Frases de tristeza

Una colección de frases y citas sobre el tema del felicidad/suete, llorar, muerte, pérdida.

Mejores frases de tristeza

Esta traducción está esperando su revisión. ¿Es correcto?
Vincent Van Gogh Foto

“La tristeza será eterna.”

Vincent Van Gogh (1853–1890) pintor neerlandés
Gibran Jalil Gibran Foto

“Vuestra alegría es vuestra tristeza sin máscara.”

Fuente: Gibrán Jalil Giblrán. El Profeta. Editorial EDAF, 2010. Traducido por Mauro Fernández Alonso de Armiño. ISBN 978-84-4142-312-1, p. 51

Alejandro Dolina Foto
Gustave Flaubert Foto

“Cuidado con la tristeza, es un vicio.”

Gustave Flaubert (1821–1880) escritor francés (1821-1900)

Variante: Cuidado con la tristeza. Es un vicio.
Fuente: Ortega Blake, Arturo. El gran libro de las frases célebres. Editorial Penguin Random House Grupo Editorial México, 2013 ISBN 978-60-7311-631-2.

Juan Gelman Foto
Juan Bosco Foto

“Tristeza y melancolía fuera de la casa mía.”

Juan Bosco (1815–1888) sacerdote, educador, escritor italiano del siglo XIX, fundador de la Congregación Salesiana

Sin fuentes

Ray Loriga Foto

“La tristeza no tiene fin. La felicidad si.”

Tokio ya no nos quiere

Alonso de Ercilla Foto

“La mucha alegría es presagio de tristeza.”

Alonso de Ercilla (1533–1594)

Sin fuentes

Nach Foto

“Te miro y elimino la tristeza en un suspiro”

Nach (1974) Rapero Español.

El idioma de los dioses

Frases de tristeza

Carlos Cuauhtémoc Sánchez Foto
Carlos Cuauhtémoc Sánchez Foto
José Baroja Foto
Enrique Bunbury Foto
Cielo Latini Foto
Alejandro Dolina Foto
Arturo Jauretche Foto
Esta traducción está esperando su revisión. ¿Es correcto?
Corrie ten Boom Foto
Jonathan Safran Foer Foto
Roberto Arlt Foto
Platón Foto

“La música da alma al universo, alas a la mente, vuelos a la imaginación, consuelo a la tristeza, y vida y alegría a todas las cosas.”

Platón (-427–-347 a.C.) filósofo griego clásico que creo la teoría de las ideas

Fuente: [Marden], Orison Swett. La alegría de vivir : El secreto de la felicidad. Editorial FV Éditions, 2016. ISBN 9791029902093.

José Antonio Primo de Rivera Foto
Enrique Bunbury Foto

“Y en tu ausencia las paredes se pintaran de tristeza, y enjaularé mi corazón entre tus huesos.”

Enrique Bunbury (1967) músico español

Bendecida II, Héroes del Silencio.
Con Héroes del Silencio, El espíritu del vino

Fito Cabrales Foto
Mario Benedetti Foto
Rick Riordan Foto
Mathias Malzieu Foto
Isabel Allende Foto
Miguel de Cervantes Foto
Ray Loriga Foto
Juan Rulfo Foto
Wisława Szymborska Foto
Pablo Neruda Foto

“Las lágrimas que no se lloran, ¿esperan en pequeños lagos?, ¿o serán ríos invisibles que corren hacia la tristeza?”

Pablo Neruda (1904–1973) poeta

Variante: Las lágrimas que no se lloran
esperan en pequeños lagos?
O serán ríos invisibles
que corren hacia la tristeza?

Charles Bukowski Foto

“Estaba demasiado trompa para gemir; sólo sentía la mordiente y salvaje tristeza de otra cosa buena perdida para siempre.”

Charles Bukowski (1920–1994) escritor y poeta estadounidense

Escritos de un viejo indecente (1969)
Fuente: Libro. https://books.google.es/books?id=oKBADwAAQBAJ&pg=PT92&dq=9788433938480&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwis4PDVhbzhAhUtAWMBHVlfCaoQ6AEIKDAA#v=onepage&q=Estaba%20demasiado%20trompa%20para%20gemir%3B%20s%C3%B3lo%20sent%C3%ADa%20la%20mordiente%20y%20salvaje%20tristeza%20de%20otra%20cosa%20buena%20perdida%20para%20siempre&f=false

Amado Nervo Foto

“La tristeza es un don del cielo, el pesimismo es una enfermedad del espíritu.”

