe, acabó demostrando ser una empresa sumamente lucrativa. Pero la suya no fue una decisión motivada por la búsqueda de dinero porque, por aquel entonces, los”

Focus: Desarrollar la atención para alcanzar la excelencia

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“Se ha ido la mitad de mi querer tras tu melena.”

Que me mata, Siempre Soñé Saber Sobre Nadie Negó Nunca Nada
Citas de canciones

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“Otra cosa que me pareció rara tras haber vivido en Nueva York algún tiempo fue que gran número de músicos negros no sabían absolutamente nada de la parte teórica de la música. Bud Powell era uno de los pocos, entre los que yo conocía, capaces de tocar, escribir y leer todo tipo de música. Muchos de los veteranos opinaban que si ibas a la escuela acabarías tocando como si fueras blanco. O bien que, si aprendías algo de teoría, perderías el sentimiento al tocar. Me resistía a creer que ninguno de los grandes, como Bird, Prez, Bean, ninguno de los cats, se acercara a los museos y las bibliotecas para consultar las partituras musicales con objeto de averiguar lo que estaba ocurriendo en el mundo. Yo sí iba a la biblioteca y estudiaba las partituras de los grandes compositores, Stravinski, Alban Berg, Prokofiev. Quería ver en qué direcciones se movía la música de cualquier clase. El conocimiento, el saber, es libertad, mientras que la ignorancia es esclavitud, y yo, simplemente, no podía creer que alguien estuviera tan cerca de la libertad y no se aprovechase de su buena suerte. Es como la mentalidad de gueto, que dice a la gente que se supone que no debe hacer ciertas cosas, que tales cosas están reservadas exclusivamente a los blancos. Cuando hablaba de estas cuestiones a otros músicos, adoptaban un aire condescendiente y escéptico. ¿Entiendes a qué me refiero? En consecuencia, seguí mi propio camino y me abstuve de comentarlo con ellos.”

Miles Davis (1926–1991) trompetista y compositor estadounidense de jazz

Fuente: The Autobiography MILES DAVIS with Quincy Troupe, pág. 28.

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“Por consiguiente, no solo tenemos que vigilar a los poetas y obligarles o a representar en sus obras modelos de buen carácter o a no divulgarlas entre nosotros, sino que también hay que ejercer inspección sobre los demás artistas e impedirles que copien la maldad, intemperancia, vileza o fealdad en sus imitaciones de seres vivos o en las edificaciones o en cualquier otro objeto de su arte; y al que no sea capaz de ello no se le dejará producir entre nosotros, para que no crezcan nuestros guardianes rodeados de imágenes del vicio, alimentándose, por así decirlo, de este modo con una mala hierba que recogieran y pacieran día tras día, en pequeñas cantidades, pero tomadas estas de muchos lugares distintos, con lo cual introducirían, sin darse plena cuenta de ello, una enorme fuente de corrupción en sus almas. Hay que buscar, en cambio, a aquellos artistas cuyas dotes naturales les guían al encuentro de todo lo bello y agraciado; de este modo, los jóvenes vivirán como en un lugar sano donde no desperdiciarán ni un solo de los efluvios de la belleza que, procedentes de todas partes, lleguen a sus ojos y oídos, como si les aportara de lugares saludables un aura vivificadora que les indujera desde su niñez a imitar, obrar y amar de acuerdo con la idea de belleza. ¿No es así?”

Los personajes debaten en este diálogo sobre la educación de los niños.
Fuente: La República, Los límites del estado.

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“El ideal del español de buena parte de la clase media es jubilarse tras breves años de trabajo, y, si es posible, antes de trabajar.”

Santiago Ramón y Cajal (1852–1934) neurocientífico español

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Fuente: [Señor] (1997), p. 555.

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“Él (mi padre) fue mi primer portero favorito y a partir de él adopté la posición. El no jugó profesionalmente fútbol, pero sí balonmano. No lo alcancé a ver jugar porque se retiró tras una lesión.”

Mario Sequeira (1997) futbolista costarricense

Citas de
Fuente: La Nación http://www.nacion.com/deportes/futbol-costa-rica/Joven-portero-Saprissa-juntabolas_0_1575042518.html.

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“Cesa, mortal, de fatigarte en vano / tras rumores de error y de impostura, / ni pongas tu virtud en rito externo; / no abuses de los dones de mi mano, / no esperes cielo para un alma impura / ni para el pensar libre fuego eterno.”

José María Blanco White (1776–1841) escritor y periodista español

Soneto La revelación interna.
Fuente: [[Salgado Martínez], Alejandro., Los Sonetos de José María Blanco White, Diputación Provincial de Sevilla. Servicio de Publicaciones, 2005] ISBN 978-8477983378

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“El modelo de protección social que hemos conocido tiende a menos-menos porque ya ha dejado de ser necesario, al igual que lo ha dejado de ser la clase media: ambos han cumplido su función. La clase media actual fue inventada tras la II Guerra Mundial en un entorno posbélico, con la memoria aún muy fresca de la miseria vivida durante la Gran Depresión y con una Europa deshecha y con 50 millones de desplazados, y lo más importante: con un modelo prometiendo el paraíso desde la otra orilla del Elba. La respuesta del capitalismo fue muy inteligente (en realidad fue la única posible, como suele suceder): el Estado se metió en la economía, se propició el pleno empleo de los factores productivos, la población se puso a consumir, a ahorrar y, ¡tachín!, apareció la clase media, que empezó a votar lo correcto: una socialdemocracia light y una democracia cristiana conveniente; para acabar de completar la jugada, esa gente tenía que sentirse segura, de modo que no desease más de lo que se le diese pero de forma que eso fuese mucho en comparación con lo que había tenido: sanidad, pensiones, enseñanza, gasto social… que financiaban con sus impuestos y con la pequeña parte que pagaban los ricos (para ellos se inventaron los paraísos fiscales). Todo eso ya no es necesario: ni nadie promete nada desde la otra orilla del Elba, ni hay que convencer a nadie de nada, ni hay que proteger a la población de nada: hay lo que hay y habrá lo que habrá, y punto.”

Santiago Niño Becerra (1951) economista español
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“De viajar y conocer tantos lugares aprendí que las diferencias entre mundos naturales y humanos apenas lo son en la apariencia. Que tras la diversidad de los paisajes, las comunidades o las culturas subyacen unos procesos, sistemas y fines elementales compartidos.”

Víctor J. Hernández naturalista español

Fuente: http://lecturaobligada.wordpress.com/2013/04/15/el-naturalista-y-escritor-castellonense-victor-j-hernandez-se-reafirma-como-un-gran-referente-en-naturaleza/

Esta traducción está esperando su revisión. ¿Es correcto?
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“«Lo que sea creado sin fines de lucro será efímero, febril, sujeto de intubación hospitalaria, máxima que no impedirá un intento tras otro por divulgar quehaceres culturales»”

Fuente: https://www.taringa.net/JURESCRITOR/la-vida-es-compendio-de-malas-noticias-alberto-jimenez-ure_517uee

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