Amado Nervo (1870–1919) poeta y prosista mexicano

Sin fuentes

Juan Pablo I Foto
Giacomo Casanova Foto
Teófilo V. Méndez Ramos Foto
Jorge Amado Foto
Elizabeth Gilbert Foto
Louis Pasteur Foto
Franz Liszt Foto

“Llevo una profunda tristeza en el corazón que de vez en cuando debe estallar en sonido.”

Franz Liszt (1811–1886) compositor y pianista húngaro

Fuente: Walker, 1997

Anne Frank Foto
Juan Rulfo Foto
Milan Kundera Foto

“En griego, «regreso» se dice nostos. Algos significa “sufrimiento”. La nostalgia es, pues, el sufrimiento causado por el deseo incumplido de regresar. La mayoría de los europeos puede emplear para esta noción fundamental una palabra de origen griego (nostalgia) y, además, otras palabras con raíces en la lengua nacional: en español decimos “añoranza”; en portugués, saudade. En cada lengua estas palabras poseen un matiz semántico distinto. Con frecuencia tan sólo significan la tristeza causada por la imposibilidad de regresar a la propia tierra. Morriña del terruño. Morriña del hogar. En inglés sería homesickness, o en alemán Heimweh, o en holandés heimwee. Pero es una reducción espacial de esa gran noción. El islandés, una de las lenguas europeas más antiguas, distingue claramente dos términos: söknudur: nostalgia en su sentido general; y heimfra: morriña del terruño. Los checos, al lado de la palabra “nostalgia” tomada del griego, tienen para la misma noción su propio sustantivo: stesk, y su propio verbo; una de las frases de amor checas más conmovedoras es styska se mi po tobe: “te añoro; ya no puedo soportar el dolor de tu ausencia”. En español, “añoranza” proviene del verbo “añorar”, que proviene a su vez del catalán enyorar, derivado del verbo latino ignorare (ignorar, no saber de algo). A la luz de esta etimología, la nostalgia se nos revela como el dolor de la ignorancia. Estás lejos, y no sé qué es de ti. Mi país queda lejos, y no sé qué ocurre en él. Algunas lenguas tienen alguna dificultad con la añoranza: los franceses sólo pueden expresarla mediante la palabra de origen griego (nostalgie) y no tienen verbo; pueden decir: je m? ennuie de toi (equivalente a «te echo de menos» o “en falta”), pero esta expresión es endeble, fría, en todo caso demasiado leve para un sentimiento tan grave. Los alemanes emplean pocas veces la palabra “nostalgia” en su forma griega y prefieren decir Sehnsucht: deseo de lo que está ausente; pero Sehnsucht puede aludir tanto a lo que fue como a lo que nunca ha sido (una nueva aventura), por lo que no implica necesariamente la idea de un nostos; para incluir en la Sehnsucht la obsesión del regreso, habría que añadir un complemento: Senhsucht nach der Vergangenheit, nach der verlorenen Kindheit, o nach der ersten Liebe (deseo del pasado, de la infancia perdida o del primer amor).”

Ignorance

Elizabeth Gilbert Foto
Edgar Allan Poe Foto
Paulo Coelho Foto
Charles Louis Montesquieu Foto

“Nunca he tenido una tristeza que una hora de lectura no haya conseguido disipar.”

Charles Louis Montesquieu (1689–1755) cronista y pensador político francés

Fuente: [Amate Pou] (2017), p. 111.

Francisco Palau y Quer Foto
Jorge González Foto
Paul McCartney Foto
Haruki Murakami Foto
Paulo Coelho Foto
Esta traducción está esperando su revisión. ¿Es correcto?
Erik Satie Foto
Woody Allen Foto
Woody Allen Foto
Giovanni Papini Foto
René Descartes Foto

“Con frecuencia una falsa alegría vale más que una tristeza cuya causa es verdadera.”

René Descartes (1596–1650) filósofo, matemático y físico francés, considerado el padre de la geometría analítica y de la filosofía mod…

Fuente: [Ortega Blake], Arturo. El gran libro de las frases célebres. Penguin Random House Grupo Editorial México, 2013. ISBN 978-60-73116-31-2.

Christina Aguilera Foto
Antonio Buero Vallejo Foto

“Te quiero con tu tristeza y tu angustia; para sufrir contigo y no para llevarte a ningún falso reino de la alegría.”

Fuente: Teatro: En la ardiente oscuridad. Gran teatro del mundo. Editorial Losada, 1959. Página 26.

Enrique Vila-Matas Foto
Haruki Murakami Foto
Fernando Pessoa Foto
Carlos Ruiz Zafón Foto

“Yo había crecido en el convencimiento de que aquella lenta procesión de la posguerra, un mundo de quietud, miseria y rencores velados, era tan natural como el agua del grifo, y que aquella tristeza muda que sangraba por las paredes de la ciudad herida era el verdadero rostro de su alma. Una de las trampas de la infancia es que no hace falta comprender algo para sentirlo. Para cuando la razón es capaz de entender lo sucedido, las heridas en el corazón ya son demasiado profundas. Aquella noche primeriza de verano, caminando por ese anochecer oscuro y traicionero de Barcelona, no conseguía borrar de mi pensamiento el relato de Clara en torno a la desaparición de su padre. En mimundo, la muerte era una mano anónima e incomprensible, un vendedor a domicilio que se llevaba madres, mendigos o vecinos nonagenarios como si se tratase de una lotería del infierno. La idea de que la muerte pudiera caminar a mi lado, con rostro humano y corazón envenenado de odio, luciendo uniforme o gabardina, que hiciese cola en el cine, riese en los bares o llevase a los niños de paseo al parque de la Ciudadela por la mañana y por la tarde hiciese desaparecer a alguien en las mazmorras del castillo de Montjuïc, o en una fosa común sin nombre ni ceremonial, no me cabía en la cabeza. Dándole vueltas, se me ocurrió que tal vez aquel universo de cartón piedra que yo daba porbueno no fuese más que un decorado. En aquellos años robados, el fin de la infancia, como la Renfe, llegaba cuando llegaba.”

Carlos Ruiz Zafón (1964) escritor español
Angélica Gorodischer Foto

“Lo peor de la tristeza es que ciega y lo peor de la cólera es que ve demasiado.”

Angélica Gorodischer (1928) escritora argentina

Kalpa Imperial. Libro I: La casa del poder

Haruki Murakami Foto
Carlos Ruiz Zafón Foto
Patrick Rothfuss Foto

“Una mano pequeña y fría me acarició la mejilla.
—No pasa nada —dijo Auri en voz baja—. Ven aquí.
Empecé a llorar en silencio, y ella deshizo con cuidado el apretado nudo de mi cuerpo hasta que mi cabeza reposó en su regazo. Empezó a murmurar, apartándome el cabello de la frente; yo notaba el frío de sus manos contra la ardiente piel de mi cara.
—Ya lo sé —dijo con tristeza—. A veces es muy duro, ¿verdad?
Me acarició el cabello con ternura, y mi llanto se intensificó. No recordaba la última vez que alguien me había tocado con cariño.
—Ya lo sé —repitió—. Tienes una piedra en el corazón, y hay días en que pesa tanto que no se puede hacer nada. Pero no deberías pasarlo solo. Deberías haberme avisado. Yo lo entiendo.
Contraje todo el cuerpo y de pronto volví a notar aquel sabor a ciruela.
—La echo de menos —dije sin darme cuenta. Antes de que pudiera agregar algo más, apreté los dientes y sacudí la cabeza con furia, como un caballo que intenta liberarse de las riendas.
—Puedes decirlo —dijo Auri con ternura.
Volví a sacudir la cabeza, noté sabor a ciruela, y de pronto las palabras empezaron a brotar de mis labios.
—Decía que aprendí a cantar antes que a hablar. Decía que cuando yo era un crío ella tarareaba mientras me tenía en brazos. No me cantaba una canción; solo era una tercera descendente. Un sonido tranquilizador. Y un día me estaba paseando alrededor del campamento y oyó que yo le devolvía el eco. Dos octavas más arriba. Una tercera aguda y diminuta. Decía que aquella fue mi primera canción.
—Nos la cantábamos el uno al otro. Durante años. —Se me hizo un nudo en la garganta y apreté los dientes.
—Puedes decirlo —dijo Auri en voz baja—. No pasa nada si lo dices.
—Nunca volveré a verla —conseguí decir. Y me puse a llorar a lágrima viva.
—No pasa nada —dijo Auri—. Estoy aquí. Estás a salvo.”

The Wise Man's Fear

John Steinbeck Foto
Sri Aurobindo Foto
William Blake Foto
William Blake Foto
Albert Einstein Foto

“¡Triste época la nuestra! Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio.”

Albert Einstein (1879–1955) físico germano-estadounidense, creador de la teoría de la relatividad
Salvador Dalí Foto
Paulo Freire Foto
Víctor Jara Foto

“María, abre la ventana y deja que el sol alumbre por todos los rincones de tu casa.
María, mira hacia afuera nuestra vida no ha sido hecha para rodearla de sombras y tristezas.”

Víctor Jara (1932–1973) artista y activista político chileno

Abre tu ventana (1970)
Textos de canciones, Víctor Jara [Canto a lo humano] (1966), El derecho de vivir en paz (1970)

Christina Aguilera Foto
Manu Chao Foto

“Ese puerco estaba llorando, -pues si señor en su ojos se veia una infinita tristeza.”

Manu Chao (1961) Músico, cantante y productor francoespañol

Sin fuentes
Versos de canciones

Amaia Montero Foto

“Nadie como tú es capaz de compartir mis penas, mis tristezas, mis ganas de vivir. Tienes ese don de dar tranquilidad, de saber escuchar, de envolverme en paz”

Amaia Montero (1976) Cantautora española

Amaia Montero, "Nadie Como Tú"
Lo que te conté mientras te hacías la dormida

Ray Loriga Foto
Vicente Fatone Foto

“Quienes cultivamos la lógica sabemos que tiene por compañeras inseparables a la tristeza y al misterio.”

Vicente Fatone (1903–1962) filósofo argentino

En Ñ, 7.4.2007

Almudena Grandes Foto
Mario Benedetti Foto
Reinaldo Arenas Foto
Isabel Allende Foto
Eduardo Sacheri Foto
Nick Hornby Foto
Santiago Roncagliolo Foto
Paulo Coelho Foto
William Shakespeare Foto
Isabel Allende Foto

“Blanca, en cambio, se había acostumbrado a vivir sola. Terminó por encontrar paz
en sus quehaceres de la gran casa, en su taller de cerámica y en sus Nacimientos de
animales inventados, donde lo único que correspondía a las leyes de la biología era la
Sagrada Familia perdida en una multitud de monstruos. El único hombre de su vida era
Pedro Tercero, pues tenía vocación para un solo amor. La fuerza de ese
inconmovible sentimiento la salvó de la mediocridad y de la tristeza de su destino.
Permanecía fiel aun en los momentos en que él se perdía detrás de algunas ninfas de
pelo lacio y huesos largos, sin amarlo menos por ello. Al principio creía morir cada vez
que se alejaba, pero pronto se dio cuenta de que sus ausencias duraban lo que un
suspiro y que invariablemente regresaba más enamorado y más dulce. Blanca prefería
esos encuentros furtivos con su amante en hoteles de cita, a la rutina de una vida en
común, al cansancio de un matrimonio y a la pesadumbre de envejecer juntos
compartiendo las penurias de fin de mes, el mal olor en la boca al despertar, el tedio
de los domingos y los achaques de la edad. Era una romántica incurable. Alguna vez
tuvo la tentación de tomar su maleta de payaso y lo que quedaba de las joyas del
calcetín, e irse con su hija a vivir con él, pero siempre se acobardaba. Tal vez temía
que ese grandioso amor, que había resistido tantas pruebas, no pudiera sobrevivir a la
más terrible de todas: la convivencia. Alba estaba creciendo muy rápido y comprendía
que no le iba a durar mucho el buen pretexto de velar por su hija para postergar las
exigencias de su amante, pero prefería siempre dejar la decisión para más adelante.
En realidad, tanto como temía la rutina, la horrorizaba el estilo de vida de Pedro
Tercero, su modesta casita de tablas y calaminas en una población obrera, entre
cientos de otras tan pobres como la suya, con piso de tierra apisonada, sin agua y con
un solo bombillo colgando del techo. Por ella, él salió de la población y se mudó a un
departamento en el centro, ascendiendo así, sin proponérselo, a una clase media a la
cual nunca tuvo aspiración de pertenecer. Pero tampoco eso fue suficiente para Blanca.
El departamento le pareció sórdido, oscuro, estrecho y el edificio promiscuo. Decía que
no podía permitir que Alba creciera allí, jugando con otros niños en la calle y en las
escaleras, educándose en una escuela pública. Así se le pasó la juventud y entró en la
madurez, resignada a que los únicos momentos de placer eran cuando salía
disimuladamente con su mejor ropa, su perfume y las enaguas de mujerzuela que a
Pedro Tercero cautivaban y que ella escondía, arrebolada de vergüenza, en lo más
secreto de su ropero, pensando en las explicaciones que tendría que dar si alguien las
descubría. Esa mujer práctica y terrenal para todos los aspectos de la existencia,
sublimó su pasión de infancia, viviéndola trágicamente. La alimentó de fantasías, la idealizó, la defendió con fiereza, la depuró de las verdades prosaicas y pudo convertirla
en un amor de novela.”

The House of the Spirits

Pablo Neruda Foto
Roberto Arlt Foto
Manuel Puig Foto